Blinken urge al Congreso a aprobar la ayuda a Kiev
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, urgió este jueves al Congreso estadounidense a aprobar la ayuda de 60.000 millones de dólares destinada a Ucrania, porque es la financiación que Kiev necesita de forma “inmediata” para defenderse de la agresión Rusia. Entre tanto, explicó, la OTAN estudia crear un nuevo fondo para asistir al país.
“En términos de financiación, lo más importante, lo más urgente, es que se aprueba el paquete adicional (de 60.000 millones de dólares)”, dijo Blinken desde la sede de la OTAN en Bruselas, donde los ministros de Exteriores celebraron el 75° aniversario de la Alianza.
El jefe de la diplomacia estadounidense señaló que “ésa sería la fuente más inmediata e importante de fondos adicionales que Ucrania necesita para ayudarla a seguir protegiéndose contra la agresión rusa”, por lo que la votación en el Congreso, donde el Partido Republicano bloquea la ayuda, “debe producirse lo antes posible”.
“Más allá de eso, estamos hablando por supuesto con nuestros aliados de la OTAN y con nuestros socios sobre lo que pueden hacer, sobre lo que nosotros podemos hacer, sobre lo que puede hacer la Alianza para garantizar que Ucrania tenga los fondos que necesita, tanto para abordar su crítica situación actual, como en el futuro”, señaló Blinken.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, propuso la creación de un fondo de 100.000 millones de euros para ayudar a Ucrania, una idea que los ministros de Exteriores de la Alianza analizaron y que el jefe de la Alianza quiere aprobar en la cumbre que los jefes de Estado y de Gobierno de la organización celebrarán en Washington, en el mes de julio.
Blinken subrayó que los aliados discutieron también qué ayuda militar puede proporcionar a Ucrania, cuyo ministro de Exteriores, Dmitro Kuleba, pidió ayer sistemas Patriot de defensa antiaérea para interceptar los misiles rusos.
Una derrota de Kiev a manos de Moscú, que podría facilitar el eventual regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, implicaría un golpe a la alianza occidental y al liderazgo global estadounidense y fortalecería el eje sino-ruso aliado de Irán y Norcorea.