La Ciudad no irá por la vacuna y Provincia sí aspira a tenerla
Para Quirós es para zonas endémicas. Kreplak buscará que se use en 2025.
La vacuna contra el dengue se volvió en los últimos días motivo de controversia, debido a que el Ministerio de Salud de la Nación advirtió que en lo inmediato no utilizará el fármaco como una herramienta de salud pública, como lo recomendó la Comisión Nacional de Inmunizaciones (Conain): de manera focalizada y segmentada.
La discusión tiene lugar en plena temporada récord de dengue, cuando las muertes ya han duplicado las de la temporada anterior, con 129 víctimas fatales. No sólo eso, la marca se ha alcanzado cuatro meses antes que las 65 contabilizadas hasta mitad del año pasado. Y nadie puede aseverar hoy hasta dónde llegará la cifra.
En este contexto, el comportamiento del nuevo Gobierno libertario, a través de su ministro de Salud, Mario Russo, de no contemplar por ahora el uso de la vacuna Qdenga ha derivado en que, frente a la crisis sanitaria, varias administraciones provinciales decidieran tomar sus propios caminos.
Misiones y Salta y hicieron punta. Corrientes se acaba de sumar con la compra de 200 mil dosis y Chaco y Formosa iniciaron consultas, pero aún no concretaron una adquisición ¿es una estrategia de Nación esperar a que las provincias más urgidas se adelanten en las compras? “Está en estudio el análisis de la vacuna y a quiénes inmunizar, no su financiación”, dijeron fuentes cercanas a Russo.
La recomendación de la Conain fue vacunar prioritariamente en zonas endémicas, donde hay dengue todo el año y, en consecuencia, hay mucha población susceptible de contraer una segunda infección, lo que predispone a sufrir cuadros más graves. En esos lugares, la vacuna puede evitar muertes.
A este debate sanitario clave se sumaron en las últimas horas el ministro de Salud de la Ciudad, Fernán Quirós, y su par bonaerense, Nicolás Kreplak. En primer lugar, Quirós tomó distancia de la postura de Nación al no dudar en que el punto que la vacunación contra el dengue es útil y que debe realizarse de manera focalizada en zonas muy precisas del país en las que este virus transmitido por el Aedes aegypti es una amenaza mayor.
Quirós corroboró en declaraciones radiales que la seguridad y la eficacia de la vacuna “está demostrada en niños y adolescentes, que es donde se hizo el trabajo. Y se pueden proyectar esos resultados a los adultos jóvenes, incluso hasta los 60 años, porque tienen un comportamiento biológico similar”.
Más allá de los que consideren los médicos de cabecera para cada paciente en particular -siempre debe haber una orden profesional para poder aplicarse la vacuna-, tanto la Unión Europea como la Argentina habilitaron el fármaco también para los mayores de 60 años.
Al ser consultado por Clarín sobre si la Ciudad tiene previsto adquirir la vacuna para aplicarla de manera gratuita en la Ciudad, desde entorno de Quirós se manifestaron en consonancia con el acta de la Conain: “Seguimos las indicaciones de la Conain, que indica focalizar y segmentar en zonas endémicas de alta circulación. Eso no incluye la zona centro del país ni la ciudad de Buenos Aires”.
Si bien la provincia de Buenos Aires pertenece a la zona centro, Kreplak se diferenció del ministro porteño y no descartó de plano que la vacuna pueda utilizarse en territorio bonaerense, aunque advirtió que, en caso de que el Estado pueda contar con el inoculante, su disponibilidad no sería inmediata.
“Lo cierto es que no hay todavía vacuna disponible, porque se acaba de aprobar en el mundo, para que ningún país tenga una vacunación universal. Esperemos que para el año próximo pueda estarlo. Vamos a hacer todo lo posible para juntar en la Provincia la información epidemiológica para exponérsela a la Nación y solicitar que para la próxima epidemia tengamos esta vacuna”, manifestó Kreplak ante la consulta de este medio. El funcionario agregó que “la vacuna es muy segura y demostró eficacia especialmente entre 4 y 60 años. Las personas que tienen más riesgo son las que ya tuvieron dengue, aunque el 35% de los casos pueden ser asintomáticos. No siempre sabemos y las personas con enfermedades predisponentes están entre las de más riesgo”. ■