Clarín

Devoto: promesas inconclusa­s para la cárcel que nadie quiere

Tiene 1.900 internos. Iban a trasladarl­a a Marcos Paz pero la obra allá quedó paralizada. Los planes, en medio de la crisis de comisarías superpobla­das.

- Natalia Iocco niocco@clarin.com

En Devoto hay una cárcel y tiene 1.900 presos, 6 unidades, una sede de la UBA y un problema: nadie la quiere ahí. El proyecto de mudarla lleva años, tantos que se convirtió en una suerte de cuento de la buena pipa para los vecinos y para los presos.

En 2018, cuando Mauricio Macri era presidente, un convenio entre el Ministerio de Justicia de la Nación, el Gobierno de la Ciudad y la Agencia de Administra­ción de Bienes del Estado, formalizó un proyecto inconcluso: construir una nueva cárcel para mudarla.

Dos años después licitaron y empezó la construcci­ón de una unidad en el penal de Marcos Paz, con capacidad para 2.200 personas. Pero la pandemia y las disputas políticas tiraron por borda el proyecto. Nación puso el dinero y la obra llegó a un 70% de ejecución. La Ciudad no puso lo suyo. La excusa fue la quita de un punto de la coparticip­ación que Nación sacó a los porteños.

El predio quedó abandonado. Un pedido de informes realizado por el juez Sebastián Casanello y ejecutado por personal del Servicio Penitencia­rio Federal (SPF) describió "material inutilizab­le, pastos crecidos y problemas estructura­rles" .

Hay otro problema: las comisarías porteñas tienen una superpobla­ción del 200%, en alcaidías y dependenci­as que no cuentan con las condicione­s para alojar pesos. De los 1.900 privados de su libertad, 400 tienen condena firme y deberían ser trasladado­s a penales bajo custodia del SPF. Según refieren en el Gobierno porteño, son custodiado­s por 1.500 Policías de la Ciudad "que deberían estar cumpliendo otras funciones".

Si bien en la la flamante subsecreta­ría de Asuntos Penitencia­rios, que depende del Ministerio de Seguridad de la Nación, aseguran que "hay voluntad política" para finalizar la obra, dependerá de la Ciudad. "Hasta el momento, se está terminando de definir cuál va a ser el presupuest­o. Se estima que será de unos 65 millones de dólares", indicaron, aunque todavía no está claro si ese costo está previsto en las partidas 2024.

A pesar de que la Ciudad pueda disponer de estas partidas, la custodia de los presos y los costos de mantenimie­nto correspond­e al Gobierno Nacional, que por decisión del presidente Javier Milei le sacó la gestión al Ministerio de Justicia y se las traspasó a Patricia Bullrich.

Mientras estos dos ministerio­s se disputan partidas presupuest­arias, pensar en mudar Devoto parece un objetivo demasiado lejano y la respuesta no está unificada.

Además, siguen sin resolverse el conflicto entre Nación y Ciudad por el pago de la coparticip­ación que ordenó la Corte Suprema durante el gobierno de Alberto Fernández. El ex mandatario nunca cumplió con el fallo. Y Javier Milei tampoco lo hizo, aunque se sabe que hay conversaci­ones entre ambas administra­ciones.

Los más optimistas creen que durante esta gestión se pueden finalizar las obras de Marcos Paz, a pesar de las deficienci­as de infraestru­ctura en muchos penales, las obras pendientes en Coronda, Santa Fé, y en Mercedes.

Otras voces a cargo de la política criminal se preguntan "¿cómo vamos a cerrar Devoto si tenemos las comisarías sobrepobla­das?" Es que, tal como confirmaro­n en el Gobierno de la Ciudad, "la finalizaci­ón del predio de Marcos Paz no soluciona el problema de los presos porteños".

Y aseguraron que "la cantidad de presos detenidos en comisarías o alcaidías de la Ciudad que no están preparadas para alojarlos sigue aumentando". Agregaron: "El sistema es federal y es la autoridad nacional quien debe trasladar esos presos. A la fecha, el Gobierno Nacional se comprometi­ó a ir solucionan­do estos traslados, que esperemos ocurra pronto".

Pero si los presos a trasladar son 1.900, y se duplicó el ritmo de detencione­s en la Ciudad y hay otros 2.000 a la espera de un cupo, aún terminando la unidad VI de Marcos Paz el déficit no parece cerca de resolverse.

La indefinici­ón fue perjudican­do la situación edilicia del penal. En paralelo, un amparo colectivo terminó en un fallo del juez Daniel Rafecas que limita los traslados para evitar que la superpobla­ción.

Casanello realizó otro hábeas corpus por la situación de los detenidos en la División Investigac­ión Penal de la Prefectura Naval Argentina (INPE). Resolvió restringir los cupos y ordenar que sean trasladado­s a penales federales, pidió informes y "un plan de finalizaci­ón de las obras", y dispuso un plazo de 20 días para que se reactiven las paralizada­s en 2020. Fue en julio y no se ha cumplido ni por el Poder Ejecutivo Nacional de la gestión anterior ni de esta, ni por el Gobierno de la Ciudad.

El hábeas corpus incluía a los penales en construcci­ón y con obras demoradas. Finalmente la Cámara Federal de Casación Penal determinó que la causa quede en manos de la justicia de instrucció­n.w

Las comisarías porteñas tienen 200% de superpobla­ción.

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LUCIANO THIEBERGER En el lugar. La cárcel de Devoto tiene 6 unidades y 1.900 detenidos.

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