Israel echa a jefes militares por el ataque al convoy humanitario
Es por el bombardeo a la caravana de World Central Kitchen que generó un repudio global y críticas de Biden. Amonestó además a otros tres oficiales.
En medio del escándalo y repudio mundial por el ataque incomprensible contra un convoy humanitario que fue bombardeado cuando circulaba con víveres por una ruta pactada con el ejército, el gobierno israelí anunció este viernes que despidió a dos altos oficiales a quienes culpó por ese grave sucedo. También reprendió a otros tres.
El ataque sobre los vehículos con logos visible y el camino de la ONG World Central Kitchen, causó la muerte a siete trabajadores internacionales, tres de Gran Bretaña, un polaco, un australiano, un norteamericano canadiense y otro palestino.
Los oficiales despedidos y los reprendidos fueron señalados por haber manejado mal información crítica y violado las normas del ejército. El primer ministro Benjamín Netanyahu había dicho que se trato de una acto “sin intención” y lo justificó “en que son cosas que suceden en la guerra”. Pero las autoridades de la ONG, entre ellas su creador, el chef español norteamericano José Andrés descartaron el error y sugirieron que el ataque fue premeditado para inhibir la entrega de alimentos en el enclave.
Los hallazgos de la investigación, sin embargo, sobre el episodio marcaron una vergonzosa admisión por parte de Israel, que enfrenta crecientes acusaciones de aliados clave, incluido EE.UU., de no hacer lo suficiente para proteger a los civiles de Gaza en su guerra contra el grupo terrorista Hamas.
Es probable que los hallazgos refuercen el escepticismo generalizado sobre la toma de decisiones del ejército israelí. Los palestinos, los grupos de ayuda y las organizaciones de derechos humanos han acusado repetidamente a las fuerzas israelíes de disparar imprudentemente contra civiles durante todo el conflicto, una acusación que Israel niega.
“Es una tragedia”, dijo a los periodistas el portavoz del ejército, el contralmirante Daniel Hagari. “Es un evento grave del que somos responsables y no debería haber sucedido y nos aseguraremos de que no vuelva a suceder”.
Mientras aumenta la presión sobre Israel para que se haga responsable, Hagari y otros funcionarios compartieron el jueves por la noche con los periodistas los resultados de la investigación.
La rapidez de la investigación y el rápido castigo de cinco oficiales superiores fueron extremadamente inusuales. Estas investigaciones suelen ser lentas y en la mayoría de los casos finalizan sin que se presenten cargos. Los activistas de derechos humanos se han quejado durante mucho tiempo de que las fuerzas israelíes operan en un clima de impunidad.
Aún así, parecía poco probable que los castigos y las disculpas calmaran la creciente protesta internacional por la muerte de los trabajadores de World Central Kitchen o tranquilizaran a los grupos de ayuda internacionales de que era seguro reanudar las operaciones en Gaza, donde casi un tercio de la población está al borde de la muerte por inanición.
El ejército se negó a responder preguntas sobre si se habían producido violaciones similares de las reglas durante la guerra, en la que palestinos, trabajadores humanitarios y grupos de derechos internacionales han acusado repetidamente al ejército de atacar a civiles. Según la ONU 220 trabajadores humanitarios han muerto en el conflicto.
World Central Kitchen calificó la investigación y las acciones disciplinarias como “pasos importantes hacia adelante”, pero dijo que era necesario hacer más. “Sin un cambio sistémico, habrá más fracasos militares, más disculpas y más familias afligidas”, decía el comunicado, repitiendo el llamado a una investigación independiente.
El canciller de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo que era importante que Israel asumiera la responsabilidad y que Estados Unidos revisaría los hallazgos y buscaría “ver no sólo qué medidas se están tomando sino también los resultados”.
Los portavoces militares dijeron que, según las reglas de enfrentamiento del ejército israelí, los oficiales deben tener más de una razón para identificar a alguien como objetivo antes de que puedan ser atacados. Pero la investigación determinó que un coronel había autorizado la serie de ataques mortales con drones contra el convoy basándose en la observación de un mayor a partir de imágenes de las cámaras de los drones de que alguien en el convoy estaba armado.
Esa observación resultó ser falsa, dijeron funcionarios militares.
El ejército dijo que el coronel y el mayor fueron despedidos, mientras que otros tres oficiales fueron amonestados, el de mayor rango era el jefe del Comando Sur. Dijo que los resultados de su investigación fueron entregados al fiscal general del ejército, quien decidirá si los oficiales o cualquier otra persona involucrada en los asesinatos deben ser procesados. ■