El caso de Duarte en la embajada de Argentina
El de Jorge Glas no es el primer conflicto que provoca un ex funcionario de los gobiernos de Rafael Correa. La exministra de Transporte y Obras Públicas, María de los Ángeles Duarte, se refugió durante casi tres años en la embajada de Argentina en Quito para evadir una condena de ocho años por el caso Sobornos. En marzo de 2023, la mujer escapó aparentemente con ayuda de los diplomáticos argentinos y se refugio en Caracas.
Gobernaba el país el presidente Guillermo Lasso que reaccionó con irritación sosteniendo que la mujer estaba bajo acusaciones de corrupción y no era una perseguida política. De inmediato declaró persona non grata al embajador argentino de entonces en Quito, Gabriel Fuks. Y llamo a consultas a su representante en Buenos Aires.
De acuerdo a la Fiscalía, Duarte formó parte de una organización para cobrar coimas por alrededor de 7,3 millones de dólares, que entregaban los contratistas de obras públicas para que acepten sus ofertas. Fue condenada junto a una veintena de personas, por cohecho en ese caso conocido como “sobornos 2012-2016” que investigó que los fondos de los retornos se dirigían a financiar al partido Alianza País de Correa. Son las mismas causas que involucran a Glas.
En 2020 Duarte ingresó a la embajada argentina en Quito, donde fue calificada como “huésped” hasta que se le concedió asilo diplomático en diciembre de 2022.
En septiembre de 2020, la apelación a la justicia que había presentado junto a otros acusados, fue desestimada y la condena de Duarte se confirmó. De no haber sido enviada a la embajada, la exministra habría cumplido su condena en una de las cárceles del país.
Gobernaba en aquel momento Lenin Moreno, un aliado de Correa que rompió con el ex presidente y fue parte de las denuncias de múltiples delitos de corrupción cometidos durante los dos gobiernos del correismo. Su vicepresidente era precisamente Jorge Glas, a quien destituyó en una votación en el Parlamento en enero de 2018, y abrió el camino para las causas judiciales que lo llevaron primero a la cárcel y luego a refugiarse en la embajada de México. ■