Irán amenaza a embajadas de Israel por el ataque a su consulado en Siria
“Ninguna de las embajadas está a salvo”, afirmó un alto asesor del líder supremo iraní. Se suma a una advertencia del jefe del Estado Mayor. Alcances y límites de una eventual represalia persa.
El reciente ataque al consulado de Teherán en la capital de Siria cruzó una línea roja para el régimen de los ayatollahs. Desde entonces, agencias de inteligencia y diplomáticos occidentales están en alerta por una eventual réplica contra Israel, señalado como autor del bombardeo del último lunes que mató a dos generales de élite entre doce víctimas fatales. Ayer, un alto asesor militar iraní advirtió a los isralíes que ninguna de sus embajadas estaba a salvo de una represalia.
Las declaraciones del general Rahim Safavi, asesor militar del líder supremo de Irán, el ayatollah Ali Jamenei, indicaron que el ataque a una misión diplomática en Siria podría recibir una respuesta similar. Israel no ha reconocido directamente su participación.
“Ninguna de las embajadas del régimen (israelí) está ya a salvo”, dijo Safavi. Habló en un acto en Teherán en honor de los generales muertos en el ataque.
Las amenazas del alto comandante se suman a las proferidas un día antes, el sábado, cuando Mohammad Bagheri, jefe del Estado Mayor Conjunto de Irán, dijo a los dolientes reunidos en el funeral del general Mohammad Reza Zahdi que Irán decidirá cuándo y cómo organizar una “operación” para vengarse. Zahdi fue el jefe de mayor rango asesinado en el ataque del lunes en Damasco, cuando tres misiles arrasaron el consulado que flanqueaba la embajada persa.
“El momento, el tipo y el plan de la operación los decidiremos nosotros, de una manera que haga que Israel se arrepienta de lo que hizo”, aseguró el alto jefe militar. “Esto definitivamente se hará”, agregó.
Técnicamente, el golpe al consulado fue un ataque a suelo iraní. El bombardeo fue una escalada significativa en una guerra en la sombra de larga data entre los dos archienemigos e Israel se ha estado preparando para una respuesta iraní. Doce personas murieron en Damasco: siete miembros de la Guardia Revolucionaria, cuatro sirios y un integrante de Hezbollah.
Las tensiones han estallado en el contexto de la guerra entre Israel y Hamas, que ayer cumplió seis meses, y alimentan los temores de un conflicto regional más amplio. El grupo terrorista Hamas es uno de los representantes de Irán, junto con la milicia Hezbollah del Líbano y los hutíes de Yemen.
Desde el inicio de la guerra, Israel y sus aliados de Occidente temen una réplica iraní. Pero esa respuesta tiene varios problemas para materializarse, en especial desde el momento en que -según expertos y diplomáticos- Irán no está interesado en un conflicto a gran escala con Israel, que arrastraría incluso a Estados Unidos.
A eso se suman los problemas internos en Irán, cuyo régimen enfrenta un fuerte malestar visible en protestas callejeras desde la muerte en custodia policial en 2023 de la joven Mahsa Amini, detenida por el uso inapropiado de su velo.
En virtud de esos condicionantes, los grupos satélites de Irán hasta ahora han efectuado golpes de alcance limitado contra Israel, como los de Hezbollah en Líbano y los hutíes en Yemen. El objetivo del poder teocrático persa parece ser contentar a los sectores más duros del régimen, pero sin excederse.
Otro asunto vital es la parafernalia defensiva de Israel sobre su territorio que complica la posibilidad de un golpe directo. Al mismo tiempo, tampoco está claro que Irán cuente ahora con una capacidad operativa suficiente para realizar un atentado en un tercer país para afectar intereses israelíes. En este rubro caen ataques como los de Argentina contra la embajada (1992) y la AMIA (1994).
Pero, según analistas y diplomáticos, estos condicionantes no evitan, sin embargo, la necesidad de tomar en serio las amenazas lanzadas por dos de las figuras militares de mayor peso en Teherán. El poder iraní no es homogéneo. En el pasado, grupos marginales han pasado a la acción, violando las prevenciones de sus cúpulas.■