La nominación de Lijo a la Corte abre otra interna en la UCR y la especulación del valor de sus votos
Los radicales se mantienen en silencio, a la espera de la definición de qué hará el peronismo. El juez federal genera rechazo en un sector del partido.
Las postulaciones de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla para la Corte Suprema no generan hasta el momento posiciones unificadas en ninguno de los principales espacios políticos -ni siquiera en el oficialismo- con representación en el Senado. En el radicalismo predomina el silencio, a la espera de una definición del peronismo ante la sospecha de un acuerdo, mientras asoma una discusión interna en torno a la controvertida nominación del juez federal.
En un proceso de reacomodamiento luego del último turno electoral, en el que creció en gobernaciones -sumó Santa Fe y Chacopero por segunda vez consecutiva no llevó candidato a presidente y se achicaron sus bloques de diputados y senadores, los referentes de la UCR mostraron posturas divergentes en torno a la gestión de Javier Milei y en temas puntuales, como la votación por el mega DNU en la Cámara alta.
En el caso de los nominados para la Corte no hubo pronunciamiento en conjunto del partido y a cuentagotas se expresaron los gobernadores y las espadas parlamentarias. En ambos campamentos aseguran que desde el Poder Ejecutivo no iniciaron negociaciones ni los contactaron para sondear las posiciones.
Con el pretexto de que el trámite parlamentario en el Senado se pondrá en marcha recién en mayo, los radicales dejan en suspenso un eventual aval a los elegidos por Milei con la mirada en el peronismo. Habrá un escenario para que avancen las postulaciones en caso de un acuerdo con Unión por la Patria y de lo contrario otro complementamente distinto, con mayor peso para los 13 senadores de la UCR, de acuerdo con el análisis de los referentes del partido.
“Por ahora nadie del Gobierno nos habló y nadie dice demasiado porque primero tiene que hablar el peronismo. Si ellos acompañan, ya está”, descontó un senador radical, de los que sospecha de un entendimiento entre el Gobierno y sectores del PJ. Con 33 integrantes, el apoyo de Unión por la Patria sería fundamental para que el oficialismo se acerque a dos tercios requeridos para la aprobación de los pliegos. Si hay asistencia perfecta en el recinto, necesitará 48 votos.
Con cautela y diferencias en casi todo el arco político -sólo la Coalición Cívica salió de inmediato a cuestionar con dureza a Lijo-, el panorama es incierto y provoca preplejidad en el Congreso. Mauricio Macri rechaza la postulación de Lijo, aunque Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta podrían empujarla en silencio. La Libertad Avanza apenas cuenta con 7 senadores, y uno de ellos -el formoseño Francisco Paoltroni- la consideró de “altísimo riesgo para el país”.
La falta de un liderazgo claro en el peronismo también genera un obstáculo extra para el Gobierno, aunque en el radicalismo consideran que una negociación con Cristina Kirchner y los gobernadores abriría la llave para el aval de la gran mayoría de los 33 senadores de Unión por la Patria.
En ese caso, además de repercutir en el valor de los votos de la
UCR, tanto los gobernadores como las espadas parlamentarias prefieren moverse con prudencia para evitar “enemistarse” con los posibles miembros del máximo Tribunal en las próximas décadas.
En privado, los correligionarios coinciden en la percepción de que será difícil para el Gobierno conseguir la aprobación de ambos -consideran probable que termine ingresando una mujer, más allá de que la Casa Rosada en principio se mostró cerrada a negociar-, aunque surgen divergencias en cuanto a las posibilidades de cada uno.
Una parte de los gobernadores y legisladores transmitieron su rechazo a la candidatura de Lijo. “Esta conformación de la Corte ha sido un freno al kirchnerismo, los antecedentes de Lijo generan muchas dudas”, advirtieron cerca del mendocino Alfredo Cornejo, más contemplativo con García-Mansilla. El senador Pablo Blanco ya adelantó que no avalará al juez federal.
El correntino Gustavo Valdés, en cambio, declaró que el Presidente tiene la facultad de designar a los miembros de la Corte y transmitió que estima más probable el avance del pliego de Lijo que el de García-Mansilla. Martín Lousteau, titular el Comité Nacional, esquivó una definición. En una reunión de la mesa partidaria abordaron ayer el tema y mantuvieron el silencio, con el argumento de que no arrancó el proceso y el anuncio podría quedar trunco como ya sucedió otras veces.w
En el radicalismo dicen que la Rosada no sondeó sus posiciones.