El crimen de Fabián Gutiérrez: investigarán un encubrimiento
El cuerpo sin vida del secretario de Cristina Kirchner fue levantado para moverlo 40 metros hasta donde lo encontraron, y los condenados no fueron.
Después de que la Cámara Criminal de Santa Cruz condenó a prisión perpetua a los tres jóvenes que tras largas horas de tortura asesinaron a Fabián Gutiérrez, se ordenó el inicio de otra investigación por el delito de encubrimiento.
Tras el juicio oral, las querellas y la fiscalía sostuvieron la posible participación de terceros en el ocultamiento del cuerpo del ex secretario privado de Cristina Kirchner.
Ahora la justicia santacruceña deberá ir tras una nueva pista: la posible participación de otras personas en elmomento en que Facundo Zaeta, Facundo Gómez y Pedro Monzón buscaron ocultar el cuerpo de Gutiérrez.
El raid delictivo que les significó a los tres jóvenes una sentencia a prisión perpetua comenzó el jueves 2 de julio de 2020, a las 19.30. Lo que no imaginó Fabián Gutiérrez es que las próximas serían sus últimas horas con vida. Las pericias practicadas estimaron que el homicidio se habría cometido antes de las 23. Como habían acordado, el ex secretario buscó a Facundo Zaeta por su casa en su camioneta Amarok, la misma que horas después sería utilizada para trasladar su cuerpo ya sin vida. Se dirigieron a la vivienda a la que él se había mudado hacía tan sólo 24 horas. Es una de las 36 propiedades que la justicia federal determinó que había comprado con dinero ilícito, proveniente de la corrupción.
Ingresaron a la casa de dos plantas. Facundo Zaeta ya tenía todo decidido: querían robarle dinero que a su entender Gutiérrez tenía guardado. En esa propiedad, Facundo Zaeta logró reducir al ex secretario “y le vendó los ojos para después llamar a Gómez” para que vaya junto a su “persona de confianza” y así puedan entre los tres “llevar adelante el hecho acordado”.
Después de la brutal tortura y el asesinato del colaborador íntimo de Cristina Kirchner, los tres jóvenes se dispusieron a cumplir con la siguiente etapa del plan: ocultar
el cuerpo. A la medianoche, las cámaras públicas filmaron a su camioneta, manejada por los asesinnos. Estaban trasladando el cuerpo envuelto en una alfombra y creyeron que aún vivía porque escuchaban ruidos en la caja del vehículo. El ex secretario quedó reducido, maniatado y, pasadas las 22 ya estaba bastante golpeado.
En la cabaña la violencia no cesó. Monzón dijo que allí también
le propinaron “puñaladas, ya el cuerpo no se movía, todo era muy sangriento”. Dejaron caer una piedra sobre la cabeza y después siguieron golpes “con un palo de escoba en la cara” de Gutiérrez, que ya tenía varios minutos sin vida.
Es en esta etapa en la que la justicia sospecha que intervinieron otras personas. Pedro Monzón le indicó al juez que el cuerpo se encontraba en el baño de la cabaña. Sin embargo, cuando la policía llegó estaba allí, sino a más de 40 metros, semienterrado bajo un árbol.
¿Pudo alguien ayudarlos cuando habían abandonado la cabaña? Después del asesinato, Zaeta y Gómez se fueron al domicilio del primero para cambiarse y a la mañana siguiente fueron detenidos, “con lo cual es improbable que hayan sido ellos los que movieron el cuerpo, entonces alguien lo trasladó”, dicen fuentes judiciales a Clarín.
La sospecha se sitúa en esa cabaña: mientras los tres jóvenes habían abandonado el lugar, con el cuerpo de Fabián Gutiérrez arrojado en el baño, otras personas lo movieron hasta el patio de la propiedad recorriendo unos 40 metros de distancia. “La sospecha es que son dos personas. Gutiérrez pesaba 92 kilos y para esa hora el cuerpo ya se encontraba rígido propio de las horas que llevaba sin vida, y eso complicaba su traslado”, explicaron fuentes del caso.
Otro dato es que en ese recorrido del baño de la cabaña hasta el fondo del patio “no había huellas de arrastre, siendo que aquella noche había nieve”, se detalló. Sin dejar de lado que para esa época “el suelo se encontraba muy duro por las bajas temperaturas y si bien el pozo no era profundo, se trabajó con herramientas, corroborando la participación de otras personas”.
La querella en representación de la madre y la hermana de Gutiérrez planteó otra hipótesis durante el juicio: “En la casa donde lo torturaron y mataron, se encontró la marca de otra zapatilla que no se corresponde con las de los tres asesinos ni con la de Gutiérrez, lo que nos indica que hubo otra persona durante el homicidio o bien después, cuando limpiaron el lugar”, razonó el abogado Levin Dumenes.
En la casa del crimen se halló la huella de otra zapatilla.