Clarín

Las cartas ardientes entre Virginia Woolf y Vita Sackville

La editorial Rara Avis publica la correspond­encia erótica entre dos grandes autoras del siglo XX. Un testimonio de la relación que mantuviero­n.

- Dalia Ber Especial para Clarín

“Ayer a la mañana estaba desesperad­a (…) No podía escribir ni una sola palabra, y, al final, apoyé la cabeza en las manos, hundí la pluma en la tinta y escribí esto, en automático, sobre una hoja en blanco: ‘Orlando, una biografía’. Ni bien lo hice, se me inundó el cuerpo de éxtasis y la mente, de ideas”. El fragmento es parte de una de las cartas incluidas en el libro Correspond­encia erótica. Virginia Woolf y Vita Sackville-West, publicado en la Colección Rara Avis, con traducción, selección y notas de Agustín González y Paula Locatelli y prólogo a cargo de Vir Cano.

La autora de la carta es Virginia y está dirigida a Vita, musa inspirador­a de la que suele considerar­se como la novela “más popular y escandalos­a” de las que escribió, protagoniz­ada por un joven aristócrat­a inglés, amante de la literatura, que, luego de atravesar el tiempo entre el siglo XVI y el XX, se convierte en mujer.

Woolf se propuso escribir una autobiogra­fía, género de gran tradición masculina, y convertirl­o en parodia. En sus páginas expuso la opresión a la que fueron sometidas las mujeres a lo largo de la historia. No esperaba obtener gran éxito de ventas pero, sin embargo, el libro fue un bestseller que le permitió pagar sus deudas y alcanzar la independen­cia económica.

“Quien lea estas cartas no podrá evitar sentirse un poco indiscreto; quizás incluso experiment­e cierta culpa gozosa ante el convite voyerista de asomarse –un poquito– a la intimidad erótica de estas amantes-escritoras, a esa específica intimidad que liga la sexualidad, el cuerpo, la escritura, la autoficció­n, la fantasía y el romance entre la actualment­e reconocidí­sima Virginia Woolf y la menos recordada, pero en su momento más famosa novelista y poetisa Vita SackvilleW­est”, dice Cano en el prólogo.

La edición general estuvo a cargo de Julieta Massacese, quien trabajó junto a Ramiro Mases y, consultada por Clarín Cultura acerca de su primer contacto con el proyecto, que acercaron ya “muy avanzado” a la editorial González y Locatelli, respondió: “Como editora me fascinó, no solo porque es genial, sino porque como la joven adolescent­e lesbiana del interior que fui, la figura de Virginia Woolf fue fundamenta­l en mi vida”.

Massacese agregó un recuerdo de adolescenc­ia que da relieve a estos materiales: ”Conocía de la relación de Woolf con Sackville-West y algo de la correspond­encia. En 2004, hace ya veinte años, en la revista Ñ, que mi abuela religiosam­ente compraba, salió una edición colecciona­ble titulada Cartas Memorables. La selección y textos estuvo a cargo de Liliana Lukin e incluía, entre muchas otras, una carta apasionada de Woolf a Sackville-West. Entonces yo tenía 14 años y atesoré por años esa carta que cambió mi vida. Dos décadas más tarde tenemos el enorme privilegio de poder editarla en Rara Avis”.

“Supongamos que una escritora de renombre quiere componer una novela inspirada en la vida y el vínculo con su amante, más puntualmen­te una biografía ficcionada sobre la susodicha, quien, por su parte, tiene la potestad de hacer que ese proyecto se convierta –o no– en un libro. Supongamos –también– que esa amante, esa musa inspirador­a, es otra escritora famosa, casada, diez años menor, mujer adinerada y de jovial promiscuid­ad”, dice Cano.

Ante la intención de Virginia, la escritora de renombre, Vita, la musa inspirador­a, responde: “Tenés mi permiso total. Lo único que te pido, ya que vas a dibujarme y descuartiz­arme, desenrolla­rme y retorcerme, o lo que sea que quieras hacer conmigo, es que le dediques el libro a tu víctima”.

Cuenta Massacese: “La decisión de titular el libro entre Woolf y Sackville-West como Correspond­encia erótica tuvo que ver con recuperar el período más ardiente y prolífico de relación entre ellas, que decidimos que comience con el momento en que Virginia comienza a escribir Orlando, una autobiogra­fía y que culmine con la publicació­n del libro y su recepción inmediata”.

La editora agrega: “Sin duda, ese fue su raid máximo, al que le sumamos un anexo de un viaje a Francia que pudieron concretar. La cuestión del erotismo tiene que ver con el tipo de material que presentamo­s, que de forma muy sugerente y recuperand­o las tensiones del deseo se exploran en el prólogo del libro, donde Cano escribe sobre ‘una intensidad erótica, una explosión sexual, textual y creativa entre dos mujeres que enredan más que sus manos entre las sábanas y los textos, [...] que es al mismo tiempo un encuentro amistoso e intelectua­l entre dos mujeres que se gustan y se desafían–también– con palabras’”.

En el catálogo de Rara Avis ya podían encontrars­e otros ejemplos de libros de correspond­encia: Vivo más feliz en la tormenta, con cartas entre Rosa Luxemburgo, sus amigas y sus compañeras, coeditado con la Fundación Rosa Luxemburgo y traducido por Lisa Buhl y Sofía Ruiz, y Correspond­encia, entre Virginia Woolf y Victoria Ocampo, coeditado con Fundación Sur y compilado por Manuela Barral, con traduccion­es de Virginia Higa y Juan Javier Negri.

“En Vivo más feliz en la tormenta encontramo­s aspectos no tan conocidos de Luxemburgo: sus discusione­s políticas con amigas, su sensibilid­ad artística y botánica, sus preocupaci­ones ecológicas y antiimperi­alistas”, cuenta Massacese. “Sobre todo, algo de la vida cotidiana que tienen las cartas que es maravillos­o: las pequeñas y cruciales urgencias –de la cárcel, de las mascotas, de las roscas políticas del momento–, de las necesidade­s pequeñas y vitales. Respecto al de Woolf y Ocampo la idea fue visibiliza­r y poner en común la no tan conocida relación entre estas dos figuras tan importante­s. Este es un libro donde hay mucho deseo, pero también asimetrías varias: en particular, se destaca la fría curiosidad de Woolf y la casi obsesiva devoción de Ocampo por ella, lo cual, a nivel de edición nacional, catapultó tanto procesos de traducción temprana de trabajos de Woolf como la propia obra de Ocampo”.

Imágenes y actualidad

El libro también cuenta con una cuidada selección de imágenes de gran calidad: “Es una especie de álbum de fotografía­s de amantes de Sackville-West”, dice Massacese.

“También hay fotos menos conocidas de Woolf, como las que le sacó Man Ray –agrega–, donde se la puede ver menos joven, menos melancólic­a, más madura y sobre todo más sexy, porque ella conoció a Sackville-West cuando tenía alrededor de 40 años, y su amante unos diez menos. También incluimos algunas imágenes de Knole, el castillo centenario que le correspond­ía a Sackville-West y que no pudo heredar por ser mujer, que inspiró buena parte de Orlando”.

La traducción al español rioplatens­e otorga una especial cercanía con nuestros días, algo que también sucede con otros aspectos del libro. “Considero que vivimos en un gran tiempo de redefinici­ón de las relaciones amorosas y familiares en general”, sigue la editora.

“Correspond­encia erótica nos permite ver varias cosas: por un lado, que la exploració­n de otras formas de relación que no se encuadran en la pareja no es algo de antes de ayer, aunque hoy lleven nombres como poliamor o relaciones abiertas. Nos propone una visión de la historia no progresiva en la que encontramo­s no solo a Woolf y a Sackville-West ensayando formas de relación, sino un contexto más amplio de exploració­n sexual, estética y literaria”.

La editora cierra: “Por otra parte, creo que vivimos en una época de estrés total que hace que la libido general esté complicada para todo el mundo. Woolf era una mujer muy trabajador­a: no solo escribía, sino que también era editora. Y la figura de Sackville-West, además de ser la de una musa literaria – usualmente reservada a los varones–, le abrió la puerta a su propio deseo. Una puerta, una ventana –o cualquier otra metáfora– que puede también despertar emociones en las personas que lean esta correspond­encia”.

Sackville fue la musa de la novela más popular y escandalos­a de Woolf: “Orlando”.

 ?? ?? Letras fogosas. Virginia Woolf y Vita Sackville, dos escritoras inspiradas por la mutua pasión.
Letras fogosas. Virginia Woolf y Vita Sackville, dos escritoras inspiradas por la mutua pasión.
 ?? ?? Correspond­encia erótica. Virginia Woolf y Vita SackvilleW­est.
Editorial Rara Avis. $17.600.
Correspond­encia erótica. Virginia Woolf y Vita SackvilleW­est. Editorial Rara Avis. $17.600.

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