La lucha de un cineasta, narrada en un documental desgarrador
“Hermanos, una historia de sangre”, de Carlos de Elía, cuenta el derrotero de Mariano Cohn por saber la verdad sobre la muerte de su hermano Alejandro.
Si un documental sirve para que el espectador tenga su propia experiencia emocional, la interpretación de la realidad que se ve en Hermanos, una historia de sangre (disponible en Flow) es un genérico del agobio y otro del dolor.
Alejandro tenía 35 años. Ingresó lúcido a un hospital y murió dos días después.
Por las dudas, sépanlo: de acá no se sale ileso.
Este trabajo es útil para entender que la justicia es una cuestión de fe. Trata sobre el director de El encargado, El ciudadano ilustre y Competencia oficial, Mariano Cohn, y la horrorosa muerte de Alejandro. El realizador lleva casi diez años tratando de saber cómo murió su único hermano.
Es la trama que busca desentrañar Carlos de Elía, el creador de TN e histórico director de noticias del viejo Canal 13, quien por por primera vez se pone detrás de cámara en un trabajo de 77 minutos que podría ser como un largo Telenoche Investiga.
El 27 de julio de 2015, Alejandro iba en su moto a jugar a la pelota con amigos. Empezó a sentirse mal. Era diabético. Lo ayudan una madre y su hija. Por protocolo, se traslada en ambulancia al Hospital Melchor Angel Posse de San Isidro, donde ingresa lúcido y por sus propios medios. A los dos días, Alejandro muere.
La familia recibe su cuerpo en un estado calamitoso: una traqueotomía mal hecha, incomprensibles fracturas y un diagnóstico de muerte cerebral.
En total hay nueve médicos acusados. El próximo martes se hará el juicio oral en los tribunales de San Isidro. En el “docuthriller” están las voces de padres, peritos, médicos y testigos de los hechos.
Cuando se conoce el final, lo único que queda es ir para atrás en el relato. Así, con viejas grabaciones caseras en VHS, podemos ver a los hermanos interactuando. Sabemos de Alejandro. Entendemos cómo era la familia Cohn antes de la tragedia. Abunda material de los años felices porque el papá de los chicos filmaba casi compulsivamente. Cualquier cosa. Todo.
Así comprendemos de dónde viene la también abundante vocación de Mariano, el socio creativo de Gastón Duprat, especie de Lennon y McCartney del cine argentilo no. “Ale, Ale, ¡saludá al abuelo...!”.
La constancia fílmica del papá de los hermanos, esa indudable capacidad de fijar testimonio, también hace que todo tenga más sentido: cumpleaños, vacaciones, paseos, viajes. Alejandro “era un dandy”, cuenta la escritora colombiana Margarita García Robayo. El hermano de Mariano vivía con su perro Paco y pasaba las madrugadas dibujando. Murió a los 35 años.
Es como una biografía involuntaria del director conocido que acá no sólo protagoniza, sino que pone detrás de cámara a De Elía, un realizador debutante en esto de la pantalla grande y las plataformas.
El resultado es de una naturalidad que abruma, donde el golpe bajo parece imposible de soslayar. Un bajón la historia. Sentís indignación, bronca. La sensación de fracaso inminente está ahí nomás.
Mariano busca honrar a su hermano Alejandro demostrando que su vida, fuera del set, es prácticamente un calvario. Un tipo furioso que no pierde la amabilidad y siempre tiene los pies sobre la tierra. Al parecer, es posible vivir así. Y en su caso lo hace llevando adelante una incansable búsqueda de justicia. Por fuera del éxito, de las entrevistas, de los proyectos, de los reconocimientos. O, quién sabe, gracias a todo esto.
El 2017, durante la ceremonia de los Premios Platino, celebrada en Madrid, Cohn y Duprat ganaron un premio por El ciudadano ilustre. Mariano, estatuilla en mano, usó ese micrófono para una dedicatoria con sabor a denuncia: “Mi hermano Alejandro fue víctima de un crimen impune en Argentina y es por eso que quiero dedicarle el premio. Muchas gracias”.
En un pasaje del documental, Cohn cuenta que habló con Gustavo Posse, ex intendente de San Isidro. Dice que el ex jefe comunal le habría propuesto resolver el tema en el fuero civil. “Yo quiero presos a los asesinos de mi hermano”, habría respondido el director.
Las voces de Antonio Banderas, Oscar Martínez, Luis Brandoni y Guillermo Francella van narrando los acontecimientos. No los vuelven más amenos.
Hermanos, una historia de sangre está disponible en Flow, y luego estará también en la plataforma Max, desde el martes 23. En TNT se transmitirá el viernes 26 a las 22.
Hay nueve médicos acusados. El martes empieza el juicio oral en San Isidro.