Washington asiste a Kiev con una ayuda financiera
El Departamento de Estado de EE.UU. autorizó ayer 138 millones de dólares en ventas militares al extranjero para Ucrania, con el objetivo de proporcionar reparaciones y refacciones a los sistemas de misiles de Kiev.
Al anunciar la medida, la Casa Blanca dijo que Ucrania necesita urgentemente apoyo de mantenimiento. El respaldo financiero se produce tras una ronda similar de 300 millones de dólares en apoyo de municiones que anunció el Pentágono el mes pasado. Los departamentos de Estado y Defensa han buscado formas de seguir brindando apoyo a Ucrania mientras un paquete de ayuda 60.000 millones de dólares para Kiev continúa estancado en el Congreso.
El HAWK es un sistema de misiles tierra-aire de alcance medio que proporciona defensa aérea, que es una de las principales reclamos de seguridad de Ucrania. “Ucrania tiene la urgente necesidad de aumentar sus capacidades para defenderse contra los ataques con misiles de Rusia y contra las capacidades aéreas de las fuerzas rusas”, dijo Washington. “Mantener y sostener el Sistema de Armas HAWK mejorará la capacidad de Ucrania para defender a su pueblo y proteger la infraestructura nacional crítica”, indicó.
En una audiencia realizada el martes en el Capitolio, el secretario de Defensa Lloyd Austin dijo que sin el apoyo, Estados Unidos se arriesga a que Ucrania caiga ante Rusia. “Ucrania importa, y el resultado del conflicto en Ucrania también tendrá implicaciones mundiales para nuestra seguridad nacional”, dijo Austin.
Si Kiev cae, ello podría poner en peligro a los vecinos de Ucrania de la zona del mar Báltico que son miembros de la OTAN, además de que puede arrastrar a las tropas estadounidenses a una prolongada guerra europea.
El último domingo, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, afirmó que su país perderá la guerra contra Rusia si el Congreso de Estados Unidos no aprueba un paquete de ayuda militar de 60.000 millones de dólares para repeler la invasión de las tropas de Moscú. “Sin el apoyo del Congreso va a ser difícil ganar o incluso sobrevivir” como país, insistió. ■