El dudoso buen gusto en las publicidades del prime time de la tele
De hemorroides a infecciones vaginales, un recorrido por los avisos que tienen más síntomas que glamour.
Piensen que están cenando con la tele prendida. Ahora piensen que se viene un aviso de hongos en las uñas de los pies. ¿Listo? Bueno, ahora imaginen que están comiendo y aparece una publicidad de hemorroides. Pegadita, otra de una suspensión oral contra la diarrea. ¡Buen provecho! Prime time es una expresión inglesa usada con frecuencia en el lenguaje de la radio y la televisión para designar la franja horaria de mayor audiencia. En nuestro país coincide con la hora de la mesa... y la nausea.
¿Vieron el de la chica que tiene “ardor”, “picazón” y pone cara de no sé cómo se llama esto qué me pasa? Es la cándida vaginal que tuvimos el placer de conocer en la tanda de Gran Hermano. Distraído, llegaste a pensar que hablaban de un personaje del Martín Fierro. Pues no: la cándida es una flora y fauna micótica que provoca irritación y te la cuentan por la tele como si fuera un resfrío. ¿Agradable, no? El zapping no te salva a esa hora. La hora de los laboratorios.
En el Top 3 de publicidades escatológicas está la de la pianista que toma Contractil por ese palpitar. Los 26 segundos que dura son para los "anales" de la historia comercial. “Sentía como un latido en el ano”, dice. En fin, “piano de cola” diría Martha Argerich.
Mira a cámara. Te suena la cara. ¿No es la ex de Del Potro? "Soy Sofi Jujuy y tengo una infección vaginal". Buen CV. Parece que la crema, como dice el eslogan, es para las chicas que van de frente.
Es una ola de publicidades que produce tirria viral en redes sociapúblico
les. “La puta que te parió, Caladryl!!" "¿Tenían que hacer una publicidad tan repugnante?” “¿Qué pasa que últimamente hay un montón de avisos asquerosos?”. Llega la tanda de Gran hermano -el segundo mas caro del aire, en el corte más largo actualmente- y es un mal momento para ser hipocondríaco. Imaginemos a Woody Allen: ¿Que hay de comer? “Ravioles con toallitas menstruales y salsa de hongos vaginales en encías sangrantes”.
Conclusión preliminar: el prime time debe estar dominado por un femenino. Ocho de cada diez publicidades son de cosas para mujeres: yogurt bajas calorías, flujo e inconvenientes menstruales, etcétera. Aparato digestivo tenemos todos.
Hace cosas de dos meses fue un hit viral (y vital) el cachondeo artrósico de Graciela Alfano. La interminable femme fatale atraviesa la séptima década pidiendo "el salto de tigre" en un comercial de alta rotación, dirigido por Ariel Winograd, el mismo de la serie de Guillermo Coppola. Comparado con la carga pirotécnica de Agarol, lo de Infiltrex es una de cine francés.
Ademas, el dudoso buen gusto con caras conocidas, como dijo un publicitario conocido, "humaniza", permite pensar que si Graciela Alfano tiene un novio con problemas de cadera, el aumento de las prepagas no es tan grave. O el modelo Hernán Drago con sus venas inflamadas. Qué suerte, ¡no sos el único! Un montón de famosos tienen hemorroides.
Zoom a la endoscopía que nos muestra un lobo marino en pleno viaje submarino. “Es caca, no es un lobo marino”. Ah. La vulgaridad se volvió moderna. Es como hablar de Only Fans o de un soneto de María Becerra. El ginecólogo de Cándida Vaginal Evacare da medio chongo. ¿Actuaba en Pasión de Gavilanes? Otra: “Es frustrante querer ir al baño y no poder”, pucherea la chica. En el aviso aparece sentada sobre la “O” de Agarol. ¿La letra sería el inodoro?
Esa marca tuvo una insólita polémica de género cuando lanzó un laxante para “tener la panza chata”. La publicidad fue señalada por “violencias simbólicas” y “estereotipos de género”. Un purgante reproduciendo estereotipos de belleza hegemónica. En fin.w