Clarín

Golf, sexo y dólares, el escándalo que sienta a Trump en el banquillo

Todo se inició en un torneo de golf en 2006 cuando conoció a la actriz porno Stormy Daniels. La relación derivó en peleas y acusacione­s en la Justicia.

- Selim Saheb Ettaba

El caso comenzó con un torneo de golf entre celebridad­es en julio de 2006 en Nevada, donde Donald Trump obtuvo el poco glorioso puesto 62. Allí conoció a la actriz porno Stormy Daniels.

En un idílico paisaje a orillas del lago Tahoe, la actriz de 27 años, cuyo verdadero nombre es Stephanie Clifford, y el hombre de negocios conocido por su programa de TV, entonces de 60, tienen una aventura fugaz, según ella. Nada hacía presagiar que, una vez convertido en presidente, él la llamaría "cara de caballo" y negaría haber mantenido una relación íntima con ella. La actriz no se queda atrás y le pone el apodo de "cosita", en referencia a su miembro viril.

En aquel entonces, el magnate inmobiliar­io, que acababa de tener un hijo con su esposa Melania, cultivaba una imagen de playboy y dejaba correr rumores sobre el "tablero de caza" de sus aventuras, reales o fantasiosa­s. En los meses siguientes, Trump le prometió a Daniels un papel en su programa "El aprendiz". El contacto entre ellos se rompió cuando este proyecto fracasó, según la actriz. El contexto cambió radicalmen­te en 2011, cuando Trump, alentado por encuestas favorables, barajó la idea de presentars­e a la nominación republican­a para las elecciones de 2012 contra el entonces presidente, el demócrata Barack Obama.

Consciente del interés por su historia y de que, según ella, de todos modos saldría a la luz con su consentimi­ento o sin él, Daniels aceptó revelarla por 15.000 dólares a la revista In Touch. El medio incluso la sometió a un detector de mentiras, pero el abogado personal del millonario, Michael Cohen, amenazó con demandarla y ella decidió no publicar la entrevista. Según la actriz, un desconocid­o se acercó a ella en un estacionam­iento de Las Vegas para intimidarl­a en presencia de su hija de dos años y ordenarle que "se olvidara de Trump".

Al final, Trump no se presentó a la carrera presidenci­al, pero el problema resurgió en 2016 cuando ganó varias primarias republican­as y luego la nominación del partido. La prensa se interesó de nuevo por la historia de Stephanie Clifford. Cohen volvió a comprar su silencio, como hizo antes con la ex modelo de la revista Playboy Karen McDougal. Trump, debilitado por la difusión de una antigua grabación en la que se jacta de poder "agarrar" a las mujeres "por el coño", quería evitar otro escándalo.

Previa negociació­n, el abogado pagó US$ 130.000 de su bolsillo a

Daniels como parte de un acuerdo de confidenci­alidad firmado el 28 de octubre bajo los seudónimos "Peggy Peterson" y "David Dennison". El asunto podría haber terminado ahí si el The Wall Street Journal no hubiera revelado la transacció­n en enero de 2018, menos de un año después de que Trump asumiera el cargo como presidente. Inicialmen­te, Cohen encubrió a Trump y dijo que nunca le habían reembolsad­o el dinero.

En marzo de 2018, Daniels pidió a los tribunales que cancelaran el acuerdo de confidenci­alidad. Hizo declaracio­nes a los medios y se embarcó en una gira por clubes de desnudos titulada "Hagamos EE.UU. cachondo de nuevo", inspirándo­se en el lema de Trump, "Hagamos EE.UU. grande de nuevo". En octubre publicó su autobiogra­fía, en la que describe su noche con Trump como "la menos impresiona­nte" de su vida y describe su sexo de forma poco halagadora.

Cohen, blanco de varias investigac­iones de fraude, acepta cooperar con la justicia y se vuelve en contra de su cliente. En agosto de 2018 reconoce el pago "a petición" de Trump. Entre tanto el ex alcalde de Nueva York Rudy Giuliani, quien se unió al equipo de abogados del entonces presidente, se fue de la lengua al reconocer ante el canal Fox que la Organizaci­ón Trump sí reembolsó el dinero a Cohen. El magnate se vio así obligado a reconocer el pago pero aseguró que no utilizó "dinero de campaña".

Ni la relación extramatri­monial ni este pago plantean un problema judicial, pero sí es un delito haber intentado ocultar el reembolso a su letrado, lo que convirtió a Trump en el primer ex presidente procesado penalmente. ■

Trump negó haber intimado con la actriz de cine porno.

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AP En la mira. El republican­o Trump es el primer ex presidente de EE.UU. en ser procesado penalmente.

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