La ANMAT analiza pasar a venta libre 22 remedios que hoy se venden bajo receta
Lo hace a pedido del Gobierno, que busca ampliar la competencia. Hay desde complejos vitamínicos hasta cremas antialérgicas y suplementos dietarios.
El 21 de marzo, el Ministerio de Salud de la Nación “invitó” a la ANMAT a hacer lo que no suele hacer: pasar al rótulo de venta libre medicamentos que se venden bajo receta, pero cumplen una serie de requisitos protocolizados. Para concretar el pedido, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica dio a conocer esta semana una lista de 22 fármacos que pondrán bajo evaluación.
Todo apareció publicado en la resolución oficial de ANMAT 3228/2024. Allí el organismo se hizo cargo del pedido que le había hecho el Ministerio, en parte para emprolijar una cuestión desatendida, según Salud, ya que existen varios remedios que por tal laboratorio se venden con receta, mientras que en la presentación de otras marcas tienen aprobada la venta libre.
Seguramente también haya habido pedidos en esta línea desde otros sectores, como alguna obra social o prepaga que esté pujando para dejar de cubrir al 40% determinados productos particularmente caros, o sectores que busquen impulsar la venta libre en general, luego de que el Gobierno abriera la opción de vender fármacos por fuera de las farmacias.
Con respecto a los laboratorios, uno podría a priori pensar que el switch hacia la venta libre los beneficia, ya que pueden hacer publicidad y vender más. Esto, que fuentes del sector confirman, convive con otras voces, según las cuales a los laboratorios tampoco les simpatiza mucho que el Gobierno (a través de la ANMAT) les imponga cómo deben rotular sus productos.
En cualquier caso, lo importante es que -circula en el sector- los técnicos de la ANMAT no estarían tan cómodos en la posición en la que los puso el Gobierno.
No solo nunca impulsan ellos mismos el switch de medicamentos sino que, cuando los laboratorios lo solicitan, suelen rechazar los pedidos. “En parte es por principistas, porque temen equivocarse”, opinó una fuente relacionada a este tema, en alusión al temor de los técnicos de promover el sobreuso y la automedicación en la población.
Un ejemplo emblemático de esos rechazos es una auténtica nota de color. Uno de los medicamentos que desde los laboratorios hace años quieren pasar a la venta libre se basa en un principio activo llamado orlistat. Varias aclaraciones: por un lado, es un compuesto que promete bajar de peso; por otro, es carísimo, ya que la presentación más económica ronda los 35.000 pesos (30 cápsulas de 60 miligramos) y llega hasta los 130.000 pesos (60 cápsulas de 120 mg.).
Además, hay que decir que la EMA, el organismo europeo comparable a la ANMAT, aceptó el switch de este fármaco en 2008. La ANMAT siempre lo rechazó.
Según trascendidos, hace más de una década hubo calurosos intercambios en la puja del laboratorio por “convertir” el medicamento hacia la venta libre. ¿Por qué se oponía la ANMAT? Porque quienes consumen este producto, aparentemente sufren una mayúscula necesidad de ir al baño. Como tomar este medicamento exige estar casi literalmente al lado de un baño, circula que la ANMAT prácticamente sugirió colocar en el packaging la recomendación, de utilizar ropa negra al momento de la toma.
Entre los 22 fármacos, la variedad de compuestos es grande. Hay algunos que tienen tanto presentación de uso tópico, cremas que en algunos casos sería lógico pasar a la venta libre, como otros de uso oral, lo que ya es más polémico por el riesgo de automedicación.
En la lista hay remedios con efecto vitamínico, para el tratamiento de herpes, cremas antialérgicas, cremas con corticoides, suplementos dietarios, analgésicos, antifúngicos tópicos, laxantes, remedios para las várices, para la vejiga “hiperactiva”, remedios para la acidez y para la disfunción eréctil.
En el sector se descuenta que la ANMAT puso a cargo de la revisión a “grupos terapéuticos según la Clasificación ATC (Anatomical, Therapeutic, Chemical classification system) determinada por la OMS ”, citando la resolución, con el mero objetivo de cumplir con el pedido ministerial. Es decir que difícilmente aprueben la conversión para los 22 fármacos, más allá de que cumplan con los requerimientos.
Esto es, que a través de la permanencia en el mercado bajo la venta bajo receta, hayan probado, durante al menos 5 años, no generar efectos adversos graves, como podría ser generar dependencia.
Un farmacólogo experto en estos temas que hablo con Clarín miró con cautela varios nombres de la lista: "Están incluidas vitaminas hidrosolubles que pueden dar toxicidad por acumulación. No son de eliminación por orina".
También miró con preocupación que haya drogas de uso tópico, pero con corticoides y antibióticos, como así también el antiviral aciclovir y el tadalafilo, del que dijo: "Puede tener efectos adversos e interacciones importantes".
Desde la ANMAT, en diálogo con Clarín, dieron pocas precisiones. Afirmaron que “se van a revisar esos 22, por lo cual no hay un detalle de cuántos quedarán finalmente”, y negaron que haya una imposición desde el Ministerio de Salud.
Como se comentó, en el sector farma hay quienes opinan que si un fármaco pasa de la venta bajo receta a la dispensa libre, debería bajar su precio, ya que podrá publicitarse y venderse más. Pero dado que esto está lejos de ser una certeza, a priori podría preocupar, en especial a quienes aprovechan los descuentos de medicamentos por obra social o prepaga.
En cuanto al PAMI, se pudo confirmar que 8 medicamentos de la lista de 22 tienen cobertura al 100% por la obra social de los jubilados. ¿Podrían esos fármacos dejar de ser gratuitos para ellos? Una fuente del PAMI dijo que no. Aseguró que cuando firmaron el nuevo convenio con laboratorios acordaron mantener el mismo vademécum vigente hasta entonces, con la misma cantidad de principios activos. Pero, claro, solo por ocho meses.w
Se tendrá en cuenta que no produzcan efectos colaterales.