Djokovic hizo historia otra vez y Sinner tuvo que sufrir ante Rune
En Montecarlo, el serbio llegó al record de 77 semifinales de Masters 1000. El danés llevó al italiano a tres sets.
A ambos les falta sólo un escollo para jugar la final perfecta entre los dos mejores tenistas del mundo. Novak Djokovic y Jannik Sinner sufrieron ayer pero se clasificaron a las semifinales del Masters 1000 de Montecarlo, por primera vez desde su título en 2015 en el caso del serbio, y por segunda consecutiva en el del italiano.
“Una victoria es una victoria y estoy contento de haberme clasificado”, celebró Djokovic tras su triunfo ante el australiano Alex de Minaur por 7-5 y 6-4.
“Ninguno jugó a un buen nivel y ello le dio paso a la batalla física”, explicó la leyenda de 36 años.
Las estadísticas confirman su análisis: Djokovic cometió 26 errores no forzados y 13 winners mientras De Minaur contabilizó 28 y 19, respectivamente.
De los diez games disputados en el segundo set, en siete hubo quiebres. Djokovic conservó su saque dos veces y De Minaur, sólo una. Al promediar ese parcial el ganador pareció sufrir físicamente, especialmente por el calor. Pero supo aguantar.
Con la victoria se apuntó un record solitario: disputará hoy su 77ª semifinal de un Masters 1000, una más que Rafael Nadal. Ya ostenta el record de títulos (40) y finales (58) en esa categoría de torneos.
Campeón en 2013 y 2015, Djokovic desde ese último título no había superado los cuartos de final en Montecarlo alcanzados en dos ocasiones (2017 y 2019).
Ahora enfrentará al noruego Casper Ruud., quien finalizó con la aventura del francés Ugo Humbert con un 6-3, 4-6, 6-1.
En la parte baja del cuadro Jannik Sinner se vio complicado por Holger Rune, pero terminó imponiéndose por 6-4, 6-7 (6-8) y 6-3. “Nunca es fácil enfrentar a Holger así que estoy contento por haber ganado, pero sobre todo por haber elevado un poco mi nivel de juego”, se felicitó el vencedor.
El año pasado el danés lo había derrotado en las semifinales. Ahora Sinner confirmó que es el hombre a suoperar desde el principio de la temporada tras firmar su 25ª victoria en 26 partidos.
Pero a punto estuvo Rune de frenar a Sinner. Hasta ahora el vencedor se había deshecho sin piedad
Ya ostenta el record de títulos (40) y finales (58) en esa categoría de torneos.
de sus rivales con potentes golpes desde el fondo de la cancha para anular cualquier intento del adversario, pero contra Rune, Sinner pareció haberse quedado sin pimienta.
Tras ganar el primer set con un quiebre en el quinto game, en dos ocasiones en el segundo se puso 40- con el saque de Rune, pero en ambas no tuvo la iniciativa y le permitió encadenar cinco puntos para mantener su servicio.
En el 5-5, Rune se puso la careta de niño terrible con la que se enfrentó a los espectadores. Luego de ser advertido por superar el tiempo antes de sacar, recibió algunos silbidos e hizo gestos con la mano para que se callaran; ello sólo aumentó el número y el volumen de los abucheos. Y sus propios gestos.
El umpire intervino y le dio una nueva advertencia por mala conducta. Aparentó no entenderlo, se sentó y pidió la intervención del supervisor. Tras varios minutos volvió al juego y forzó el tie break.
Allí Sinner obtuvo dos match points, pero Rune demostró un enorme coraje para salvarlos, anotar cuatro puntos consecutivos y llevar todo a un tercer parcial.
Allí, en el 3-3, el público apoyó definitivamente a Sinner quien quebró y, tras sumar tres games al hilo, se ganó el derecho de jugar ante el griego Stefanos Tsitsipas, vencedor del ruso Karen Khachanov por 6-4 y 6-2.