Las empresas reclaman mostrarle sus números, Caputo no las recibe
Ni bien el ministro de Economía Luis Caputo las señaló como enemigas de la clase media, las empresas de medicina prepaga salieron a reclamar públicamente una reunión con las autoridades para acercarles los motivos por los que las cuotas de los planes de salud se dispararon más del 150% desde diciembre, es decir desde que cambió el Gobierno y las nuevas autoridades dieron luz verde a las empresas para fijaran sus precios en libertad.
La reunión todavía no está agendada y la presión oficial no afloja. Según pudo saber Clarín, el pedido de reunión de las prepagas fue respondido de manera tajante: “Hasta que no retrotraigan el aumento de abril, no hay reunión”. Las empresas también recibieron el reclamo de congelar al menos dos meses los valores de los planes. Las empresas respondieron que les resulta imposible, a riesgo de desatar un desbarajuste mayúsculo con los otros jugadores de sistema, básicamente médicos, personal y sanatorios.
En las empresas están deseando poder llevarle a Caputo sus propios números. Así, en una de las líderes del sector le comentaron a Clarín que en el último año, frente a una inflación del 287% entre marzo de 2023 y marzo de 2024, los honorarios que las prepagas pagan a médicos clínicos o pediatras subieron 270% y la cuota de los planes un 265%.
Las prepagas también piden que se mire hacia el lado de los laboratorios: ocurre que el 40% de los gastos de las empresas corresponden a medicamentos, cuyos precios también se dispararon desde diciembre.
“El Gobierno arregla precios con los laboratorios por las compras que hace el PAMI, pero se desentiende del resto de los precios” dicen en una empresa.
La discusión, cualquiera sea el resultado, tiene un impacto muy fuerte sobre la clase media. Se calcula que hay 6 millones de afiliados a las empresas de medicina prepaga, de los cuales un 55 a 60% paga la cuota derivando aportes de su obra social de origen. El resto lo paga todo de su bolsillo. En el sector de las prepagas comentan que el señalamiento del Gobierno a las empresas pudo haberse originado en una encuesta a personas de clase media que reaccionaron con enojo por los aumentos de las prepagas, que golpearon a los bolsillos mucho antes que los aumentos de los servicios públicos. ■