Argentinos y Barracas armaron una fiesta de goles para irse contentos
El empate que los favorecía a los dos se concretó, pero en un partidazo. El Bicho terminó 2° y el Guapo, 3°.
Los hinchas llegan con algunas dudas en el ingreso por Juan Agustín García y Boyacá. Algunas casas de apuestas no toman el empate y mucho se habla de un pacto tácito porque el fútbol argentino no goza de buena reputación en tiempos de definiciones. Entonces, la pelota comienza a rodar bajo el tormentoso cielo de La Paternal. Y las especulaciones pasan a un segundo plano. Argentinos y Barracas Central arman un partidazo. Terminaron igualando y todos contentos, es cierto. Y habrá desconfiados, claro. Sin embargo, ese ida y vuelta no invita a tantas sospechas.
Argentinos pareció sucumbir en el comienzo. A los 37 segundos, Barracas Central golpeó fuerte con un desborde de Mater que Alexis Domínguez desvió con la cabeza y Maxi Zalazar clavó en el ángulo.
El Bicho se hizo cargo de la situación. Profundo por afuera y punzante por adentro, mostró agresividad. Y el empate llegó por decantación. Maxi Romero asistió con calidad a Lescano y Pipa no falló mano a mano con Moyano.
A partir del 1 a 1, Argentinos se hizo incontrolable para Barracas
Central. Y el segundo grito fue un golazo de José Herrera con una bomba de zurda inatajable.
Barracas dejó espacios en la búsqueda de la igualdad. Y se descuidó. Entonces, Herrera inventó otra jugada fantástica, filtró para Romero y el “9” desparramó a Moyano. El VAR, finalmente, confirmó el 3 a 1.
En el segundo tiempo, Barracas Central amagó con transformarse en protagonista. Aunque igualmente le alcanzaba para clasificar aun en la derrota, fue por el descuento. Y le dio muchas facilidades a Argentinos, que tuvo tres chances muy claras para aumentar. Lo perdieron Gondou, Herrera y Oroz.
Estaba todo dado para el 4 a 1, pero Barracas Central renació con un gol de Nicolás Demartini, que aprovechó un rebote corto del Ruso Rodríguez, que tapó a medias un tiro libre de Rosané.
Y en el final, cuando Argentinos ya se había quedado sin piernas y Guede había gastado todos los cambios para reservar a sus figuras, Mater metió un pase de zurda a la izquierda, no llegó a cortar Viveros y Tolosa resolvió de zurda. Para cerrar la noche con un resultado que parecía cantado, pero pocos imaginaban en una fiesta de goles.