Pilotos, contra el acuerdo de cielos abiertos con Chile
La Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas lanzó un duro comunicado, tras la firma para avanzar en un plan que amplíe la oferta de vuelos internacionales entre Argentina y Chile, y advirtió por eventuales medidas de fuerza. "Desde APLA reafirmamos que llevaremos adelante todas las medidas legales y sindicales que sean necesarias para defender las fuentes de trabajo, la línea de bandera y toda la aviación nacional", expresaron en el escrito.
El gremio, que dirige Pablo Biró y nuclea a los pilotos, sostiene que el acuerdo entre ambos países es una "pérdida de soberanía", que afectará a toda la industria aeronáutica argentina. En esa línea, enumeran "la entrega de un recurso público", la apertura de cielos a "empresas extranjeras", la reducción de frecuencias y el desfinanciamiento de Aerolíneas Argentinas. Días atrás, Franco Mogetta, secretario de Transporte, y su par Martín Mackenna, autoridad aeronáutica chilena, llegaron a un acuerdo con Chile para avanzar en un plan que amplíe la oferta de vuelos internacionales entre ambos países, un primer paso concreto para ir hacia una política de cielos abiertos como la que se anunciara con Brasil.
"La iniciativa permitirá ampliar el panorama a toda la región y posicionar a Argentina como posible receptor de nuevas compañías aéreas", sostuvieron desde la cartera de Transporte en un comunicado. Y se entusiasmaron al considerar que "a su vez, se abre aún más el mercado para líneas aéreas argentinas en el país vecino".
El plan consiste en que todo redunde en la "llegada de más compañías aéreas a la Argentina". "Mas competencia, más vuelos, más conectividad, precios más económicos", enumeraron fuentes aeronáuticas ante la consulta de Clarín sobre las implicancias del acuerdo que definen como "un primer paso concreto hacia los cielos abiertos", una política que la gestión de Javier Milei tomó como bandera propia.
Sin embargo, desde el gremio advirtieron: "La entrega de nuestro espacio aéreo terminará dejando a Argentina con una mayor concentración del mercado, una menor conectividad federal, y amenazando la continuidad de la línea aérea de bandera y a miles de fuentes laborales de trabajadores aeronáuticos.