San Lorenzo demuestra que no hay edad para enamorar y para ganar
Aguirre, el nuevo DT, le dio paz. Despacio, las individualidades crecieron y las victorias llegan hasta con brillo.
Contra Godoy Cruz fue el mejor partido de la era Aguirre: jugamos bien, salimos de la presión y atacamos”. Siempre intentamos jugar y nos destacamos por el buen pie. Estamos fuertes de la cabeza. Somos un buen equipo”.
Hay un ruido ensordecedor. Son los cuervos que no paran de graznar y de aletear. Están como locos. Se envuelven en sus plumas negras, que brillan ante la mirada de los demás. San Lorenzo es sensación. Además de ser el único grande clasificado a la Libertadores 2017, vive en las tres competencias: torneo local -invicto-, Copa Argentina y Sudamericana. Es el único del fútbol argentino que aspira a ganar la triple corona. Despliega un juego de alto voltaje, por elaboración y eficacia. Y no para de ganar. El último triunfo, el del miércoles por 3 a 1 ante Godoy Cruz, es la muestra más fresca de lo que ofrece. En poquito tiempo, San Lorenzo se animó a desafiar a sus miedos, al calendario y los está venciendo.
Recién recorrió la mitad del camino en las Copas y un cuarto en el torneo. Pero la forma lo diferencia del resto, que lo relojea con cierta envidia. Se apagó Lanús, el último campeón. Y ahora, los comandados por Diego Aguirre cubren ese vacío con un plantel numeroso, de calidad y experimentado. De estar con un pie y medio afuera de la Sudamericana por el 0-2 en la ida con Banfield a dar vuelta la historia con jerarquía y redoblar la apuesta: van 9 encuentros sin perder. ¿Por qué San Lorenzo se transformó en el equipo del momento?
1 La era de la madurez.
Justamente la avanzada edad de muchos futbolistas, varios titulares, era uno de los mayores temores, inclusive de los dirigentes, en el receso. Sin embargo, este San Lorenzo, al menos por el momento, utiliza esto que para muchos puede ser un punto en contra en algo favorable. Sus hombres más viejos son los que marcan el ritmo y se encargan de crear un fútbol fresco. El promedio de edad del equipo titular que superó a Godoy Cruz fue de 30 años y 10 meses. Considerando todo el plantel, tiene 12 mayores de 30, el doble que River, Independiente y Racing (6 cada uno) y el triple que Boca (4).
2 Individualidades top.
Torrico y sus salvadas, los centrales y su solidez, Ortigoza y sus pases, Belluschi y su cambio de ritmo, Blanco y su desequilibrio, Blandi y sus goles. Los de Boedo cuentan con niveles individuales muy altos que aportan a un juego colectivo tan vistoso como efectivo. Uno para todos y todos para uno.
3 Contundencia.
San Lorenzo crea situaciones, muchas por partido, y convierte varias de ellas. Hay equipos que tienen muy buena producción en el mediocampo y fallan al momento de terminar las jugadas. Ese no viene siendo un problema para los de azul y rojo. Todo lo contrario. Su poder de fuego, acompañado por el implacable presente de su 9, es una de las claves de su realidad ideal.
4 El arte del buen fútbol.
De los pies de Ortigoza nace el primer pase y a veces una asistencia perfecta. Lo mismo sucede con Belluschi, Blanco y hasta con Cauteruccio, quien por la banda derecha hizo olvidar la ausencia de Cerutti (está volviendo de un desgarro). El Ciclón trata bien a la pelota, de abajo hacia arriba. A veces con mayor velocidad; a veces más pausado. Pero siempre con claridad. Varios de sus goles se destacan por sus grandes jugadas plagadas de pases a uno o dos toques, no más. Su esquema es vo- látil, va del 4-1-4-1, al 4-3-3 o 4-2-3-1. Esto es porque sus jugadores no se quedan estáticos: el de la derecha pueda aparecer por la izquierda, el del medio puede sorprender por la derecha... Este dinamismo de su mediocampo obliga a los rivales a no desentenderse nunca.
5 La tranquilidad del DT.
A pesar de haber ganado la Supercopa Argentina con un histórico 4 a 0 a Boca y de haber logrado un subcampeonato en el torneo, el ciclo de Pablo Guede terminó mal. Fue siempre tormentoso. Aguirre le devolvió la calma a un vestuario que se estaba acostumbrando a la histeria. Con su tranquilidad ordenó al plantel. Y con casi los mismos nombres ganó nueve, empató dos y perdió uno, de los 12 partidos que lleva dirigiendo a este San Lorenzo sensación.
Néstor Ortigoza Martín Cauteruccio