Viajar en familia, ir de compras o a buscar trabajo, las historias de la tragedia de Mendoza
Son los motivos por los que iban a Chile los argentinos que murieron en el vuelco del micro. Aún hay siete heridos internados. Entre ellos, dos chicos que quedaron huérfanos.
En una fría planilla con sello del Poder Judicial, se difundieron las identidades de los 19 muertos por el accidente en la cordillera mendocina. Ocurrió a sólo 2 kilómetros del límite con Chile, al volcar el colectivo de la
empresa trasandina Turbus. La mayoría de los pasajeros que murieron eran argentinos. Sólo dos extranjeros, una pasajera peruana y otra, chilena. Los choferes resultaron ilesos. Las historias detrás de cada nombre son desgarradoras: viaje de vacaciones en familia, compras escolares, búsqueda de empleo y escapada de fin de semana con amigos, para men--
cionar algunas. El lamento de Mónica Leal, mamá de Gonzalo Gutiérrez (23), que falleció en el accidente define el dolor de los familiares: “Perdónenme la expresión pero estos dos hijos de puta (los choferes) están vivos mientras que 19 personas, incluyendo niños, están muertas”.
Mónica contó que Gonzalo viajó a Santiago de Chile con un amigo, una
escapada de pocos días para pasear y comprar, aprovechando como muchos argentinos los precios hasta un 60 por ciento más bajos en zapatillas, ropa y electrónica que se consiguen en la capital chilena. Sobre los últimos minutos de vida de su hijo, la mujer sólo sabe que viajaba junto al amigo. Iban dormidos, como la mayoría de los pasajeros. Cuando se produjo el vuelco, su amigo contó que quedó inconsciente y nunca supo qué ocurrió con Gonzalo. Lo que sí recordó el compañero de viaje es que el chofer iba muy rápido y otros pasajeros le rogaban que bajaran la velocidad y en ningún momento hizo caso, dijo Mónica.
El próximo inicio de clases fue el motivo por el que Alejandra de la Fuente viajaba con su esposo Nelson Moruchi a Santiago: iban a comprar útiles escolares. Dejaron a sus hijos al cuidado de familiares. Alejandra dice que sintió un ruido y se apagó todo. Se despertó horas después, internada en el hospital Central, sin entender lo que pasaba. Se levantó, le dieron el alta y comenzó a buscar a su marido entre los internados. No lo encontró. Era uno de los fallecidos.
La tragedia dejó huérfanos a los chicos internados en el hospital Notti. Los hermanitos sanjuaninos Thiago (4) y Dylan (2) Olivera perdieron a su mamá y su papá. María Fernanda Sánchez (24) y Víctor Olivera (35) habían planeado vacaciones a Chile en familia. Ambos fallecieron y sus hijos fueron salvados. El más pequeño sigue en terapia intensiva
del hospital Notti, pero con mejoría y sin respirador. Tiene traumatismos en la cabeza, pelvis y tórax. Su hermano, que fue operado para realizarle una sutura en la cabeza, fractura del codo y tibia izquierda, ya está en sala común al cuidado de sus tíos.
El otro nene internado, Lian Juan Cruz Maldonado (3), sigue grave. Iba con sus padres. Su mamá es una de las 19 víctimas. “Eliana estaba embarazada de 3 meses”, contó desconsolado su hermano, que viajó desde San Juan a la morgue en Mendoza para identificar el cuerpo. El último parte médico indicó que Lian permanece en terapia intensiva, “en estado crítico y con asistencia respiratoria artificial”. Es el más grave de los tres nenes internados. Fue despedido del colectivo por el impacto del accidente cuando el vehículo derrapó y cayó sobre el costado izquierdo, por exceso de velocidad en una curva.
Los Oro-Maldonado y los Sánchez-Olivera eran primos. Subieron al colectivo de la tragedia para pasar juntos las vacaciones. El papá de Lian, Jorge Maldonado, mientras lo cuida en el hospital, publicó un desgarrador mensaje de despedida a su mujer: “Quién me va a abrazar, quién me va a apoyar en mis decisiones. Dios, es inexplicable lo que siento. Este dolor. Ya no faltaba nada para terminar nuestra casa y formar por completo nuestra vida entera con nuestros dos hijos… mi vida, mi amor, cómo le explico a nuestro hijo.. .te amo inmensamente, Eliana Oro; fuiste, sos, y serás el amor de mi vida. Mi princesa”.
Las redes sociales volvieron reflejar el dolor que provocó en tantas familias esta tragedia. Fue el caso de los allegados a Claudia Vila ( 39), una de los 7 heridos graves. Quedó cuadripléjica. “Continúa en terapia intensiva, con lesión en la médula cervical cinco y seis”, según el detalle médico.
Sus amigos publicaron una carta para pedir que alguien se haga cargo. "La familia de Claudia y ella esperan una respuesta de la empresa Turbus o de alguien del Gobierno de la provincia". Y agregaron que: “Claudia estuvo varias horas sin recibir atención médica y cuando despertó en el hospital Central se dio cuenta de que no podía mover su cuerpo”.
Los testimonios a la Justicia de los sobrevivientes confirman la negligencia del chofer chileno. Leandro, uno de los pasajeros, declaró que viajaba a Chile para una entrevista de trabajo. Estaba sentado en el sector del medio del colectivo, del lado derecho. “Recién me dormía cuando el micro volcó del lado izquierdo y derrapó varios metros. Me levanté, me sentía bien y empecé a ayudar a los otros pasajeros. Vi como una parte del colectivo comenzó a prenderse fuego y los conductores de otros autos, con matafuegos, ayudaron a apagarlo”. Pasaron dos días del accidente y Leandro no puede quitarse de su mente la imagen de “un hombre herido al que le faltaba un brazo y otros cuerpos aplastados”. Acusa del accidente al chofer: “Una pasajera le gritó 20 minutos antes del vuelco, que baje la velocidad”, recordó.