Merkel y Schulz, en su primer examen electoral con vistas a la general de setiembre
El land de Sarre será el primer test en las urnas entre la mandataria conservadora y su rival socialdemócrata.
Los conservadores de la mandataria alemana, Angela Merkel, y los socialdemócratas de Martín Schulz, su rival en las generales del próximo septiembre y ligeramente arriba en las encuestas, miden sus fuerzas hoy en el “Land” del Sarre, primer test en las urnas del año electoral alemán.
Al Sarre, un estado federado fronterizo con Francia con 800.000 electores -en un país de 81 millones de habitantes-, le corresponde abrir este domingo una ronda de comicios regio- nales inevitablemente abocada a servir de barómetro al llamado “efecto Schulz”.
La Unión Cristiano demócrata (CDU) de Merkel y el Partido Socialdemócrata (SPD) de Schulz gobiernan en ese “Land” en gran coalición, una constelación idéntica a la que, a escala federal, lidera en la presente legislatura la jefa de Gobierno. Para el ciudadano del Sarre, estas regionales se contemplan como un duelo bastante igualado entre la actual jefa del Gobierno, Annegret Kramp-Karrenbauer, y su socia de coalición y segunda en ese Ejecutivo, la socialdemócrata Anke Rehlinger.
Los últimos sondeos apuntan a que la CDU se mantendrá como primera fuerza, con un 37%, mientras que el SPD obtendrá un 32%, lo que para ambos significa un aumento de dos puntos respecto a 2012.
Paradójicamente, es el SPD el parti- do con más opciones a defender su condición de gubernamental, sea en otra gran coalición o al frente de una alianza inexplorada en el oeste del país, con La Izquierda.
Para la CDU, perder ese “Land” sería un revés, en un año electoral complejo para la canciller ante el impulso adoptado por el SPD con Schulz y con los sondeos apuntando a un empate en las generales del próximo 24 de septiembre. Al golpe psicológico se sumaría la pérdida de peso en el Bundesrat -cámara alta- difícilmente subsanable a corto plazo.
Las siguientes regionales serán en mayo en Schleswig-Holstein y Renania del Norte-Westfalia, dos “Länder” muy distintos -el primero, un pequeño estado junto a Dinamarca, y el segundo, el más poblado del país, en el oeste-, ambos gobernados por el SPD.
Para los socialdemócratas, caer en la “tentación” de querer liderar una coalición con La Izquierda -a la que se pronostica un 12,5 %- podría salirle caro.
El líder izquierdista en el “Land” es el veterano Oskar Lafontaine, el exjefe del SPD que en 1999 abandonó el partido y el Gobierno de su entonces correligionario Gerhard Schröder, en desacuerdo con la línea centrista que llevaba el mandatario que fue el autor de un programa de reducción del estado benefactor en el país.
Llevaba Schröder apenas unos meses en el poder y, más allá de un pulso entre dos “machos alfa”, la ruptura derivó en cisma para el SPD: Lafontaine se llevó consigo su ala izquierdista, a lo que siguió su fusión con el poscomunismo del este del país.
Schulz ha enviado señales de acercamiento a Lafontaine y, además, aboga por revisar la Agenda 2010, justamente aquel impopular programa de recortes de Schroeder.