Consejos para comer bien
Lentamente: es indispensable para una buena asimilación de los alimentos; cualquier alimento puede ser bien digerido si se mastica lentamente. Además, de esta forma es posible comer menos comida, porque la sensación de saciedad llega más rápido (en especial si antes ha realizado una colación liviana).
Llevar un registro alimentario: anotar las horas de comidas y la situación personal en la cual se realizaron (con nervios, tristeza, apuro, etc.); asimismo, registrar también los alimentos consumidos que han provocado malestar en el último tiempo; los síntomas de que algo “cae mal” son: acidez, hinchazón, espasmos, somnolencia y falta de concentración, entre otros.
Sin suprimir nada: es mucho mejor reducir la cantidad consumida e invertir el orden de los platos. El melón o el tomate que puede no caer bien en la entrada, podría ser bien digerido en un postre o plato principal. Por eso disminuí las porciones y controlá el consumo excesivo de dulces.
Elegir alimentos probióticos: contienen bacterias ácidas, beneficiosas para la salud. Los intestinos necesitan una base ácida para conformar una buena flora intestinal, que asegure el buen estado del tubo digestivo y una mejor asimilación de los alimentos. La hinchazón, la constipación o la diarrea se originan en la acción de agentes alcalinos, debido al estrés, el exceso de azúcar o ciertos medicamentos (como los antibióticos).
Evitar que las emociones controlen tu apetito: si tuviste alguna situación emocional fuerte, causante de estrés o nerviosismo, habrá que evitar comer inmediatamente, porque será mucho más fácil sufrir después trastornos gastrointestinales y aumentar el volumen de comida. Será mejor practicar, antes unos minutos de respiración abdominal, siguiendo los ejercicios indicados en este fasciculo.