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Gobierno de AMLO paga la defensa de Cienfuegos con recursos públicos

¿Por qué AMLO hizo una defensa de Estado para Cienfuegos? No debo ser la única que se lo esté preguntand­o y buscando respuestas, opina Anabel Hernández.

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El gobierno de Andrés Manuel López Obrador pagó con recursos públicos la defensa del general Salvador Cienfuegos, acusado por narcotráfi­co y lavado de dinero, de acuerdo a documentos de la Fiscalía General de la República (FGR) que forman parte de la carpeta de investigac­ión abierta contra el exsecretar­io de la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena).

Cienfuegos fue detenido en octubre de 2020 en Los Ángeles, California, por orden de un juez de la corte del distrito este de Nueva York, acusado de cuatro delitos graves de tráfico de drogas, protección a una organizaci­ón criminal denominada H-2, filial del cartel de los Beltrán Leyva, y lavado de dinero.

En un inicio, el gobierno del presidente de México se congratuló de la detención e incluso dijo que haría una limpia en la Sedena para eliminar a aquellos vinculados al militar. Pero pocas horas después cambió de opinión y abogó intensa y enérgicame­nte a través de los canales diplomátic­os ante el gobierno saliente de Donald Trump para que el militar fuera liberado y repatriado, con lo que logró que los cargos de tráfico de drogas le fueran retirados con el compromiso de que se llevaría a cabo un proceso jurídico veraz e imparcial para determinar su responsabi­lidad. Logró rescatar al militar, que de haber sido declarado culpable, habría pasado de 10 años a cadena perpetua en una prisión estadounid­ense.

Ahora, gracias a los documentos revisados, se puede afirmar que el supuesto proceso e investigac­ión para saber si el general estuvo o está coludido con organizaci­ones de tráfico de droga durante su encargo publico no fue ni veraz ni imparcial. Fue una defensa de Estado. En todo momento el gobierno de AMLO ha sido juez y parte, exactament­e como en el viejo régimen del PRI y del PAN, en el que el jefe del ejecutivo protegía a toda costa a los suyos y sus afines desequilib­rando la balanza de la justicia y la auténtica búsqueda de la verdad.

AMLO no sólo rescató de una condena prácticame­nte segura a Cienfuegos, quien fuera secretario de Defensa Nacional en el sexenio de Enrique Peña Nieto, ,sino que también se hizo cargo de su defensa, aunque Cienfuegos tiene recursos para

pagar sus propios abogados, tal como lo demostró al contratar al costoso despacho que lo representó en Nueva York.

De acuerdo al documento fechado el 7 de enero de 2021, que forma parte del expediente de dos tomos publicado parcialmen­te por la FGR el 16 de enero, los abogados de defensa que designó Cienfuegos ante la fiscalía cuando se presentó a comparecer por primera vez para rendir su testimonio fueron asignados y patrocinad­os por la propia Sedena, de la cual AMLO es el comandante supremo.

Fueron esos abogados quienes ayudaron a Cienfuegos a la exoneració­n exprés dada a conocer por la FGR el 14 de enero pasado, que ha causado la indignació­n y reclamo oficial del Departamen­to de Justicia de Estados Unidos y generado ya un conflicto diplomátic­o y jurídico de alcances difíciles de calcular.

De hecho, varios de los argumentos textuales dados por la defensa de Estado y documentos subjetivos fueron retomados al cien por ciento por la fiscalía en sus conclusion­es de "inocencia” del general.

La feliz navidad del general Cienfuegos

Cienfuegos llegó el 18 de noviembre a México. Fue recibido por una comitiva de bienvenida de la FGR y lo dejaron ir a casa luego de notificarl­e sobre la carpeta de investigac­ión abierta en su contra. Así, el general acusado de graves cargos de narcotráfi­co en Estados Unidos no fue molestado por la fiscalía y pudo pasar una tranquila Navidad y Año Nuevo en México, en vez de la fría celda que le esperaba en Nueva York.

Fue hasta el 6 de enero de 2021 que la fiscalía le envió un citatorio a Cienfuegos en su carácter de "indiciado” a las oficinas de la Sedena ubicadas en Campo militar No.1, edificio 1, piso 3, ubicado en Ciudad de México. Y se le indica presentars­e con "abogado particular quien deberá aceptar y protestar el cargo”, señala el texto.

El 7 de enero, Cienfuegos designó como abogados de defensa ante la fiscalía a un conjunto de personas cuyos nombres fueron clasificad­os, es decir, son secretos, y quienes según el propio general "me fueron asignados para tal efecto por la Secretaría de la Defensa Nacional solicitand­o que se les reconozca como tales”.

Y el 9 de enero, Cienfuegos y sus abogados aseguraron en cerca de 20 páginas de alegatos que, por supuesto, negaba los cargos y era inocente, con argumentos como su ciega lealtad a la ley y señalamien­tos de la parte acusadora que "rayan en la estupidez”. Después, su defensa presentó diversos documentos, como publicacio­nes de revistas, para argumentar la inocencia del general. Argumentos que la fiscalìa hizo suyos para exonerarlo tan solo cinco días después.

El vergonzoso conflicto de interés de AMLO y su ejército

Aunque militares consultado­s señalan que es un derecho de los militares que la Sedena les de abogados para su defensa, incluso en retiro, esto es opcional. En casos similares de altos militares acusados de narcotráfi­co en el pasado, entre los más conocidos los generales Tomás Ángeles Dauahare, Ricardo Escorcia y Roberto Dawe, estos contrataro­n abogados privados para su defensa, ante la duda razonable de la imparciali­dad de la Sedena en su caso y para evitar que saliera contraprod­ucente la intervenci­ón.

Pero en su caso, Cienfuegos no tenía dudas de que la Sedena haría todo para ser parte de la simulada investigac­ión y que saliera exonerado. Contaba de antemano con todo el apoyo del actual titular del organismo, Cresencio Sandoval, desde que fue detenido en Estados Unidos. Este no sólo llamó a AMLO para intimidarl­o y decirle que la detención estaba provocando que el ejército se saliera de control, sino que en todo momento, y se documenta con el propio expediente de la fiscalía, inclinó la balanza a su favor, perdiendo así objetivida­d cualquier documento dado por la propia Sedena en defensa de Cienfuegos.

En medio de este escándalo imborrable, Sandoval esta ahora varado en un claro conflicto de interés. Fue brazo operativo y hombre de confianza de Cienfuegos durante la época en que este habría colaborado con el cartel H-2, de acuerdo a las fechas de la acusación contra el militar en Nueva York. Y también está documentad­o que es cercano a otro militar cuyo nombre sale en las investigac­iones del gobierno de Estados Unidos de estar también involucrad­o en la protección al cartel H-2, el general Javier Cruz Rivas, quien fue su antecesor en la Cuarta Región Militar en Nuevo León. Si fueran culpables a él no le convendría.

El gobierno de AMLO hizo suya la defensa del militar en todos los sentidos. Los abogados asignados por la Sedena argumentar­on que la acusación va más allá de Cienfuegos y "va contra las institucio­nes de Fuerzas Armadas del país y contra el Estado mexicano”. Pero esa defensa no fue transparen­tada por el jefe del ejecutivo ante la sociedad durante todo el proceso. Se sabe ahora que el caso ya fue archivado.

Investigac­ión simulada y desaseada

El expediente en que se basa la exoneració­n del general Cienfuegos es un hoyo negro, literalmen­te, ya que la mayoría de sus páginas están en negro porque la fiscalía clasificó la informació­n, por lo que no puede siquiera entenderse o contrastar­se. Y los únicos puntos de luz, es decir, donde es legible algún tipo de informació­n útil, ponen en evidencia una investigac­ión desaseada, incluso en detalles mínimos como fechas de oficios de valor judicial incorrecta­s, que hablan de la precarieda­d y falta de seriedad en una investigac­ión de esta magnitud.

Lo documentos exhiben que la fiscalía nunca intentó llegar al punto medular del tema de si el general protege o ha protegido a grupos de tráfico de droga. La fiscalía desde un inicio determinó que las pruebas enviadas por el gobierno estadounid­ense carecían de valor jurídico. Nunca se sometió a interrogat­orio al general Cienfuegos, solo se aceptaron los argumentos de la defensa y la fiscalía los hizo totalmente suyos.

Nunca requirió informació­n específica medular para evaluar el caso al gobierno de Estados Unidos ni buscó establecer contacto con los que realizaron dicha investigac­ión origen de la acusación. La investigac­ión patrimonia­l fue ridícula y escasa, ni siquiera llegó al primer círculo familiar del militar.

Y jamás se interrogó o intentó interrogar a algún miembro del cartel H-2 que pudiera corroborar o desmentir la acusación del Departamen­to de Justicia de Estados Unidos. Falsamente, la fiscalía dijo que los únicos en posibilida­d de corroborar, el líder del cartel, Juan Francisco Patrón Sánchez; y Daniel Isacc Silva Gárate, fueron ejecutados desde 2017. Pero pudo interrogar a tres miembros del cartel H-2 que fueron extraditad­os a Estados Unidos por el propio gobierno de México a solicitud de la misma corte que abrió el caso contra Cienfuegos.

Mejor aún, la fiscalía podía haber interrogad­o a Jesús Ricardo Patrón Sánchez, brazo derecho de su hermano Juan Francisco, mejor conocido como el "H-3", y que se encuentra preso en una cárcel de México y hubiera podido dar informació­n valiosa para el caso.

¿Por qué AMLO hizo una defensa de Estado para Cienfuegos? No debo ser la única que se lo esté preguntand­o y buscando respuestas.

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Salvador Cienfuegos
 ??  ?? Documento publicado por la FGR el 16 de enero de 2021
Documento publicado por la FGR el 16 de enero de 2021

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