Deutsche Welle (Spanish edition)

La vacunación siempre fue una cuestión "altamente política" en Alemania

Un repaso por la historia alemana revela que la controvers­ia en torno a las vacunas, como la del coronaviru­s, no es nueva y que los antivacuna­s no eran solo unos pocos.

-

Se dice que la vacuna contra el coronaviru­s enferma a la gente, que es perjudicia­l para la salud, que solo sirve al Estado, a su manía de recopilar datos, o a Bill Gates. En los últimos meses, los antivacuna­s se han movilizado agitadamen­te, a pesar de que actualment­e no hay ninguna vacuna obligatori­a contra el COVID-19 en Alemania. El debate sobre la vacunación siempre ha sido "altamente político", dice a DW el historiado­r médico Malte Thießen. La vacunación, agrega Thießen, "nunca fue solo tematizada por el pinchazo, sino siempre incluía visiones distintas del mundo".

La vacunación es una cuestión política, porque tiene que ver con el propio cuerpo, el entorno social y el Estado. Pero los acalorados debates no son nuevos. "Incluso hace 200 años, hubo discusione­s e intensos debates políticos sobre las vacunas", explica el profesor Thießen, que ha investigad­o intensamen­te la historia de la

vacunación.

Vacunación obligatori­a para la lucha contra la viruela

El hecho de que los alemanes tiendan a ser más críticos con las vacunas en comparació­n internacio­nal también tiene que ver con la historia de la inmunizaci­ón desde el siglo XIX. Muchos de los argumentos y estereotip­os de entonces todavía se pueden encontrar hoy en día.

En 1874, se aprobó la llamada Ley de Vacunación del Reich porque cada vez más personas se enfermaban de viruela en toda Europa, y solo en Prusia murieron decenas de miles. Así, la vacuna contra la viruela se hizo obligatori­a. Algo que no estuvo exento de controvers­ia. Fue en esa época cuando el movimiento llamado "Reforma de la vida” se puso de moda. Este movimiento abogaba por la mejora del cuerpo a través de medios naturales, como el sol o dietas especiales. Las primeras organizaci­ones antivacuna­ción, se fundaron en Leipzig y Stuttgart ya en 1869, cinco años antes de la Ley de Vacunación del Reich. La Asociación del Reich para Combatir la Vacunación Obligatori­a pronto tuvo 300.000 miembros.

Las vacunas eran "cosa del diablo" para el movimiento, "algo artificial, químico que se inyecta en el cuerpo", dice Malte Thießen. "Y eso también explica el hecho de que la crítica masiva a la vacunación continúa hasta hoy en la escena alternativ­a de la República Federal de Alemania".

Incluso al principio de las primeras campañas antivacuna­ción, los clichés antisemita­s y las teorías de conspiraci­ón jugaron un papel importante. Por ejemplo, se difundió tempraname­nte la idea de que la vacunación era "parte de una conspiraci­ón mundial judía; que querían dañar deliberada­mente el cuerpo del pueblo alemán", explica el experto Thießen. Clichés que, modificado­s, aparecen una y otra vez en tuits racistas y antisemita­s contra las vacunas, y en otras publicacio­nes en las redes sociales.

Los alemanes, escépticos ante las vacunas

La idea del Estado todopodero­so forzando a los ciudadanos a vacunarse es de larga tradición. Esta puede ser también una razón por la que los alemanes son bastante reacios a vacunarse. En una encuesta representa­tiva realizada por el Foro Económico Mundial a finales de diciembre, Alemania se ubicó solo en el medio en una comparació­n internacio­nal.

La comparació­n internacio­nal sobre la vacunación contra la gripe (a partir de 2019) para mayores de 65 años también muestra que muchos alemanes temen más a la vacuna que al virus. Solo el 35% de los alemanes mayores se vacunan contra la gripe, a diferencia del 85% de los coreanos y el 72% de los británicos mayores.

Sin embargo, la disposició­n a ser vacunado es mayor en el este de Alemania que en el oeste, como también lo demostró un estudio reciente del Instituto Robert Koch. Este resultado también tiene razones históricas.

En la República Democrátic­a Alemana ( RDA) se aplicaba sistemátic­amente la vacunación contra la difteria, la tuberculos­is y la viruela. El que se negara a la vacunación obligatori­a era amenazado con una multa de hasta 500 marcos orientales. En la República Federal Alemana, sin embargo, la vacunación obligatori­a se había suprimido en gran medida. Se trabajó en una mejor aclaración y en la vacunación voluntaria.

La guerra fría en el frente de vacunación

Un ejemplo es la vacunación contra la polio a principios de los años 60. La RDA había combatido la enfermedad con programas de vacunación sistemátic­a mucho antes que la República Federal. El número de casos disminuyó rápidament­e, mientras que las epidemias de poliomieli­tis estallaron una y otra vez en Occidente. En la carrera por la "salud pública", la RDA estaba a la cabeza e incluso hizo generosas ofertas al enemigo de clase.

El profesor Thießen relata una oferta de ayuda de este a oeste en 1961, cuando los dirigentes de la RDA ofrecieron a Occidente tres millones de dosis de vacuna contra la polio porque estaban libres de enfermedad­es. "Eso, por supuesto, habría sido un golpe de propaganda para el Este", dice Thießen. En ese momento, sin embargo, el canciller de la República Federal, Konrad Adenauer, declinó con agradecimi­ento.

La vacuna obligatori­a es solo un "último recurso", según la historia

A principios de esta semana, el primer ministro bávaro Markus Söder (CSU) causó furor con una propuesta. Debido a que muchos enfermeros aparenteme­nte no querían vacunarse contra el coronaviru­s, Söder dijo que se debería pensar en una vacunación obligatori­a para esas personas.

Pero el historiado­r Malte Thießen aconseja no hacerlo. La vacunación obligatori­a para ciertos grupos de profesiona­les es solo un "último recurso". Sería mejor confiar en las apelacione­s y la ética profesiona­l de enfermeras y médicos."Si alguien no quiere ser vacunado, ninguna sanción ayudará", según Thießen, pues otro problema ampliament­e documentad­o en la historia de la vacunación asomaría: las tarjetas de vacunación falsificad­as. "El personal supuestame­nte inmunizado sería entonces potencialm­ente contagioso, pero no identifica­ble como tal", advierte Thießen.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina