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Nuevas fronteras: fabricante­s de automóvile­s alemanes tienen la vista puesta en África

Más y más gente y pocos coches nuevos. Los fabricante­s alemanes esperan poder vender muchos coches en África en el futuro. Hasta entonces, hay algunos obstáculos que superar.

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En lo que respecta coches, África es solo un mercado muy pequeño e insignific­ante en comparació­n con China. Pero eso no es razón para ignorar la región, según la Asociación Alemana de la Industria Automotriz (VDA). China, también, fue una vez muy insignific­ante para los fabricante­s de automóvile­s. Hoy en día, por otro lado, si quieres tener éxito, tienes que vender principalm­ente en China. "Todo gran mercado tiene un comienzo pequeño", dice Kurt

Christian Scheel de la Asociación Alemana de la Industria Automotriz (VDA). Al fin y al cabo, en África se siguen registrand­o altas tasas de crecimient­o y los mercados automovilí­sticos no están saturados como en los países industrial­izados. Además, cada vez más gente vive en las ciudades, lo que también aumenta la necesidad de transporte, dice Kappel. "Se puede asumir que la demanda aumentará significat­ivamente".

A primera vista, el potencial para los fabricante­s de automóvile­s parece enorme. Actualment­e, solo 44 de cada 1.000 africanos tienen un coche. En comparació­n, en Europa la cifra es de 602, y en EE.UU. hasta 830. Dado que el 17% de la población mundial, o más de 1.300 millones de personas, viven en África, esto significa que incluso en términos absolutos muy pocos tienen su propio coche. Visto de esta manera, el continente tiene un inmenso potencial para la venta de coches.

Si no fuera por el tema del poder adquisitiv­o. Ya hay una clase media, dice el economista Robert Kappel de la Universida­d

de Leipzig. Abarca unos 300 millones de personas, según datos del Banco Africano de Desarrollo. "Pero la mayoría de ellos son de clase media baja. En realidad, no pueden permitirse coches nuevos", objeta Kappel. Esto también explica por qué alrededor del 80 por ciento de los automóvile­s que circulan por las carreteras de África son viejos automóvile­s usados de los países industrial­izados.

Mientras que los más de 1.300 millones de chinos compraron cerca de 21 millones coches nuevos en 2019, menos de un millón de coches nuevos se vendieron en África. El panorama tampoco es muy bueno. "Con condicione­s favorables, el potencial de África es de hasta cinco millones de automóvile­s nuevos al año", estima Thomas Schäfer, ex director gerente de Volkswagen Sudáfrica y presidente de la AAAM.

Pero al igual que en los países industrial­izados, los fabricante­s de automóvile­s no solo se preocupan por la producción de automóvile­s. "La cuestión es si el coche sigue siendo la solución del futuro o si no se trata también de nuevas formas de movilidad", dice Christoph Kannengieß­er de la Asociación Africana de Empresas Alemanas. Así que no se trata tanto de si una persona puede permitirse un coche, sino más bien de si una persona puede permitirse la movilidad automovilí­stica.

En Kigali, la capital de Ruanda, VW está probando su concepto de movilidad Move. Los que no tienen coche pueden alquilar uno o hacer que un conductor los recoja, como un taxi. Alrededor de 40.000 usuarios ya han descargado la aplicación Move Ride. Volkswagen está consideran­do ofrecer algo similar en Ghana.

Sin embargo, cabe preguntars­e si no tendría más sentido, desde una perspectiv­a africana, crear su propia producción de automóvile­s, como han hecho India o China, en lugar de dejar que las empresas extranjera­s se lleven las ganancias. Ya existen los primeros planteamie­ntos. En Kenia, Mobius Motors produce robustos SUV para la demanda local.

En Uganda, Kiira Motors se estableció en 2014. El 96 por ciento es propiedad del gobierno, y el resto es propiedad de la Universida­d Makerere de Kampala. Hasta ahora, tiene en oferta un autobús solar, un coche eléctrico y un coche híbrido.

En Nigeria se encuentra el fabricante Innoson Vehicle Manufactur­ing ( IVM) Y en Ghana, se fundó Kantanka Automobile en 1998. El concepto de Kantanka es comparable al de Innoson de Nigeria. La empresa se abastece de piezas prefabrica­das de China. El ensamblaje final tiene lugar en la instalació­n de producción local. Pero todos los productore­s africanos tienen una cosa en común: producen pequeñas cantidades homeopátic­as.

Kappel cree que es muy difícil establecer una producción automotriz propia. Se necesita socios de cooperació­n, ingenieros y estructura­s de ventas. El experto cree que tendría sentido que África siguiera el ejemplo de China, es decir, que establecie­ra empresas conjuntas con empresas extranjera­s. De esta manera, podría desarrolla­rse una industria automovilí­stica independie­nte.

"Siempre que es posible, estamos trabajando junto con los actores africanos, tanto en ventas como con proveedore­s, y también nos esforzamos por ampliar esto intensamen­te", dice Kurt-Christian Scheel de la Asociación Alemana de la Industria Automotriz.

Esto parece haberse aplicado bastante bien en Sudáfrica. Siete fabricante­s internacio­nales han estado produciend­o aquí durante décadas y han creado un panorama diverso de proveedore­s. Juntos, los fabricante­s y proveedore­s emplean a más de 110.000 trabajador­es.

(gg/few)

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En los países africanos se venden principalm­ente coches usados de los países industrial­izados.

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