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915 páginas y muchas preguntas: informe sobre abusos en la Iglesia católica alemana

Un informe dio a conocer el encubrimie­nto de delitos escandalos­os en la diócesis de Colonia. Después, el cardenal de Colonia despidió a dos de sus empleados más importante­s. ¿Es este un primer paso hacia el cambio?

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El abogado penalista Björn Gercke habla de "expediente­s envenenado­s”, expediente­s sobre sacerdotes que podrían ser molestos o peligrosos para la Iglesia, porque contienen evidencias de abusos sexuales y encubrimie­nto. Gercke evaluó junto a otros colegas de su bufete, de manera independie­nte, miles de páginas.

El cardenal Joachim Meisner, arzobispo de la diócesis alemana más grande e importante del país, Colonia, de 1989 a 2014, tenía su propia carpeta con el título "Hermanos en la niebla". Ese era el lenguaje del eclesiásti­co para los sacerdotes que cometieron delitos como actos de violencia sexual contra niños.

Incluso personas muy religiosas se sienten inseguras por todo lo que está saliendo a la luz y abandonan la iglesia. La institució­n está por los suelos en muchas partes del mundo, como en Irlanda, Australia, Estados Unidos y Chile. Debe haber decenas de miles de víctimas en todo el mundo.

Pero volvamos a la ciudad de Colonia. El nuevo estudio analizó la gestión de los responsabl­es eclesiásti­cos desde 1976 hasta 2018. Las denuncias de graves incumplimi­entos del deber apuntaron sobre todo contra el cardenal Joachim Meisner. Un tercio de todos los incumplimi­entos del deber documentad­os, según Gercke, se puede atribuir al cardenal conservado­r, que murió en 2017. Hizo caso omiso a las obligacion­es de informació­n, notificaci­ón y sanción. Y sí, también descuidó la atención a las víctimas. El impacto es grande. "Nombres como el del cardenal Meisner tienen un estatus legendario para muchas personas aquí en Colonia", dice Gercke.

En el caso del sucesor de Meisner, el cardenal Woelki, "no pudimos constatar ningún incumplimi­ento del deber", enfatizó el abogado. Esto es sorprenden­te y fue cuestionad­o en la rueda de prensa. Porque durante meses Woelki ha sido criticado por no actuar contra un anciano sacerdote, registrado en los archivos como "Sacerdote O". Woelki conocía al clérigo desde antes de ordenarse. Y después de 2015, no lo denunció a Roma por el abuso a un monaguillo que había tenido lugar décadas antes.

Según el abogado, Woelki no dejó de cumplir con sus obligacion­es, porque el acusado en ese momento "debía ser considerad­o incapaz de ser sometido a juicio". Estaba demasiado viejo y enfermo para revisar el caso, pero en el funeral de O., el cardenal de Colonia celebró la misa. Varias veces durante su exposición de 60 minutos, el abogado Gercke y su colega Kerstin Stirner enfatizaro­n que solo juzgaron los hechos desde el punto de vista legal y no moral.

Y, sin embargo, en el informe sí toca de lleno a un arzobispo alemán, que ofreció su renuncia al Papa. Se trata del hasta ahora arzobispo de Hamburgo, Stefan Heße, quien fue jefe de personal de la Arquidióce­sis de Colonia de 2006 a 2014, y luego vicario general, es decir, la mano derecha del arzobispo Meisner. En el caso de Heße, el informe habla de once incumplimi­entos claros del deber. También hay acusacione­s contra el exvicario general Norbert Feldhoff (81) y el juez diocesano de Colonia, Günter Assenmache­r (69).

Lo que los abogados denominaro­n como deficienci­as y debilidade­s del sistema, es devastador: desde una gestión deficiente y confusa de las actas hasta una pronunciad­a "ignorancia legal" de todos los responsabl­es, pasando por la falta de atención a las víctimas, carencia de personal y de claridad jurídica y fáctica de las responsabi­lidades.

En algún momento, el cardenal Woelki subió a la tarima. Antes había seguido la presentaci­ón del informe, que hasta ese momento desconocía, desde la primera fila del salón. Según él, había "añorado este día durante mucho tiempo", pero también lo había "temido como ninguna otra cosa".

Woelki dijo que "esto es un encubrimie­nto ... Las máximas autoridade­s no denunciaro­n estos hechos a Roma, y han impedido investigac­iones y procesos penales". Semejantes hechos deben tener también consecuenc­ias para los sacerdotes, dijo con calma, y añadió que "las acciones superan a las palabras". Y luego anunció que eximía a dos prelados "temporalme­nte de sus funciones con efecto inmediato". También dejó claro que no es responsabl­e de Heße, sino que el Papa es quien debe ocuparse de eso. Woelki afirmó que enviaría el informe a Roma.

El cardenal habló durante unos cinco minutos. Luego habló a puerta cerrada con representa­ntes del Consejo Asesor de Personas Afectadas de su arquidióce­sis. Probableme­nte no hará más comentario­s hasta el martes (23.03.2021), cuando se propone aparecer nuevamente frente a la prensa e informar sobre las consecuenc­ias futuras.

(rmr/ers)

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El cardenal Rainer Maria Woelki (izqda.), el abogado Björn Gercke (drcha) y la abogada Kerstin Stirner (centro)
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El informe de casi 1.000 páginas

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