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Uniones homosexuales: postura del Vaticano genera rebeldía en Alemania
En Alemania y otros países europeos, la negativa del Vaticano a bendecir uniones homosexuales provoca enojo y frustración en sectores de la Iglesia católica que se rebelan contra los dictados de Roma.
El sacerdote Tobias Schäfer, preboste de la catedral de Worms, en Alemania, se mostró consternado por la instrucción del Vaticano y escribió en Facebook: "Si la Iglesia no puede bendecir donde quiera que personas anhelen una bendición, ¿no está renunciando a la más propia de sus tareas? La bendición no es un instrumento de juicio moral, sino la afirmación de que Dios está ahí, que camina con nosotros. En las buenas y en las malas”. El religioso agregó que "no puedo negar ni negaré” la bendición de Dios a nadie que la requiera y la pida.
En conversación con DW, Schäfer dijo que había recibido una serie de reacciones positivas a su comentario en Facebook, aunque de seguro hubo también evaluaciones críticas. También otros religiosos alemanes se expresaron de forma similar en las redes sociales. Mientras uno subrayaba su disposición a seguir bendiciendo a parejas del mismo sexo, otro opinaba que no se debía tomar en serio a Roma.
Gran agitación provocó la Congregación para la Doctrina de la Fe con su claro y escueto "no" a la pregunta de si la Iglesia tiene potestad para "bendecir uniones de personas del mismo sexo". A su respuesta negativa, agregó una "nota explicativa" y un comentario. Allí, aboga por ejemplo por tratar con "respeto y delicadeza" a "hombres y mujeres con tendencias homosexuales", y pasa luego a hablar del "orden divino", que a su juicio concibe las relaciones sexuales como acto de procreación.
Allí, se consigna expresamente que el papa Francisco aprobó el "no" y su fundamentación. Y eso decepciona a muchos que esperaban más del Pontífice, que en 2013 se había manifestado contra cualquier condena a los homosexuales.
Las reacciones en Alemania pueden resumirse así: algunos pocos obispos opuestos a cualquier apertura aplaudieron más o menos claramente las palabras de Roma. El presidente de la Conferencia Episcopal alemana, el obispo Georg Bätzing, se mostró en cambio perceptiblemente reservado. Dijo no sentirse "feliz" por la toma de post