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Turquía se acerca a los países árabes: ¿de rivales a socios?
Turquía se esfuerza por mejorar sus relaciones con los países árabes, sobre todo, con Arabia Saudita y Egipto. No es una tarea fácil, ya que existen numerosos e irreconciliables conflictos de interés de por medio.
Primero el Cairo, luego Riad. La diplomacia turca trabaja a toda máquina por estos días. El objetivo de los mediadores es lograr un nuevo fundamento para las relaciones, muy tensas en los últimos tiempos, con algunos países árabes, en primer lugar, con Arabia Saudita y Egipto. El vínculo con ambos Estados se había congelado en años pasados a raíz de una serie controversias.
Dado que Turquía mantiene una relación más bien complicada con la Unión Europea debido a una cantidad de temas polémicos, como los derechos humanos, la disputa acerca de las reservas de gas en el Mediterráneo y los refugiados, también se encuentra, en general, bastante aislada de la comunidad internacional.
Al apuntar hacia los países árabes, Turquía intenta, sobre todo, dejar de ser vista como un socio obstinado y difícil, explica a DW John Sfakianakis, director de investigación del Gulf Research Center de Riad, con sede en Londres. Pero duda de que la nueva iniciativa conduzca a unas mejores relaciones: "Los contactos parecen ser los primeros intentos. Pero no creo que las relaciones económicas y diplomáticas mejoren sustancialmente”.
Al menos sí hay disposición al diálogo: el ministro turco de Exteriores, Mevlut Cavusoglu, viajó a Arabia Saudita a principios de esta semana para comenzar las conversaciones. Temas no faltan. En estos días, un asunto por demás importante serán las diferentes posturas hacia Israel. El conflicto actual entre Israel y Hamás afecta las relaciones entre aquellos países árabes que, como Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos (EAU), buscan un nuevo horizonte en las relaciones con Israel.
Arabia Saudita trabaja desde hace años tras bastidores para mejorar sus nexos con Israel. Turquía, por el contrario, se manifiesta vehemente en contra de esas tendencias a normalizar las relaciones. Es por eso que Riad, cuya diplomacia es tradicionalmente discreta, se ve ahora bajo presión.
Las posiciones difieren también en otras áreas. Cuando Arabia Saudita y sus aliados - entre otros, Egipto y los EAUcomenzaron en el verano boreal de 2017 un boicot contra Catar, que ya terminó, Turquía apoyó al emirato, también a través del envío de alimentos. Lo que une a Turquía y Catar es, principalmente, su buena relación con los Hermanos Musulmanes, cuya interpretación social revolucionaria del islam es un asunto espinoso para Arabia Saudita. En noviembre pasado, el Consejo Religioso Saudí, afiliado a la cúpula estatal en Riad, calificó a los Hermanos Musulmanes de "organización terrorista”.
No en último término, el