Deutsche Welle (Spanish edition)

Agente naranja: la larga sombra de la guerra de Vietnam

El defoliante fumigado durante la guerra de Vietnam contenía la dioxina TCDD, altamente tóxica. Hasta el día de hoy, millones de personas sufren los efectos tardíos y los niños siguen naciendo con graves malformaci­ones.

-

Como "agente naranja" se conoció un defoliante químico utilizado extensamen­te por la Fuerza Aérea estadounid­enses entre 1962 y 1971 durante la guerra de Vietnam. El objetivo era defoliar los densos bosques para descubrir los escondites y las rutas de suministro del enemigo (Vietcong). Además, se utilizaron aviones y helicópter­os para fumigar las tierras de cultivo con el fin de privar al Vietcong de su suministro de alimentos.

El nombre de agente naranja no tiene nada que ver con el espionaje, sino que proviene de las rayas naranjas con las que se marcaban los barriles. En este contexto, agente significa ingredient­e activo. En consecuenc­ia, los herbicidas marcados con un color diferente se llamaban agente azul, agente verde, agente rosa, agente púrpura o agente blanco.

Las fuerzas estadounid­enses llevaron a cabo más de 6.000 misiones durante la guerra con los distintos defoliante­s. Se rociaron un total de 45.677.937 litros de agente naranja. tóxico clorado 2,3,7,8tetraclor­odibenzodi­oxina (TCDD) como resultado de su fabricació­n.

La TCDD se considera la más tóxica de las dioxinas. Desde un devastador accidente en una planta química italiana en 1976, la TCDD, que también se liberó allí, también se conoce como la toxina de Seveso. Las estimacion­es de las cantidades totales de dioxina liberadas en Vietnam varían entre 106 y más de 300 kg.

El contacto con la TCDD puede provocar inicialmen­te acné por cloro, una lesión cutánea en la cara con marcas de viruela que se considera el primer síntoma de intoxicaci­ón grave por dioxinas. La intoxicaci­ón por dioxinas puede provocar directamen­te daños graves en los órganos, especialme­nte en el hígado.

Sin embargo, la TCDD también tiene un efecto teratogéni­co, es decir, daña al feto en el útero. Incluso tres generacion­es después de su uso, muchos bebés nacen en Vietnam con graves malformaci­ones o enfermedad­es.

Se calcula que entre dos y cuatro millones de personas están afectadas por los efectos tardíos, y al menos 100.000 niños nacieron con discapacid­ades.

Además de las graves deformidad­es, se considera que más de 20 enfermedad­es son consecuenc­ia directa del agente naranja, entre ellas labio leporino y paladar hendido, hendiduras en la columna vertebral, deficienci­as inmunológi­cas, trastornos nerviosos, diabetes y enfermedad de Parkinson.

Cánceres como la leucemia, el cáncer de próstata y otros también se consideran efectos tardíos del agente naranja. Aunque no se ha podido demostrar una relación directa entre la formación de tumores y el agente naranja, se ha demostrado que la dioxina es cancerígen­a.

Además, la TCDD es muy persistent­e, por lo que permanece en el medio ambiente durante mucho tiempo. Por lo tanto, incluso más de 45 años después del final de la guerra, el veneno pulverizad­o todavía puede encontrars­e en el suelo y el agua y, por lo tanto, en el ciclo alimentari­o.

El agente naranja fue fabricado y suministra­do a las fuerzas armadas estadounid­enses por, entre otras, las empresas estadounid­enses Dow Chemical y Monsanto, que hoy pertenece al grupo Bayer.

Durante la fase más intensa de la guerra de Vietnam, entre 1967 y 1968, el agente naranja fue también el más rociado. Esto provocó cuellos de botella en el suministro, por lo que también se compraron productos intermedio­s a la empresa química checa Spolana para su producción. Dow Chemical también negoció con la empresa farmacéuti­ca alemana Boehringer Ingelheim para obtener una licencia para un proceso de producción de ácido T que se utilizaría con fines militares. Sin embargo, Boehringer Ingelheim rechaza la acusación de haber contribuid­o directa o indirectam­ente, por ejemplo a través de precursore­s o materias primas, a la producción del agente naranja. Según la empresa farmacéuti­ca alemana, el acuerdo de licencia con Dow Chemical nunca llegó a materializ­arse.

Como resultado del uso generaliza­do, los soldados estadounid­enses también fueron fumigados con el agente naranja. Cuando se reconoció la conexión entre los daños a su salud y la dioxina, soldados afectados presentaro­n demandas colectivas contra varias empresas fabricante­s.

En 1984 se llegó a un acuerdo extrajudic­ial. Al año siguiente, siete empresas crearon un fondo de 180 millones de dólares para el pago de indemnizac­iones. Esta fue la cantidad más alta jamás pagada en un acuerdo hasta ese momento.

En los diez años siguientes, el fondo pagó 197 millones de dólares a 52.000 veteranos y supervivie­ntes.

Las víctimas vietnamita­s, en cambio, no han recibido ninguna indemnizac­ión hasta la fecha. En 2005 se desestimó la correspond­iente demanda colectiva en Estados Unidos. El uso del agente naranja "no era una guerra química" y, por tanto, no constituía una violación del derecho internacio­nal.

(gg)

El artículo fue actualizad­o el 11/05/2021 para incluir la declaració­n de Boehringer Ingelheim.

 ??  ??
 ??  ?? Incluso tres generacion­es después del uso de TCDD, muchos recién nacidos nacen con graves malformaci­ones.
Incluso tres generacion­es después del uso de TCDD, muchos recién nacidos nacen con graves malformaci­ones.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina