Deutsche Welle (Spanish edition)
Heinz Dressel y las cientos de vidas que rescató de dictaduras latinoamericanas
A través de un programa de becas, el teólogo alemán Heinz Dressel salvó a jóvenes que huían de dictaduras.
Alejandro Franco Arratia nació en Chile, pero vive hace 40 años en Núremberg, junto a su esposa Annette. Su llegada a Alemania ocurre en un contexto de convulsión política, durante la dictadura de Pinochet. "Alcancé a salir del país, porque a muchos que tomaron presos los llevaron a una isla llamada Quiriquina y algunos de ellos nunca más regresaron”, cuenta en entrevista con DW. Alejandro incursionó en política a temprana edad. Fue dirigente estudiantil en el Liceo de Hombres de Chillán y, más tarde, como sociólogo trabajó en el departamento de relaciones industriales de la Empresa Nacional del Carbón (Enacar), en la ciudad de Lota. En 1975 fue arrestado por miembros de la DINA, la Dirección de Inteligencia Nacional en la dictadura de Pinochet. "Me subieron a un auto y taparon mis ojos. Creo que estuve casi 3 semanas detenido sin poder ver, solo escuchaba cómo les aplicaban torturas a otras personas”, relata a DW. El padre de Alejandro ocupaba un cargo en la policía chilena. Gracias a contactos logró liberar a Alejandro, aunque la tranquilidad no duró mucho tiempo. "En 1977 fueron a buscarme nuevamente y entraron sin permiso a mi departamento. Fue ahí que hablamos con un contacto de la Vicaría de la Solidaridad (institución de la Iglesia Católica chilena), para que nos ayudase a salir del país”, cuenta.
Uno de esos contactos, que ayudaría a Alejandro a escapar del país, se encontraba de visita en Chile, alojando en una habitación del Hotel Internacional, en Santiago. El pastor y teólogo alemán Heinz Friedrich Dressel, quien tenía vínculos con la Iglesia Católica chilena, se enteró de la situación de Alejandro. "A esa habitación del hotel llegó una visita nocturna de la Vicaría