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Regresa a Afganistán Baradar Akhund, el posible próximo presidente talibán
Baradar Akhund, jefe talibán en Catar, que había salido de la prisión en Pakistán, gracias a Trump, llegó a Afganistán tras declarar el fin de la guerra y la victoria. Baradar se perfila como posible presidente talibán.
Mulá Abdul Ghani Baradar, también llamado Baradar Akhund, llegó a Afganistán proveniente de Doha, en donde estaba al frente de una delegación de alto nivel de los talibanes. "Llegó a última hora de la tarde al aeropuerto de Kandahar en Afganistán", aseguró el portavoz político insurgente, Naeem Wardak, en Twitter. El jefe de la oficina política de los insurgentes en Catar fue recibido en Kandahar por "unidades especiales de protocolo", según había adelantado un miembro de la sección de medios de los talibanes, Muhammad Jalal, mientras la misma oficina aclaró que la delegación viajará luego a Kabul.
Esta sería aparentemente la primera vez desde la caída del régimen talibán con la invasión estadounidense en 2001, que una delegación de tan alto nivel de los talibanes viaja a Afganistán, y es muy significativo que su primer destino no sea Kabul, sino la meridional Kandahar, cuna del movimiento talibán.
Baradar: "...debemos mostrar humildad ante Alá"
Este viaje se produce solo un día después de que el propio mulá Baradar declarase en un discurso el fin de la guerra de Afganistán con la victoria de los insurgentes, un logro inesperado por su rapidez y que se completó el domingo con la huida del presidente afgano, Ashraf Ghani, y la toma incruenta de Kabul.
"Hemos alcanzado una victoria que no se esperaba (...) debemos mostrar humildad ante Alá", dijo entonces en un mensaje en vídeo el ex número dos del movimiento insurgente en la primera declaración pública de un líder talibán tras la conquista del país.
Baradar se refirió a este momento histórico tras la victoria insurgente como "el momento de la prueba. Ahora se trata de cómo servimos y protegemos a nuestra gente, y de cómo aseguramos su futuro, para ofrecer una buena vida lo mejor que podamos", añadió.
Trump presionó a Pakistán para que sacara de la cárcel a Baradar
Tras la detención de Baradar en Pakistán en 2010, Estados Unidos presionó para su liberación en 2018. Según el enviado especial de Trump, Zalmay Khalilzad, la administración estadounidense pidió entonces a Pakistán que liberara a Baradar porque supuestamente tenía fama de "ser más abierto y más propenso a defender soluciones de paz”.
Portavoz talibán: "La guerra terminó, todo el mundo queda perdonado"
Los talibanes anunciaron el martes que la guerra terminó en Afganistán y decretaron un perdón general, en su primera rueda de prensa tras haber tomado el control de Kabul.
"La guerra terminó (el líder de los talibanes) perdonó a todo el mundo", declaró el portavoz de los rebeldes, Zabihullah Mujahid. "Nos comprometemos a dejar trabajar a las mujeres de acuerdo con el respeto de los principios del islam", añadió.
Los talibanes de nuevo en el palacio presidencial
Los talibanes tomaron el domingo el control de Kabul después de que sus combatientes entraran en la capital sin encontrar resistencia, y con casi todas las provincias bajo su control.
Desde entonces los talibanes han tratado de demostrar que nadie debe temer su llegada al poder, y han insistido en que han perdonado a todos aquellos afganos que trabajaron del lado de los "invasores" o el Gobierno afgano durante estos veinte años de guerra.
En el segundo día hoy de Kabul bajo control insurgente, la ciudad empezó a despertar tímidamente, volviendo la vida a la capital con el tráfico y la apertura de algunas tiendas, mientras la población aún desconfía de la intención final de los insurgentes.
Incluso las mujeres, aunque con vestimenta mucho más conservadora que de costumbre, empezaron a salir a las calles, e incluso se pudo ver a una presentadora de televisión entrevistar a un talibán, algo imposible durante el régimen insurgente entre 1996 y 2001, cuando relegaron a las mujeres al interior del hogar.
El colapso del país ocurrió en cuestión de semanas, después de que en mayo las fuerzas de Estados Unidos y de la OTAN comenzaran la fase final de la retirada, entregando todas sus bases militares a los afganos.
jov (efe, n-tv)
viética, reunió a un grupo de 50 estudiantes, con los que se propuso combatir a criminales y caudillos militares y restablecer el orden y la seguridad en Afganistán. El grupo creció rápidamente con apoyo de Pakistán y comenzó a tomar el control de ciudades y provincias.
Ganó popularidad por combatir la corrupción y brindar seguridad para hacer negocios en las regiones donde tenía el poder.
En 1996 tomó Kabul y en 1998 controlaba el 90 por ciento del territorio afgano.
Pero el régimen talibán no solo trajo seguridad a los comerciantes. Su ideología se basa en el salafismo, una vertiente radical del islam. Una vez en el poder, los fundamentalistas impusieron la ley islámica, la sharía, conculcando los derechos humanos y en especial los de las mujeres.
A partir de los 10 años de edad, las niñas no podían ir a la escuela y debían usar burka, una vestimenta que cubre de la cabeza a los pies. A las mujeres se les prohibió conducir automóviles y salir sin compañía masculina. La televisión, la música y el cine fueron proscritos. Las personas condenadas por asesinato o adulterio fueron ejecutadas públicamente y el robo estaba penado con la amputación.
Expertos advierten que los talibanes no han cambiado su forma de pensar. Remitiéndose a reportes llegados de Kandahar y otras regiones ocupadas en las pasadas semanas, la analista política estadounidenses Jessica Berlín afirma que "no tenemos motivos particulares para creer que se hayan vuelto más humanitarios".
(er/ms)