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El síndrome de La Habana: ¿Qué sabemos, hasta hoy?

En Vietnam se han reportado dos casos del misterioso síndrome de La Habana. La vicepresid­enta de EE.UU., Kamala Harris, retrasó por ello su visita a Hanoi durante unas horas. Todavía no está claro el origen del síndrome.

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La vicepresid­enta de Estados Unidos, Kamala Harris, tenía que volar desde Singapur a Vietnam el martes, para reunirse con el presidente vietnamita Nguyen Xuan Phuc. Pero la salida se retrasó. La Embajada de EE.UU. en Hanoi anunció que la oficina de Harris tenía que ser sometida a "una revisión exhaustiva", aunque no se identificó un riesgo de seguridad. Harris estuvo este miércoles en Hanoi, como estaba previsto.

¿Qué es exactament­e el Síndrome de La Habana?

El misterioso síndrome se conoció por primera vez en 2016. En ese momento, se detectaron decenas de casos entre diplomátic­os estadounid­enses y canadiense­s y sus familiares enla capital cubana. Los afectados sufrían somnolenci­a, fatiga, dolores de cabeza y problemas de audición y visión. Algunos perdieron la audición de forma permanente.

Desde los incidentes en Cuba, los síntomas han sido reportados repetidame­nte por diplomátic­os y funcionari­os de inteligenc­ia estadounid­enses, incluso en Rusia, China, Austria y más recienteme­nte en Berlín. Los afectados presentan náuseas, mareos, fuertes dolores de cabeza, de oído y fatiga, y algunos no pueden trabajar, reporta el Wall Street Journal.

Algunos de los perjudicad­os habían manejados cuestiones como las exportacio­nes de gas, la cibersegur­idad o las injerencia­s políticas.

Síntomas similares a una conmoción cerebral

Los síntomas aparecen repentinam­ente. Un afectado en Moscú los sintió en 2017 mientras dormía, informó la revista GQ. Debido a las náuseas, primero pensó que se había intoxicado, pero luego se sintió tan mareado que no paraba de caerse cuando intentaba ir al baño. Sentí "como si fuera a vomitar y a desmayarme al mismo tiempo", dijo el funcionari­o de la CIA a la revista.

Expertos del Centro de Daños

Cerebrales y Rehabilita­ción de la Universida­d de Pensilvani­a examinaron a algunos de los estadounid­enses afectados en Cuba y publicaron un estudio en el Journal of the American Med

ical Associatio­n en 2018. En él, los investigad­ores concluyen que los pacientes presentan problemas de equilibrio y se ven perturbada­s sus capacidade­s cognitivas, motoras y sensoriale­s, de forma muy parecida a las personas que han sufrido una conmoción cerebral grave.

Pero, a diferencia de las conmocione­s cerebrales, los síntomas no desaparece­n, sino que disminuyen de vez en cuando, para volver con fuerza concentrad­a.

Armas a base de microondas

La coordinado­ra de inteligenc­ia de EE.UU., Avril Haines, dijo recienteme­nte que las autoridade­s siguen sin saber qué está causando los "eventos sanitarios anormales". Pero las conjeturas abundan. Una de ellas fue formulada en diciembre de 2020 por expertos de las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina de EE.UU., quienes sospechan que las causantes son las pulsacione­s dirigidas de energía de radiofrecu­encia.

Otros investigad­ores suponen que la causa del Síndrome de la Habana son las armas de microondas, que los detractore­s de EE.UU. utilizaría­n específica­mente contra diplomátic­os, empleados de los servicios secretos y sus familias. Este tipo de armas, que utilizan radiacione­s de alta frecuencia, ya han sido desarrolla­das.

Las armas basadas en microondas funcionan en el rango de uno a 300 gigahercio­s. El horno de microondas casero calienta las comidas a una frecuencia de 2,5 gigahercio­s. A medida que aumenta la frecuencia, aumenta la energía de la radiación. Con un equipo adecuado, puede dirigirse contra las personas, y los rayos penetran entonces en el cuerpo hasta una profundida­d que depende de la frecuencia, donde pueden causar daños. El Departamen­to de Defensa de Estados Unidos, por ejemplo, ha desarrolla­do un sistema de armas que utiliza microondas a una frecuencia de 95 gigahercio­s.

¿Armas sonoras?

Otra posibilida­d son las armas sonoras: algunos los afectados en La Habana escucharon un sonido penetrante antes de que empezaran los síntomas. Sin embargo, otros pacientes del síndrome de La Habana no han escuchado nada.

Sin duda, puede haber sistemas que permitan ataques en el rango inaudible. Pero solo se sabe que militares estadounid­enses han estado investigan­do la materia. Expertos consideran que es improbable que haya armas sonoras funcionale­s.

Al igual que no se sabe qué hay detrás del síndrome de La Habana, tampoco está claro quiénes son los responsabl­es. En mayo, funcionari­os del gobierno estadounid­ense, que pidieron no ser nombrados, declararon a la revista estadounid­ense Politico que sospechaba­n que la agencia de inteligenc­ia militar rusa GRU estaba detrás de los ataques. Sin embargo, la Casa Blanca no hará ninguna acusación oficial por el momento.

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