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Algunos animales están "modificando su morfología" en respuesta al cambio climático
Científicos descubrieron que los animales de sangre caliente están cambiando su fisiología para adaptarse a un clima más cálido. Esto incluye el aumento del tamaño de sus picos, patas y orejas.
El cambio climático está provocando que algunos animales estén modificando su morfología, con picos u orejas más grandes, para adaptarse y regular mejor sus cuerpos a medida que aumenta la temperatura en el planeta, según un estudio divulgado este martes (07.09.2021) por la revista
in Ecology and Evolution. Trends
La investigación fue llevada a cabo por científicos de la Universidad de Deakin en Australia.
"Es hora de reconocer que los animales también tienen que adaptarse a estos cambios, pero está ocurriendo en un periodo de tiempo más corto de lo que hubiese ocurrido desde una perspectiva evolutiva", señaló Sarah Ryding, investigadora líder del proyecto.
En concreto, el estudio destaca los cambios que se están registrando en las aves. El loro australiano ha mostrado un incremento en su pico de entre el 4 % y 10 % desde 1871, así como los juncos de ojos oscuros de Norteamérica, un pequeño pájaro cantor que también ha visto aumentar su pico en una proporción similar.
Además, los ratones de madera han alargado sus colas y en las musarañas enmascaradas se está aumentando el tamaño de sus patas.
Ryding realiza escáneres de especímenes de museos de aves de Australia de los últimos cien años para investigar estos cambios y entender cómo se producen.
No obstante, explicó que estas modificaciones morfológicas no significan que "todo está bien"
"Solo quiere decir que están evolucionando para sobrevivir al cambio climático, pero no sabemos las otras consecuencias ecológicas de estas modificaciones y si, de hecho, todas las especies son capaces de hacerlo y sobrevivir", advirtió.
Para evitar el sobrecalentamiento, los animales de sangre caliente en la naturaleza tienen que confiar en su propio cuerpo. Liberan calor a través de sus apéndices, explica Sara Ryding, autora del estudio, según reportó
En el caso de las criaturas pequeñas, como los ratones, la cola ayuda a regular el calor. En el caso de los pájaros, sus picos. Y los elefantes confían en sus enormes orejas para mantenerse frescos.
En los vídeos de elefantes vagando por los paisajes africanos, sus orejas se agitan periódicamente hacia adelante y hacia atrás, liberando el exceso de calor en el aire. "Es un hecho bien documentado que los elefantes se refrescan a través de sus orejas", dijo Ryding.
The Smithsonian Magazine.
"Aunque nuestras investigaciones muestran que algunos animales se están adaptando al cambio climático, muchos no lo harán", aseguran los investigadores. "Por ejemplo, algunas aves tienen que mantener una dieta determinada, lo que significa que no pueden cambiar la forma de su pico. Otros animales simplemente no podrán evolucionar a tiempo".
"Por eso, aunque es importante predecir cómo responderá la fauna al cambio climático, la mejor manera de proteger a las especies en el futuro es reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero y evitar el mayor calentamiento global posible".
FEW (EFE,
The Smithsonian Magazine, Trends in Ecology and Evolution)
finales de agosto en Nature Communications.
Polimerizar proteínas dentro de microbios manipulados
En concreto, los investigadores de la Escuela de Ingeniería McKelvey de la citada universidad desarrollaron un método de química sintética para polimerizar proteínas dentro de microbios manipulados (la polimerización es un proceso químico por el que moléculas simples reaccionan entre sí para formar una de mayor peso).
Esto permitió a los microbios producir la proteína muscular de alto peso molecular titina, que luego se hiló en fibras, explica un comunicado de la universidad.
Se trata de uno de los tres principales componentes proteicos del tejido muscular y su gran tamaño molecular es fundamental para sus propiedades mecánicas: "Es la proteína más grande que se conoce en la naturaleza", afirma Cameron Sargent, autor también del artículo.
Proceso de desarrollo: eliminar obstáculos
Para eludir algunos de los problemas que generalmente evitan que los microorganismos produzcan proteínas grandes, el equipo de investigación diseñó bacterias capaces de unir segmentos más pequeños de la proteína en polímeros de peso molecular ultra alto, aproximadamente 50 veces el tamaño de una bacteria promedio.
Luego utilizaron un proceso de hilado en húmedo para convertir las proteínas en fibras, con un diámetro de una décima parte del grosor del cabello humano.
A continuación, el grupo analizó la estructura de estas fibras para identificar los mecanismos moleculares que permiten su combinación única de dureza, resistencia y capacidad de amortiguación, o sus propiedades para disipar la energía mecánica en forma de calor.
Además de la ropa, este material sintético, al ser casi idéntico a las proteínas que se encuentran en el tejido muscular, es presumiblemente biocompatible y, por tanto, podría tener aplicaciones biomédicas, como para suturas o ingeniería de tejidos.
"La belleza del sistema es que es una plataforma que puede aplicarse en cualquier lugar", apunta Sargent.
Según el científico, se pueden tomar proteínas de diferentes contextos naturales, ponerlas en esta plataforma para su polimerización y crear proteínas más grandes y largas para diversas aplicaciones materiales con una mayor sostenibilidad.