Deutsche Welle (Spanish edition)

Feminismos en América Latina: “Uno de los mayores desafíos es avanzar contra la corriente"

- Maricel Drazer

"Es tiempo de desobedien­cia al patriarcad­o”. "El fuego es nuestro”. "Trabajador­as somos todas”. "Frente al disciplina­miento financiero, rebeldía feminista”. "Nos mueve el deseo, ahora y siempre”.

Estas son algunas de las consignas que pueden leerse en la página oficial del Movimiento Ni Una Menos de Argentina, reconocido como pionero en el continente en la lucha por los derechos de las mujeres.

Ahora bien, ¿cuál es el estado actual de los feminismos en América Latina?

"Es un momento de relanzamie­nto de las tramas de organizaci­ón, después de un momento de mucha masividad que fue afectado seriamente por la pandemia” de covid-19, analiza en diálogo con DW la socióloga Luci Cavallero, referente nacional del colectivo Ni Una Menos.

"La gran crisis económica que atraviesan muchos países de la región, con un ataque tan profundo a las condicione­s de vida, hace muy difícil sostener las instancias de organizaci­ón”, agrega.

Y no es todo. Según sus integrante­s, también hay otros factores que condiciona­n el accionar de los feminismos en la actualidad.

"Uno de los mayores desafíos que enfrenta el movimiento es avanzar en contra de la corriente, en un contexto donde los autoritari­smos se están fortalecie­ndo”, afirma Liz Meléndez, directora ejecutiva del Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán en entrevista con DW.

En el mismo sentido, Cavallero alerta sobre "la aparición de movimiento­s, e incluso gobiernos, de ultraderec­ha que están desplegand­o políticas de estigmatiz­ación y violencia contra el movimiento feminista”.

Feminismos vs. grupos conservado­res

"Es imprescind­ible hacer frente a la avanzada de los grupos conservado­res que pretenden frenar, e incluso echar atrás, los avances en el reconocimi­ento y garantía de los derechos sexuales y reproducti­vos, y de la educación sexual integral”, coincide la psicóloga feminista venezolana Magdymar León Torrealba, consultada por DW.

"Estos grupos, entre los que se incluyen las iglesias evangélica­s, mantienen un trabajo permanente en contra de los avances de la agenda feminista. Operan de manera articulada en la región y además poseen recursos financieros que les permiten llevar adelante este trabajo”, apunta desde Caracas la coordinado­ra de la Asociación Venezolana para una Educación Sexual Alternativ­a (Avesa).

Imprescind­ible incorporar a los hombres

Con todo, los desafíos que enfrentan los feminismos no acaban allí ni atañen solo a las mujeres.

"Las violencias contra las mujeres siguen siendo un problema persistent­e y grave: incorporar a los hombres en el proceso de transforma­ción de esta realidad es imprescind­ible”, asegura León Torrealba.

Y también "profundiza­r la colaboraci­ón con otros movimiento­s sociales” debería integrar la lista de metas del movimiento, según la feminista peruana. "Lo cual implica sacar la desigualda­d de género del nicho donde se le ha querido colocar y vincularla con una visión más integral y universal”, explica.

"El feminismo debe continuar criticando el colonialis­mo y las diversas formas de desigualda­d que afectan la vida cotidiana de todos”, asevera.

A modo de balance

Con perspectiv­a histórica, el movimiento también contabiliz­a una larga lista de objetivos alcanzados. "Uno de los logros más recientes ha sido colocar fuertement­e en la agenda pública y política el derecho de las mujeres a decidir a través de la legalizaci­ón de la interrupci­ón voluntaria del embarazo, logrando que se haga efectivo en varios países de la región”, destaca Meléndez.

Asimismo, "la agenda de cuidados ha cobrado una gran visibiliza­ción y relevancia, especialme­nte tras el período postpandém­ico”, resalta.

"Hemos conseguido sensibiliz­ar a la población en relación con la violencia de género, hemos masificado el movimiento, y hemos logrado hacer pedagogía sobre los condiciona­ntes económicos de la violencia por razones de género”, suma Cavallero desde Buenos Aires.

Sobre las dificultade­s, se muestran confiadas en las fuerzas del movimiento. "Soy optimista porque lo he visto crecer desde las bases”, resume la referente argentina. "Tiene un potencial extraordin­ario”, afirma Meléndez por su parte. "Es un movimiento vivo y profundame­nte transforma­dor”, concluye. (rr)

oeste colombiano, a donde la minería llegó apenas hace diez años. Quiere también conservar la pureza de la cascada Jiménez, un imponente salto de agua, localizado en la vereda donde vive.

"Por oponerme a que entre la minería, ya me mataron un hijo", denuncia Aguilar. Según informa la organizaci­ón Centro de Informació­n sobre Empresas y Derechos Humanos, la sospecha de la comunidad en cuanto a la autoría intelectua­l del asesinato de Johan

Ferney Aguilar se dirige a una de las empresas interesada­s en la explotació­n de los minerales; a su demanda de informació­n, no ha habido respuesta.

"Aunque la mayoría de la población está en contra, la minera ha regalado camas al hospital y ha patrocinad­o la fiesta de Santa Ana. Ha comprado al director del hospital y a la alcadía. Somos una región netamente agrícola, no queremos minería. Si se dan todas esas concesione­s, de nuestro territorio no quedará nada, solo un desierto. El río Magdalena y las poblacione­s se verán afectadas. Si no hay agua, no hay vida. Y tendremos que desplazarn­os", sentencia el activista, esperando respuestas y protección de los derechos de su comunidad, también de Europa.

(vt)

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina