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Inflación: ¿Cómo la vencen Europa y EE.UU.?
El anuncio de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) el último miércoles (01.05.2024) de que no bajaría las tasas de interés en el corto plazo no fue una sorpresa. Durante los últimos meses, la infiación ha vuelto a aumentar constantemente, lo que ha causado problemas a las autoridades, los bancos centrales y los inversores, que esperaban varios recortes de tipos de interés en el transcurso de 2024.
El panorama no es muy diferente en Europa. La tasa de infiación de Alemania aumentó más de lo esperado en abril, debido a los fuertes precios de los alimentos y la energía. Esto también redujo las expectativas de que el Banco Central Europeo (BCE) realice varios recortes de tipos este año, como algunos expertos preveían.
Estos datos recientes "no resuelven realmente la cuestión del 'último kilómetro'. La noticia no es mala, pero tampoco tan buena como se podría desear", dice a DW Francesco Papadia, miembro del grupo de expertos Bruegel y exdirector general de operaciones de mercado del BCE.
Ese último kilómetro al que se refiere es reducir la infiación a una tasa constante del 2%, un objetivo que los bancos centrales europeos y estadounidenses comparten desde que abordaron el aumento global de la infiación, que comenzó en 2021 y alcanzó su punto máximo a finales de 2022.
La infiación regresa con fuerza
Entre 2021 y 2023, las crisis del Covid-19 hasta la guerra en Ucrania golpearon fuertemente las tasas de infiación en todo el mundo, alcanzaron sus niveles más altos en décadas. Los bancos centrales respondieron con agresivas subidas de los tipos de interés.
Los tipos de interés en EE. UU. están actualmente en su nivel más alto en 23 años, entre el 5,25 y el 5,5 por ciento, mientras que en la eurozona, el BCE mantiene actualmente los tipos en máximos históricos de entre el 4 y el 4,75 por ciento.
Cómo funcionan los bancos centrales
"Los tipos de interés son la principal herramienta del banco central para infiuir en la economía", afirma el experto Papadia.
"El mecanismo es simple: si aumentan las tasas de interés, bajan las inversiones porque sube el costo de financiarlas y se afecta el consumo, ya que es más probable que la gente retrase el gasto", explica.
Para los bancos centrales dedicados a la estabilidad económica, "los cambios en las tasas de interés son la herramienta más importante", agrega.
Eso ayuda a explicar por qué la Fed y el BCE son tan cautelosos en la actualidad respecto de posibles recortes de las tasas de interés. A finales de 2023 y principios de 2024, las tasas de infiación se acercaban cada vez más al objetivo declarado del 2 por ciento y parecía inevitable que la agresiva política de tipos de interés pudiera revertirse rápidamente.
Sin embargo, con la infiación volviendo a subir, se teme que los recortes de tasas ahora puedan empeorar el problema y elevar aún más la infiación: "Es probable que nos lleve más tiempo ganar confianza en que estamos en un camino sostenible hacia una infiación del 2 por ciento", señaló el presidente de la Fed, Jerome Powell.
Infiación europea vs. estadounidense
En Europa, la infiación parecía estar bajo control razonable hasta que se publicaron los datos de infiación de abril para Alemania y España, que mostraban aumentos del 0,5 y el 0,7 por ciento, respectivamente, en comparación con marzo. Sin embargo, las autoridades del BCE han sugerido firmemente que bajarán las tasas por primera vez en cinco años en su reunión de junio.
En el Reino Unido, fuera de la Unión Europea (UE), pero todavía parte de la economía europea en general, también se esperan pronto recortes de las tasas de interés: "No me atrevería a decir que la infiación se ha controlado, pero las perspectivas son ciertamente menos preocupantes que a mediados del año pasado. Esperamos que el Banco de Inglaterra comience a recortar los tipos de interés en el verano", declaró a DW Andrew Goodwin, economista jefe de Oxford Economics en el Reino Unido.
Si bien las situaciones de infiación en Europa y EE. UU. se refiejan hasta cierto punto, una diferencia clave, según los expertos, es que la infiación europea se ha visto infiuenciada en gran medida por los precios de la energía, mientras que en EE. UU., la creciente demanda respaldada por una economía en auge ha hecho subir los precios nuevamente.
"La situación es diferente en EE. UU., y la economía europea no muestra el mismo grado de dinamismo que la estadounidense", destaca Papadia, experto de Bruegel.
(ct/ju)
de de Panamá debido en gran parte a las protestas ciudadanas.
¿Cómo es la situación en Alemania?
Cuando se habla de minerales o metales, a menudo se dice que también hay en Alemania y que sólo hay que desenterrarlos. Joachim Berlebach no lo ve tan fácil. La extracción de cobre en Alemania es antieconómica, comparativamente poco productiva y "sólo teóricamente" posible.
"En mi opinión, la minería a gran escala en Alemania no es posible debido a la falta de grandes yacimientos y a los prolongados procesos burocráticos. Dependemos de los yacimientos de América del Sur o del Congo". Su respuesta a nuestra pregunta sobre si Alemania podría romper su dependencia de las importaciones de cobre fue breve y clara: "¡No!".
Y no hay alternativas, explica: "Se puede utilizar aluminio para el tendido eléctrico, pero cuando se necesita una bobina, como en una turbina eólica o en un coche eléctrico, no se puede prescindir del cobre", explica Berlebach. "El aluminio tiene sólo alrededor del 65 % de la conductividad del cobre, los cables serían demasiado gruesos".
El precio se mantendrá alto por ahora
El analista del Bank of America
Michael Widmer cree que el alto nivel de precios va a ser permanente para el cobre. "Por supuesto", admite, según Handelsblatt, "puede haber correcciones a corto plazo, pero a largo plazo veo un aumento de los precios". El metal se enfrenta a lo que probablemente será un "superciclo" duradero, explica. Joachim Berlebach tampoco espera que los precios bajen.
Las noticias de Oslo suenan en este contexto como cantos de sirena: el gobierno noruego se está preparando para iniciar la minería en aguas profundas frente a la costa del país. Ya a principios de 2023, la autoridad responsable informó que en aguas noruegas había "cantidades significativas de recursos minerales". No sólo zinc y cobalto, sino también cobre. Pero parece imposible que esto pueda saciar el hambre actual de este nuevo oro rojo.
(lgc/ers)
con sus conclusiones, la sequía provocó un descenso del 8,5% de la hidroelectricidad en todo el mundo durante este periodo. Esto lo vivió también China, el principal productor de esta energía a nivel mundial. En 2022 y 2023, cuando los ríos y embalses chinos se secaron, hubo escasez de energía y el país tuvo que racionar la electricidad.
Según un estudio de 2022, algo más de una cuarta parte de todas las presas hidroeléctricas se encuentran en regiones en las que se prevé un riesgo medio o extremo de escasez de agua en 2050.
La dependencia aumenta la vulnerabilidad
Los países con una gran dependencia de la energía hidroeléctrica son especialmente vulnerables a los efectos del clima, afirma Giacomo Falchetta, investigador del Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados.
La energía hidroeléctrica representa más del 80% de la generación de electricidad de países africanos como la R. D. del Congo, Etiopía, Malawi, Mozambique,
Uganda y Zambia, que también sufren sequías graves.
Falchetta piensa que la solución para estos países es diversificar sus fuentes de energía, incorporando otras tecnologías, como la eólica y la solar. El experto destaca a Ghana y Kenia, dos países que están dejando su elevada dependencia de la energía hidroeléctrica y buscan una "cartera de tecnologías más sólidas".
Según McCartney, del IWMI, la innovación de colocar paneles solares fiotantes sobre el agua de las centrales hidroeléctricas, como lo hacen China y Brasil, tienen un gran potencial: "En algunos casos, basta con cubrir entre el 15 y el 20% del embalse para generar tanta electricidad como con la hidroeléctrica", asegura.
El camino hacia cero emisiones netas
A pesar de los riesgos climáticos asociados, muchos siguen considerando que la hidroelectricidad es fundamental para la descarbonización de la economía: "Yo diría que la hidroeléctrica es una tecnología que seguirá expandiéndose, porque permite suministrar energía barata a gran escala", subraya Falchetta.
Aunque la Agencia Internacional de la Energía predice que la energía hidroeléctrica acabará siendo superada por la eólica y la solar, afirma que seguirá siendo la mayor fuente mundial de generación de electricidad renovable en la década de 2030.
Sin embargo, la agencia prevé que una ralentización significativa del crecimiento del sector en esta década podría poner en peligro las ambiciones de cero emisiones netas.
(ju/ers)