Tips para mantener el agua de la piscina sin impurezas
Si bien se deben regar las plantas, la clave está en determinar la regularidad y cantidad de agua necesaria para no generar un efecto contraproducente.
Es de conocimiento general que se debe regar las plantas, Sin embargo hay que determinar cuáles son las necesidades de cada planta. Entre estas variables hay que tener en cuenta tipo de planta, su edad, período del año, condiciones del suelo y hasta el tamaño de la maceta. Los especialistas explican que regar las plantas demasiado seguido, cuando aún no lo necesitan, puede matarlas porque sus raíces se pudrirán. En tanto que no regar lo suficiente hará que se sequen y también mueran. Las plantas necesitan el agua para vivir en su justa medida, al igual que nosotros.
Lo ideal es regar las plantas cada vez que lo necesiten. Una de las formas de darse cuenta es tocando el suelo. Cuando está seco, es hora de regar. Otro método es golpear la maceta y si suena hueca, necesita agua. Es fundamental entender que el riego se trata de darle agua a la bola de la raíz. Si riegas en la tierra, lejos de las raíces, el riego no será eficaz, es más, no servirá para nada. Otro factor a tener en cuenta es el tiempo. Es que si riegas demasiado rápido, pues la lentitud en estos casos siempre es lo mejor. Para regar, debes apuntar hacia la zona de raíces, pues el follaje no necesita el agua y si mojas las hojas puedes hacer que se enfermen.
CÓMO CALCULAR LA CANTIDAD
Se debe regar lentamente hasta que el agua sale por debajo de la maceta, eso garantiza que las raíces se hayan mojado y que tienen el agua suficiente. Luego, retira el agua del platillo que se encuentra debajo de la maceta, si es que lo tiene.
Recuerda que es importante que las macetas tengan abajo agujeros para drenar el agua sobrante del riego y que éstos no deben estar tapados, ni siquiera por las raíces. Si ves que por los agujeros asoman las raíces es hora de trasplantar hacia una maceta más grande.