Más tensión: Trump cancela cumbre con líder norcoreano
EL PENTÁGONO ESTÁ “LISTO PARA RESPONDER” CUALQUIER PROVOCACIÓN
Confirmó que mantendrá las sanciones, incluso después de que Corea del Norte destruyera los túneles de su centro de pruebas atómicas, camino a su desnuclearización
El presidente estadounidense, Donald Trump, canceló la cumbre del 12 de junio con el líder norcoreano, Kim Jong-un, amenazó a Corea del Norte con una respuesta militar si actúa de forma “imprudente” e incluso el Pentágono adelantó que está “listo para responder” a eventuales provocaciones.
El anuncio de Trump fue súbito, lo hizo con una carta dirigida a Kim en la que se refería a la “abierta hostilidad” reciente de Pyongyang, aunque también sugirió la posibilidad de reprogramar la cumbre, algo que la Casa Blanca desestimó luego.
“Tristemente, en base a la tremenda ira y abierta hostilidad mostrada en su comunicado más reciente, creo que es inadecuado, en este momento, mantener esta reunión”, le dijo Trump a Kim.
En los últimos días, Pyongyang había criticado que en esa planeada cumbre en Singapur, el gobierno estadounidense tratara de imponerle un modelo de desnuclearización “unilateral”, como el acordado entre EE.UU. y Libia en 2003.
Ayer la viceministra de Exteriores norcoreana, Choe Sonhui, desestimó frases del vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, a Fox News sobre ese modelo de desnuclearización, calificándolas de “ignorantes” y “estúpidas”.
Ayer también, el régimen norcoreano desmanteló su centro de pruebas nucleares de Punggye-ri ante periodistas de varios países –incluyendo de EE.UU.–, en una muestra del régimen de su nuevo compromiso con la desnuclearización de la península coreana. Por el momento, EE.UU. mantendrá sus sanciones respecto a Pyongyang y su “campaña de presión máxima” contra ese régimen, recalcó Trump. Instantes después en Seúl, el presidente surcoreano, Moon Jae-in, convocó una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad Nacional (NSC), a la vez que consideró “muy lamentable y desafortunada” la cancelación de la cumbre. “Estamos intentando descifrar las intenciones del presidente Trump y el significado exacto de las mismas”, explicó el portavoz presidencial surcoreano, de lo que se infirió que su gobierno no conocía por anticipado la decisión de Trump.
La Casa Blanca achacó la cancelación a “una serie de promesas rotas” por parte de Corea del Norte, como su falta de respuesta a los intentos de Washington de preparar la reunión. Un alto funcionario de la Casa Blanca, que pidió el anonimato, indicó en conferencia de prensa que Corea del Norte se comprometió a acudir a una reunión preparatoria de la cumbre y Trump envió para ello a una delegación la semana pasada.“(los estadounidenses) Esperaron y esperaron, pero los norcoreanos no aparecieron. Los norcoreanos no nos dijeron nada, simplemente nos dejaron plantados”, aseguró. Luego EE.UU. trató “numerosas” veces de comunicarse con Pyongyan sin éxito.