Argentina le enseña a Turquía cómo detener una corrida cambiaria
El gobierno turco tardó mucho en subir las tasas y son limitadas las reservas disponibles para apuntalar la lira. Se esperan más turbulencias
LAS RESPUESTAS DE AMBOS PAÍSES FRENTE AL DERRUMBE DE SU MONEDA FUERON TOTALMENTE DIFERENTES
Un curioso beneficiario del precario estado de la lira turca es el peso argentino. No porque los inversores estén trasladando inversiones de Ankara hacia Buenos Aires, sino porque el derrumbe de la lira ayuda a cambiar las percepciones sobre el peso. La moneda de Argentina le cedió a la lira el duro foco de atención que se está poniendo en el mercado emergente. En las últimas diez jornadas bursátiles, el peso se estabilizó y subió 3% mientras que la lira siguió alcanzando nuevas profundidades contra el dólar estadounidense.
Los inversores que evalúan si la liquidación de la lira es exagerada deberían comparar la reacción de las autoridades y gobiernos de Argentina y Turquía. El banco central argentino buscó enfrentar la caída del peso mediante la intervención en el mercado cambiario y subas en las tasas de interés, que llegaron a 40%. El gobierno de Macri también está negociando con el Fondo Monetario Internacional las condiciones para una asistencia financiera.
Mientras tanto, la administradora de fondos de bonos Franklin Templeton ofreció su respaldo a Argentina mediante la compra de bonos del gobierno por u$s 2250 millones”.
La caída libre de la lira el miércoles reflejó la falta de respuesta. El banco central turco durante semanas estuvo aparentemente paralizado dado que el presidente Recep Tayyip Erdogan se oponía fuertemente a elevar las tasas de interés, y el país tiene una cantidad limitada de reservas a su disposición para apuntalar su moneda.
“Las respuestas de Argentina y Turquía frente a la crisis cambiaria en ciernes no podían ser más distintas”, señaló Marc Chandler de Brown Brothers Harriman.
Finalmente, el banco central de Turquía subió las tasas de in- terés recién a última hora del miércoles, lo que detuvo el derrumbe de la lira. Pero la respuesta llegó tarde. La moneda turca sufrirá más turbulencias. Cuando el presidente inicie su campaña electoral el jueves, el mercado probablemente ponga a prueba la voluntad del banco central de avanzar más.
Argentina está lejos de estar a salvo. Están en la memoria los errores de política y, tal como dice Goldman Sachs, el mes pasado dejó una “cicatriz financiera” que hará que los inversores exijan una prima de riesgo superior a la que antes pedían para volver.
Pero hay una creencia subyacente entre los inversores de que Argentina puede salvar una mala situación. “Creemos que todavía se mantienen los argumentos para invertir en deuda soberana argentina”, dicen en Neuberger Berman, un grupo de gestión de inversiones, con la confianza de que el gobierno podrá avanzar con la reforma.
Esa declaración está muy lejos de lo que sienten los inversores en cuanto a Turquía.
“Creemos que todavía se mantienen las condiciones para invertir en deuda soberana argentina”