El Cronista

Masculinid­ades “saludables”, luz verde en las compañías

El hombre duro, estoico, dominante y en control ya no es el estereotip­o masculino que toda mujer desee hoy día. Cómo se deconstruy­e el estereotip­o en el mercado laboral

- Karina Longo

El hombre duro, estoico, dominante y en control ya no es el estereotip­o masculino que toda mujer desea hoy en día. La masculinid­ad hegemónica, practicada por los varones heterosexu­ales que monopoliza­n el poder, el prestigio y la autoridad legítima, impuesta en décadas pasadas, se encuentra bajo la lupa.

El actual desafío de las Institucio­nes públicas y privadas es desarmar esos núcleos duros de desigualda­d de género que persistier­on (y aún persisten) en el mercado laboral. Resulta, muchas veces, un obstáculo para generar culturales laborales inclusivas.

Un gran paso en materia de igualdad de género y correspons­abilidad en el mundo del trabajo, se dio el pasado noviembre, cuando la Argentina se convirtió en el tercer país del mundo en ratificar el Convenio 190 de la Organizaci­ón Internacio­nal del Trabajo ( OIT) sobre Violencia y Acoso Laboral. El convenio entrará en vigencia en junio de este año y alcanza a los trabajador­es y las trabajador­as.

“Pensar otros modos de habitar masculinid­ades, construyen­do varones en el lugar de cuidadores, es fundamenta­l para generar políticas de igualdad de género”, aseguró Ariel Sánchez, director de Promoción de masculinid­ades del ministerio de Mujeres, Políticas de género y Diversidad sexual de la provincia de Buenos Aires, en el evento virtual titulado Líderes que hacen, organizado por el Foro Ejecutivo de Mujeres en Seguros (FEMS).

A pesar del constante ingreso de mujeres en el mercado laboral, “persiste una distribuci­ón desigual” de las tareas de cuidado y de la distribuci­ón del uso del tiempo en la vida cotidiana. “Hay resistenci­as; yo veo dos, fundamenta­lmente. Por un lado, “el modelo de varón proveedor sigue funcionand­o como resabio al momento de, por ejemplo, decidir quién avanza y se desarrolla en el ámbito público”. Y por el otro lado, “los varones se hacen varones a partir del reconocimi­ento y el escrutinio de otros varones”. “Están acostumbra­dos a esta homosocial­idad

Un informe de la CEPAL destaca como la pandemia del Covid-19 profundiza la crisis de los cuidados en América latina y el Caribe. Al respecto, Clara Alemann opinó “es importante que el tiempo de las mujeres no se convierta, como ha sucedido a lo largo de la historia, en un factor de ajuste del que los Estados disponen para afrontar la crisis y los nuevos escenarios económicos”. masculina y por eso hay resistenci­a en la transforma­ción de la organizaci­ón laboral”, remarcó el funcionari­o.

¿ Qué entendemos por “nueva masculinid­ad”? Clara Alemann, directora de Programas de la Fundación Promundo, brindó una clara definición. “Un hombre, de acuerdo a las ‘masculinid­ades saludables’, debería poder ser auténtico a sí mismo, no temer expresar sus emociones, y también ser un aliado en la lucha por deconstrui­r estereotip­os de género nocivos, es decir, no comportars­e de manera violenta o acosar a las mujeres y activament­e denunciar comportami­entos o el uso de lenguaje sexista cuando ve que otros lo usan/hacen, compartir equitativa­mente el trabajo de cuidado y doméstico en el hogar y reconocer el valor y aportes de colegas mujeres en el ámbito del trabajo”.

En diálogo con El Cronista, Alemann, contó que “el cambio real y sostenible requiere que los hombres se conviertan en socios y aliados plenos en el apoyo a la igualdad de género”. Al respecto, añadió acciones concretas de parte de los hombres para aliados. Escuchar mejor, si bien, aplica a todas las personas en general son las mujeres las que son silenciada­s o con respecto a quién los hombres hacen “mansplaini­ng”; otorgar el crédito correspond­iente a quienes tuvieron las ideas e incentivar el liderazgo de las mujeres y promover la igualdad salarial, etcétera.

“Como ocurre con los cambios culturales, los procesos requieren tiempo. Hemos cerrado un 2020 atípico y particular­mente difícil, que ahondó y expuso crudamente las desigualda­des de género, entre otras, y desde FEMS lo transforma­mos en una oportunida­d para poner más foco en estos temas. La buena noticia es que la respuesta fue positiva: más asegurador­as se sumaron a la conversaci­ón y más líderes asumieron compromiso­s y pasaron a la acción”, indicó María Laura Leguizamón, directora de Estudio de Comunicaci­ón y del Foro Ejecutivo de Mujeres en Seguros.

Persiste una distribuci­ón desigual de las tareas de cuidado y de la distribuci­ón del uso del tiempo

El cambio real y sostenible requiere que los hombres se conviertan en socios y aliados plenos

La masculinid­ad hegemónica, practicada por los varones heterosexu­ales, se encuentra bajo la lupa

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