Malamud: “El que ahorra en pesos no es patriota, es patético”
DEBATE DE POLITÓLOGOS SOBRE EL PAÍS
EL CRONISTA EN MAR DEL PLATA
El primer panel del 54º Coloquio IDEA, en Mar del Plata, dejó importantes análisis de los politólogos que compartieron la charla con Sergio Berensztein bajo el lema “Pensando Argentina”. Pero los dichos más fuertes, con artillería que apuntó al empresariado y a la clase política, las pronunció Andrés Malamud, investigador principal de la Universidad de Lisboa, que compartió espacio con Santiago Kovadloff, Dulce Santiago y María Esperanza Casullo.
“Estoy incómodo con el concepto de cambio cultural que se propone aquí. Por tres razones. Está demasiado pegado al plan del Gobierno y podemos pensar que está ligado. Otro motivo es que los problemas no son morales, sino políticos.
Y en tercer lugar es que el cambio cultural lo querían hacer líderes como el Che Guevara o Mao (Tse Tung). El único cambio cultural que me parece aceptable es el que se hace en primera persona”, comenzó Malamud. Y planteó algunas hipótesis a partir de las que sustentas algunos fracasos argentinos. “En Argentina el que ahorra en pesos no es patriota, es patético. Ustedes lo saben porque son empresarios. Yo lo sé porque le pasó a un amigo”, ironizó.
Fue más allá refiriendo a una autocrítica como sociedad que, cree, se debiera hacer. “Si en Argentina vimos la corrupción no es porque vimos la luz. Es porque estamos yendo presos”, afirmó. Destacó, por otro lado, que “los argentinos funcionamos bien el exterior”, aunque “funcionamos mal juntos”. “El problema es cuando tenemos que actuar entre nosotros y no nos confiamos”, dijo.
Cuestionó el discurso del Gobierno, también. Definió como peligroso que se haga foco desde Casa Rosada en que “íbamos camino a ser Venezuela”. Y ejemplificó: “Venezuela es una dictadura, es lo mismo que decir ‘Macri, basura, vos sos la dictadura’”. Y cerró, en un mensaje antigrieta, en que “el cambio cultural es que Fernando Iglesias se tome un café con Juan Grabois”, citando como contrapuntos al diputado de Cambiemos y al líder del movimiento social CTEP.
Los expositores que precedieron a Malamud también realizaron sus aportes para pensar al país. Se sirvieron de la historia para ver de qué manera llegamos a este lugar, e hicieron foco tanto en los logros como en los sinsabores.
Kovadloff hizo hincapié en el fracaso, y sostuvo que “hay una fascinación extraordinaria en “Pensar Argentina”, el panel de los politólogos en IDEA
el relevo de lo que no se pudo hacer”. Consideró que la Argentina está “hipotecada”, ya que tiene deudas impagas desde su inicio, como el federalismo o la supeditación de la política a la ley. Y destacó la importancia de la Justicia en este momento, que según él está cambiando: “Tenemos que lograr que el poder no sea sinónimo de absoluto y volver a ser un país constitucional, donde la palabra ordena los límites de la acción política”.
Casullo, por su parte, remarcó los éxitos. Explicó que la Argentina no es un país fracasado, y resaltó algunos hitos a lo largo de la historia, como la integración social: “En 1900, casi la mitad habían nacido en el extranjero y muchos no hablaban castellano”. También destacó la escuela pública, presente en todo el país. En los salones del Coloquio de Idea, las pantallas proyectaban videos de personas hablando de los empresarios y de su imagen en la sociedad. “Siempre piensan en su beneficio”; “Cuando sube el dólar, aumentan los precios, y cuando baja, nunca disminuyen los precios”; “No les creo nada”.
Estas y otras frases retumbaban en la sala por parte de estas personas elegidas para graficar lo que la sociedad piensa del establishment. Y el remate fue una encuesta realizada por Luis Costa & Asociados que afirma que, sobre 500 casos, la imagen positiva de los empresarios es del 22% en