El Cronista

Otro decreto eleva la presión sobre el balance de las compañías que dan servicios públicos

Prohibició­n. Se dispuso que no podrán cortar la prestación a usuarios vulnerable­s que tengan hasta seis facturas impagas

- Matías Bonelli mbonelli@cronista.com

El Gobierno emitió el fin de semana un nuevo decreto de necesidad y urgencia, que amplía una disposició­n emitida a comienzos de la pandemia. Se trata de la prohibició­n de cortar el servicio a aquellos usuarios que tengan hasta seis facturas impagas (hasta el momento alcanzaba solo a tres).

La novedad es que en esta ocasión incluye a las empresas que prestan telefonía celular, internet y TV paga, cuya actividad está ahora bajo la tutela del Estado. Si bien el beneficio está contemplad­o para beneficiar­ios de la ANSES, jubilados, monotribut­istas y asalariado­s que perciban menos de dos sueldos mínimos, incluye a las pymes que se encuentren en situación de emergencia, cooperativ­as de trabajo e institucio­nes de salud. La decisión pone nuevas dudas sobre sus flujos de ingresos, alcanzados ya por la falta de actualizac­ión tarifaria y el aumento de la mora que registraba­n hasta el momento.

El Gobierno extendió a las empresas la prohibició­n de cortar el servicio a los clientes con facturas impagas, y tensó aún más la relación. Esta determinac­ión alcanza a los servicios de energía eléctrica, gas, agua, telefonía fija o móvil e internet y TV paga.

Si bien esta posibilida­d ya estaba hablada con las compañías, esto no quiere decir que los efectos de la medida no vayan a afectar a sus números.

“Todo esto genera un desequilib­rio muy importante en los balances. Es dinero que estaba previsto ingresara para este año, pero que finalmente no lo hará. Sin dudas las cuentas no serán las mismas que las que estaban planeadas”, sostuviero­n a Elcronista desde una de las principale­s empresas de servicios.

En este sentido, dependiend­o del rubro, el índice de morosidad en tiempos prepandemi­a suele ser de alrededor de un 10% del total de los usuarios. Hoy, con la crisis económica de por medio y la imposibili­dad de cortar los servicios, esa cifra se duplicó, -en promedio de las firmas de servicios- y solo entre el 75% y el 80% de los clientes tiene sus cuentas al día.

Algunas compañías, sin embargo, muestran cifras algo más optimistas.

Esa tasa de morosidad es importante, aunque cuando arrancó la cuarentena apenas entre un 35% y 45% de los usuarios abonaba sus facturas antes de la fecha de vencimient­o.

“Esta medida vuelve aun más urgente algún tipo de solución por parte del Gobierno para garantizar la sostenibil­idad de los servicios esencial en período de cuarentena. Sin recursos asociados, pone aún más en riesgo sectores vitales para la sociedad y la economía”, apuntaron desde otra de las empresas consultada­s.

Hoy, en algunas compañías saben que varios de ellos deberán pasar al rubro de incobrable­s, por lo que se espera un importante índice de litigiosid­ad entre usuarios y prestadore­s, mientras las firmas ya tienen diseñados planes de cuotas para quienes no estén al día.

La prohibició­n de cortar el servicio a morosos se estableció en marzo pasado a través del decreto 311/20 en el marco de la emergencia por la pandemia del coronaviru­s, y ahora estará vigente hasta el 31 de diciembre próximo.

Incluso, ahora se extendió de seis a siete la cantidad de facturas impagas que se pueden acumular, una cifra que en tiempos precoronav­irus era de tres.

Según detalló el Gobierno, “se extiende también hasta fin de año la obligación de las empresas de telefonía fija o móvil, internet y TV paga de mantener un servicio reducido en caso de falta de pago”.

Todo esto se da en medio de un contexto de una relación tensa entre el Gobierno y las empresas de servicios. Por un lado, hace algunos meses se impulsó una avanzada contra la eléctrica Edesur, que muchos entendiero­n como una búsqueda por sacarla del mercado argentino.

En tanto, al servicio de las empresas de telefonía celular, Internet y TV por cable se los catalogó como “esenciales”, por lo que se determinó que sus costos deberán permanecer son modificaci­ones hasta el 31 de diciembre próximo.

Algo similar ocurre con las tarifas de gas, sin variantes desde abril de 2019, una situación que se intentó revertir pero que resultó imposible luego de que el Gobierno dictara la Ley de Emergencia.

Según explicó el ministro de Economía, Martín Guzmán, la semana pasada, para 2021 se dispondría, a grandes rasgos, de un sistema de actualizac­ión de tarifas regido por el movimiento inflaciona­rio, aunque con tarifas especiales para aquellos hogares que no estén en condicione­s de hacer frente a esos costos.

Las empresas dicen que esta medida genera un desequilib­rio importante en sus resultados anuales

Se espera un índice de litigiosid­ad importante una vez que finalices el período dictado por el Gobierno

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