Vieron la oportunidad y van a fabricar vajilla de salvado de trigo
“Todo empezó con mi casamiento. Le dije que nuestra fiesta en Bonifacio natal, Provincia de Buenos Aires, sería con elementos ecofriendy. Buscando, encontramos a la empresa polaca Biotrem”, recuerda Abdon Zavaleta la semilla que inició lo que ahora es Ecotown, emprendimiento que vende vajillas compostables hechas de salvado de trigo.
Luego del evento, la fábrica del viejo mundo y Zavaleta, intercambiaron información respecto a la tecnología, sus productos, información del mercado local, y proyecciones comerciales y regulatorias sobre plástico de un solo uso.
Tras evaluarlo, Zavaleta dicidió, junto a su socio Diego Adamson, que era una oportunidad y comenzaron a vender en la Argentina productos de Biotrem: platos y cubiertos producidos con salvado de trigo y maíz. La segunda etapa sería fabricar localmente y así abaratar los costos, generar valor agregado y también disminuir la huella de carbono, al no traer los productos en barco.
“Si la relación comercial sólo era por importar, no lo hacíamos. Porque nuestra idea parte de un concepto verde, de desarrollo sustentable, tanto económico como ambiental. Ecotown no es solo la vajilla, también estamos en proyectos de forestación. Y desde lo social, participamos en proyectos de paridad de género y diversidad”, afirma Zavaleta.
La inversión inicial para el desarrollo del negocio de la vajilla biodegradable fue de unos u$s 400.000, mediante un crowdfounding privado, destinado en mayor medida en la compra de mercadería en cantidades como para poder responder a la demanda.
“Una de las cuestiones principales que nos motivó a traer esta solución, es que el salvado de trigo abunda en la Argentina”, explica Zavaleta.
Si bien reconocen que aún es un mercado nicho, creen que dejará pronto de serlo por el aumento en la conciencia verde a nivel consumo y que las empresas, tarde o temprano, tendrán que adaptar sus matrices de producción.
Además, desde Ecotown destacan que siguen atenta la evolución del proyecto de ley de la diputada Brenda Austin que pretende la regulación de los plásticos de un sólo uso de manera progresiva. “Ya existen municipios que reglamentaron su utilización mediante ordenanzas como Pinamar o Ushuaia”, sostiene Zavaleta.
La empresa hoy importa 3 tipos de platos playos, 2 bowls hechos 100% de salvado de trigo orgánico. “Es como una galletita de salvado sin aditivos, se pueden comer y se biodegradan en 30 días a la intemperie y por medio del compostaje, desaparecen en menos días. El principal beneficio es el reemplazo de vajilla descartable de plástico de un solo uso. Se puede cocinar en ellos hasta los 180 grados en horno y son aptos para el freezer y microondas”, detalla.
Para el último trimestre del año, estiman tener recipientes de doble tapa para delivery, vasos biodegradables y vajilla apta celíacos. Y para 2021, la empresa ya trabaja en la instalación de la planta para la producción a nivel local. “Esto nos bajará los costos y podremos vender más, porque seremos más competitivos. Así, aspiramos a ir ganándole share al plástico tradicional y facturar $ 100 millones”, concluye Zavaleta.