UNA OPORTUNIDAD DE ORO
—Sí. Tengo ir con una mejor experiencia de cliente; tengo que ir con mi agenda digital. Pero, también, repensar mi negocio para una Argentina empobrecida. La otra agenda es delivery. Correr el negocio con más eficiencia; hacer más con poco. Esta es de development: cómo cambio el negocio.
—Con un país que se achica, se empobrece, es esperable que ese proceso de transformación también signifique una depuración.
—En cada sector, claramente, habrá depuración y consolidación de empresas, en función de quiénes consigan reconvertirse y quiénes no. Hoy, todos crecen en e-commerce y digital. Pero, si el de al lado tuyo crece 10 veces más que vos, debería darte miedo. Una Argentina en mayor dificultad te achica el mercado. Con lo cual, dará espacio para menos players. Las economías de escala replantean las reglas. Para
— Por su trabajo, tiene conversaciones frecuentes con CEOS. ¿Qué temas surgen? —Uno de los debates es cómo se mantiene el liderazgo con tantos meses de cuarentena. Por ejemplo, ayudar a las personas a preguntarse de dónde sacan hoy la energía que, antes, les generaba una reunión grupal, un almuerzo, cruzarse en un pasillo. Las áreas de gestión de personas tendrán que cambiar significativamente. Esa es agenda de los CEOS; no se la puede dar a Recursos Humanos. Tienen que ser ellos los que piensen en experiencias distintas para liderar a sus equipos. Ya no es más worklifebalance. Ahora, es un círculo: lo que hago en el trabajo me tiene que dar energía para mi casa y a la inversa. Va a ser un gran desafío para los CEOS reconvertir y recrear culturas a partir de menores interacciones físicas. Vamos a sentir mucho esa falta. Los CEOS deben tener motivación y energía altas. Si están bien, podrán ayudar a otros.
“Lo del coronavirus será, cada vez, más larga. Con lo cual, hay que reconvertirse. Es el mejor momento para cambiar”