Dos mitos albertistas: del “‘milagro” de Portugal a los “superpoderes” de Merkel
Dos nuevos mitos edificados por Alberto Fernández y tomados de la política exterior para el armado de su poder interno se vieron rápidamente desintegrados por su comparación obsoleta con la Argentina: la idea del “milagro económico” de Portugal y los “superpoderes” de la canciller alemana Angela Merkel para enfrentar la pandemia.
En su paso por Lisboa el Presidente abrazó el ejemplo de Portugal para encarar las negociaciones con el FMI y salir a flote de una economía al borde del colapso, tras reunirse con el primer ministro, el socialista Antonio Costa, y elogiar los logros de la economía luego de un rescate de deuda de más de 78.000 millones de euros.
Sin embargo, la estrategia encarada por Costa empezó en el 2011 con su predecesor, el socialdemócrata, Pedro Passos Coelho, quien inició una dura reducción del déficit del 11,5% al 4,5%, sumado a un recorte del empleo público y cuatro años de ajuste o “austeridad europea”, como le gusta llamar a Bruselas a los planes de alineamiento con los mandatos de la Unión Europea.
Coelho no sólo hizo un recorte del 28% del empleo público y llevó la austeridad al máximo exponente de la historia portuguesa. También contó con el aval del Banco Central europeo para llevar adelante una tasa del 2% para el pago de la deuda con el FMI y por sobre todas las cosas hubo un “milagro” en Portugal que la Argentina está lejos de poder imitar: la continuidad de políticas de Estado.
Cuando asumió Costa en el 2015 fruto de una coalición partidaria del socialismo con el comunismo y la izquierda, decidió mantener los lineamientos económicos de Coelho. Continuó el plan de ajuste fiscal en Portugal que le permitió pagar la deuda con el FMI y cumplir los mandatos de la banca europea. No sólo eso. También siguió en el camino del ajuste fiscal y nunca pudo emitir moneda. Pero nada de esto lo menciona Fernández.
“La salida de los portugueses no se puede comparar con la Argentina ya que allí hubo políticas de Estado y un acuerdo de partidos que se mantuvo en el tiempo con políticas de austeridad”, explicó a Elcronista el ex embajador argentino en Lisboa durante el macrismo, Oscar Moscariello.
Nada del “milagro” portugués hubiera sido posible sin recorte del gasto público, austeridad y apego a las normas de Bruselas. Costa contaba a sus allegados que prefería gobernar con una alianza con partidos ajenos a su fuerza política con el comunismo o la izquierda para poder tener mayores controles de su gestión. Toda una muestra exótica de hacer política en el caso de la Argentina.
Por otro lado, el gobierno acaba de fundamentar en varias oportunidades que el proyecto de ley enviado al Congreso para otorgar facultades extraordinarias en el manejo de las restricciones por la pandemia se tomaron en gran medida por el ejemplo de Merkel. A diferencia de la Argentina, en Alemania se aprobó una ley federal especial para encarar la tercera ola de contagios de Covid-19 con una amplia mayoría parlamentaria. La norma para imponer mayores restricciones en medio de la pandemia se ejecutan así bajo la coordinación de Merkel con los Länder (estados federados) y el Parlamento, para crear una aceptación política mayoritaria.
La normativa alemana sostiene que si un distrito supera una incidencia de 100 nuevas infecciones por cada 100.000 habitantes en tres días consecutivos, se aplicarán allí medidas federales adicionales y uniformes a partir del día siguiente (“freno de emergencia”). Es decir, ya no decide el alcalde o el gobernador, se toman medidas federales automáticamente.