Generosas prestaciones sociales de Biden desalientan el empleo
Las compañías estadounidenses no consiguen cubrir puestos vacantes tras un año de pandemia. Lo atribuyen a los abultados seguros de desocupación, los cuales se dejarán de pagar en septiembre
El presidente Joe Biden defendió el lunes su trayectoria económica mientras al mismo tiempo los datos de empleo en EE.UU. muestran un par de hechos desconcertantes: millones de personas siguen desempleadas tras perder el trabajo durante la pandemia, pero las empresas dicen que no consiguen suficiente personal.
La dificultad de las compañías para conseguir empleados generó un polémico debate sobre las posibles causas, en el que los republicanos y algunas figuras del mundo empresario afirman que las prestaciones por desempleo tan generosas desalientan la búsqueda de empleo.
Aseguran que se debe principalmente a que la administración Biden amplió en u$s 300 semanales el seguro de desempleo. En los estados que pagan más, las prestaciones ascienden a u$s 600 semanales, el equivalente a casi u$s 16 por hora. Eso es más del doble del salario mínimo federal.
La inesperada dificultad para encontrar personal amenaza con descarrilar lo que muchos economistas y empresarios esperaban que fuera una sólida recuperación económica.
En su discurso en la Casa Blanca, Biden aseguró que su plan económico está “funcionando” a pesar de que el mes pasado se desaceleró la creación de empleo. En abril las compañías contrataron a 266.000 empleados, mucho menos que el millón que esperaban los economistas.
Insistió en que no hay “muchas pruebas” de que la ampliación del seguro de desempleo, como parte de su plan de estímulo, estuviera desalentando el trabajo.
Los empresarios sostienen que la escasez de mano de obra es real en sectores como servicios gastronómicos, transporte y construcción.
Los propietarios de franquicias de la cadena de autoservicios 7-Eleven rogaron a la compañía que no los obliguen a volver a operar las 24 horas porque no consiguen personal para el turno noche.
Los gerentes de un Mcdonald’s de Texas con poco personal colocaron un cartel en la zona del Auto Mac pidiendo paciencia porque “ya nadie quiere trabajar”, lo que hizo famoso al restaurante en Tiktok.
El mayor riesgo que implican las tareas laborales presenciales durante la crisis de Covid llevó a que muchos empleados con salarios bajos se replantearan si vale la pena trabajar por ese dinero, contaron algunos activistas laborales y economistas. Para quienes tienen hijos, los constantes cierres de algunas escuelas y guarderías han dificultado aún más la vuelta al trabajo.
Los grupos liberales sostienen que hay una forma sencilla de atraer a más trabajadores: pagar más.
Los datos del Departamento de Trabajo de Estados Unidos indican que algunas compañías empezaron a hacer precisamente eso. Las empresas de entretenimiento y hotelería subieron los salarios en abril, aunque los ingresos siguen por debajo de la tendencia anterior a la crisis.
Otros están yendo más allá. Uber lanzó su propio programa de “estímulo” de u$s 250 millones para atraer a nuevos choferes. La empresa señaló que tiene 22% menos de conductores que a esta altura del año pasado, a pesar de que la demanda de los usuarios había aumentado, lo que hizo que suban las tarifas.