Marcó Del Pont reabrió un debate: ¿la baja de impuestos sirve para atraer inversiones?
Para la responsable de la AFIP, una reforma tributaria con menores alícuotas no ayuda a estimular la actividad. Los expertos ponderan el factor riesgo y el peso de los impuestos que otros países no cobran
“Reducir impuestos no sirve para estimular la inversión”, aseguró Mercedes Marcó del Pont, titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos ( AFIP), el último martes en declaraciones al canal IP. Planteó que “toda la política tributaria, desde que asumió el Gobierno, se fue moviendo hacia un régimen mucho más progresivo” y afirmó que la administración de Alberto Fernández “desanduvo la reforma tributaria que había hecho (Mauricio) Macri”, a la que calificó como “muy regresiva”.
Para el especialista Ezequiel Passarelli, “los impuestos son una parte muy importante de la ecuación porque hacen bajar la ganancia para el inversor. Pero definitivamente no son la única cuestión a considerar. Hay que mirar también la otra variable: el riesgo”.
“No se puede comparar peras con manzanas. Así como tampoco se puede comparar una inversión en Afganistán (riesgo sumamente alto) con una inversión en Estados Unidos (riesgo sumamente bajo). Tenemos que comparar Afganistán con Irán, EE.UU. con el Reino Unido -enfatizó Passarelli-. Ahí sí, cuando comparamos inversiones en países de riesgo similar, miramos la variable rentabilidad (en donde impactan los impuestos). Si en EE.UU. pagan cero impuesto, contra el Reino Unido donde pagan 50% por la misma inversión, seguramente decidamos invertir en EE.UU., porque vamos a ganar más.”
Asimismo el experto citó como ejemplo el caso de Irlanda, país del primer mundo, “con todas las condiciones ideales para vivir, para trabajar. Bajó los impuestos (tasa corporativa del 12,5%). ¿Qué pasó? Todas las grandes empresas de tecnología se mudaron allí, porque comparativamente les convenía estar en Irlanda más que en Italia, España o Alemania”.
En una línea similar, el director de Anker Latinoamérica,
Martín Vauthier, consideró que lo que tiene mayor repercusión cuando se habla de inversión en Argentina es, por un lado, la falta de incentivos y la distorsión de precios relativos y, por el otro, el alto riesgo.
“Argentina hoy tiene un nivel de presión tributaria sobre los sectores formales más alto que lo que muestra el promedio y es elevado en comparación con países de ingresos similares. Y también es elevado en relación con la calidad de servicios públicos que brinda el Estado”, resaltó.
De acuerdo con sus dichos, la baja de impuestos no deriva “automáticamente” en un aumento de la inversión. Empero, considera que sí puede ser un factor a la hora de incluirlo en un programa económico consistente que permita dinamizar la inversión.
“Los impuestos a bajar o eliminar para dinamizar la inversión son los más distorsivos: impuestos brutos - que gravan facturación, ni siquiera gravan valor agregado o Ganancias-; los derechos de exportación y el impuesto a los créditos y débitos”, señaló el economista de Anker.