AYSA buscará que las subas del agua igualen a las de la luz y el gas
La empresa pública Agua y Saneamientos Argentina (AYSA) pedirá hoy en una audiencia pública -a partir de las 10- que sus tarifas de agua y cloacas tengan un aumento del 32%, en dos cuotas: 20% a partir del 1 de julio y otro 10% acumulativo a partir del 1 de octubre.
Pero como esa cifra se quedará largamente por debajo de la inflación de este año (estimada entre 65% y 70% según consultores y economistas), las autoridades de AYSA vienen trabajando con el Gobierno para que les habilite más adelante otra suba de tarifas, para al menos equiparar el incremento de la energía (luz y gas), que este año llegará a casi el 43% para la clase media.
Las tarifas de agua y cloacas están congeladas desde mayo de 2019. Desde entonces, la inflación sumó más de 230% en tres años pese a que algunos precios regulados de la economía se movieron muy por debajo del resto.
Aysa brinda servicios a más de 3,2 millones de hogares en la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano. La factura promedio mensual por el agua y la cloaca es de $ 312 con impuestos incluidos y en la empresa destacan que el 90% de los hogares abonan menos de $ 518, por lo que los servicios de agua y saneamiento son los más baratos entre todos los de red (gas, electricidad, televisión por cable, internet y telefonía móvil).
Además, el 10% de los usuarios domiciliarios de mayor facturación (por viviendas de gran superficie en zonas de alto valor inmobiliario o con consumos muy elevados) pagan en promedio $ 858.
Con todo, después de los aumentos de tarifas previstos -si son aprobados y ejecutados en los tiempos pautados-, desde julio la factura media pasará a $ 744,10 más impuestos, y a partir de octubre el promedio será de $ 818,60, sin los impuestos incluidos.
El déficit de Aysa está previsto en unos $ 137.000 millones para todo el 2022. El dinero para cubrir el rojo sale de la caja del Tesoro, ya que el Estado Nacional
aporta subsidios para la operación de la firma.
Ocurre porque la empresa estatal espera contar con ingresos tarifarios por $ 33.633 millones, en tanto que los gastos se proyectan en $ 170.460 millones (entre los costos de operación por $ 96.756 millones y las inversiones en mejores y mantenimientos por $ 73.704 millones), según un documento que presentó la presidenta de Aysa, Malena Galmarini, el 4 de marzo ante el Ente Regulador de Agua y Saneamientos (ERAS), que depende del Ministerio de Obras Públicas.
La empresa pública tiene sus tarifas congeladas desde 2019 y un déficit previsto de casi $ 135.000 millones