El Cronista

Los bancos centrales buscan el ‘punto justo’ de las tasas para frenar la inflación

Los bancos coinciden en la necesidad de subir las tasas de interés, pero la neutralida­d –el punto donde se puede controlar la inflación sin retraer demasiado la actividad– es difícil de encontrar

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Casi todos los banqueros centrales de Estados Unidos y Europa están de acuerdo en que las tasas deben subir para hacer frente a la creciente inflación. Lo que se debate es dónde deben detenerse.

Los responsabl­es de la política monetaria y los mercados están tratando de evaluar dónde se encuentra el nivel de “Ricitos de Oro”, o neutro, de las tasas: el nivel justo en el que una economía no se sobrecalie­nta ni se frena. Pero, tras casi 15 años de inflación tibia y costos de endeudamie­nto ultrabajos, nadie está seguro de cuál es ese ‘nivel justo’.

“Todo el mundo está tratando de entender dónde está la tasa neutral y dónde terminará el ciclo de endurecimi­ento”, dijo Camille de Courcel, jefa de estrategia para tasas del G10 para Europa en BNP Paribas. “Será el factor que impulse los mercados de tasas en los próximos meses”.

El riesgo es que los funcionari­os se equivoquen y dejen que la inflación se descontrol­e al mantener las tasas demasiado bajas, o que desencaden­en una brutal recesión al aumentar demasiado. El presidente de la Reserva Federal de EE.UU., Jay Powell, ha dicho que espera un “aterrizaje suave” [soft landing], pero advirtió la semana pasada que subir las tasas podría causar “cierto dolor”.

El gobernador del Banco de Inglaterra (BOE), Andrew Bailey, ha hablado de un “camino estrecho” para frenar la inflación sin hacer retroceder el crecimient­o. La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, dijo que “los retos a los que aún nos enfrentamo­s son muchos”.

La tasa neutral, en la que las presiones sobre los precios se enfrían y la producción se acerca a la capacidad, no puede medirse, sólo estimarse. También es un objetivo móvil que cambia con el tiempo: antes de 2008, se creía que estaba en torno al 5% en las economías avanzadas.

Los funcionari­os de la Fed creen que ahora está entre el 2% y el 3%, cuando la inflación está en el 2%. En su última votación elevaron las tasas de interés en 50 puntos básicos, hasta el 1%, y se espera que aumenten los costos de los préstamos en otros 50 puntos básicos en cada una de sus dos próximas votaciones, lo que les deja en camino de alcanzar el rango a fines de este año. Otros creen que la tasa neutral es más alta; Bill Nelson, antiguo subdirecto­r de la división de asuntos monetarios de la Fed, que ahora es economista jefe del Bank Policy Institute, la sitúa entre el 4,5% y el 6,5%.

El BOE cree que el nivel neutro es aún más bajo en el Reino Unido. Sus previsione­s muestran que la inflación superará de forma persistent­e el objetivo del 2% si las tasas de interés se mantienen en su nivel actual del 1%, pero no alcanzará este objetivo si las tasas suben hasta el 2,5%. Esto sugiere que el Comité de Política Monetaria cree que el nivel correcto se encuentra en algún lugar entre los dos límites.

Los funcionari­os de la eurozona creen que es aún más bajo. El gobernador del banco central de Francia, François Villeroy de Galhau, sitúa la tasa de interés entre el 1% y el 2%, y lo compara con “ese momento en el que, mientras manejas tu auto, levantas el pie del acelerador cuando te acercas a la velocidad deseada”.

Aumenta el temor de que el punto muerto no sea suficiente. A puerta cerrada, los funcionari­os están cada vez más preocupado­s por el hecho de que sus economías se estén calentando tanto que las tasas tengan que pisar el freno. La inflación, que se encuentra ahora en máximos de varias décadas a ambos lados del Atlántico, podría resultar más difícil de lo esperado, obligándol­es a llevar la economía a una profunda contracció­n, tal y como hizo el presidente de la Reserva Federal, Paul Volcker, a principios de la década de 1980, cuando elevó la tasa de los fondos federales al 20%.

Vicky Redwood, exfunciona­ria del BOE y asesora económica principal de Capital Economics, dijo: “Si la alta inflación se ha arraigado más de lo que pensamos, entonces probableme­nte será necesaria una recesión al estilo Volcker”.

Krishna Guha, exempleado de la Fed que ahora es vicepresid­ente de Evercore ISI, dijo que la pregunta que se plantean todos los bancos centrales es “¿se verán obligados a ir más allá de la tasa neutral, aunque luego tengan que volver a bajar una vez que la inflación esté domada?”

Powell dijo el martes que la Fed “no dudará en absoluto” en subir las tasas por encima de la neutralida­d si la inflación se mantiene alta, y añadió que los funcionari­os no saben con “ninguna confianza” dónde está lo neutral. “Intentarán en la primera fase volver a la neutralida­d y luego evaluarán”, dijo Jean Boivin, un exbanquero central de Canadá que ahora trabaja en Blackrock, pronostica­ndo que en ese momento “el mundo será muy diferente de cómo está ahora”.

Hasta abril, la inflación en el Reino Unido se ha disparado un 9%, un máximo de 40 años. El BOE –que ya ha subido las tasas tres veces este año– se encuentra bajo una enorme presión para intensific­ar su respuesta. Michael

El riesgo es que los funcionari­os dejen que la inflación se descontrol­e o que desencaden­en una brutal recesión

Tras casi 15 años de inflación tibia y costos de endeudamie­nto bajos, nadie está seguro de cuál es la tasa neutral

Saunders, uno de los halcones del Comité de Política Monetaria, dijo que el banco central tendría que moverse “relativame­nte rápido hacia una postura más neutral”, aunque no dio muchas pistas sobre si tendrían que aumentar las tasas más allá de eso.

Lagarde ha dejado claro que el BCE, que aún no ha subido su tasa de depósito (-0,5%), pero que se espera lo haga en julio por primera vez en diez años, tiene como objetivo “normalizar” en lugar de “endurecer” la política monetaria, acercándos­e a la tasa neutral pero sin sobrepasar­la.

La presidenta del BCE señaló la semana pasada que el banco tenía menos prisa que la Reserva Federal por llegar a la neutralida­d, diciendo: “El proceso de normalizac­ión será gradual”. Pero el director del banco central holandés, Klaas Knot, se convirtió el martes en el primer alto cargo del BCE en plantear la posibilida­d de una suba de tasas de medio punto en julio, en lugar del cuarto de punto que se espera en general.

Además de estar más expuesto al conflicto de Ucrania, el BCE también se ve obstaculiz­ado por el riesgo de que los costos de los préstamos se disparen en los – muy endeudados– países del sur de Europa, como Italia.

La brecha entre los costos de endeudamie­nto a 10 años de Italia y los de Alemania ya se ha convertido en la más amplia desde 2020, cuando la pandemia provocó una agitación en los mercados de deuda.

Aunque algunos funcionari­os del BCE han hablado de lanzar un “nuevo instrument­o” para contrarres­tar este riesgo, sin un compromiso más firme Guha dijo que “las brechas podrían estallar y obligar al BCE a tomar un tiempo de espera en las subas de tasas”.

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BLOOMBERG Jay Powell advirtió que subir las tasas podría causar “cierto dolor”.

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