El Gobierno prepara una mesa electoral
Lo confirmó la portavoz Gabriela Cerruti. Alberto Fernández cedió a las presiones y llamará a una mesa del Frente de Todos. Sergio Massa será articulador con ayuda de dos ministros
En su habitual conferencia de prensa de los jueves, la portavoz presidencial Gabriela Cerruti confirmó que Alberto Fernández convocará a una mesa política de la coalición gobernante. El reclamo, reiterado por distintas voces kirchneristas, ya estaba en la agenda del jefe de Estado, tal como contó El Cronista, pero se acelera tras la cumbre del Frente de Todos que tuvo lugar en Merlo.
“El Presidente como presidente del PJ está analizando la conformación de una mesa electoral”, respondió Cerruti que también se ocupó de condicionar ese espacio a reglas de convivencia. “Mientras ese debate se dé en el marco de mejores ideas y no incluya agravios, ni operaciones de prensa que deberían estar afuera de la norma, bienvenido sea”, aclaró. Lo que no dijo es que el Presidente también busca sacar el tema de la discusión pública y devolverlo a los espacios privados del FDT. La vocera también defendió las PASO como instrumento para dirimir las candidaturas.
En su advertencia Cerruti hacía referencia a aquel planteo en voz baja de Eduardo ‘Wado’ de Pedro por no haber sido invitado a una reunión con Lula
“El Presidente como presidente del PJ está analizando la conformación de una mesa electoral”
No incluirá 20 sillas. Pero tanto el Presidente, como la Vice y Massa tendrán lugares en ese ámbito
da Silva y a las entrevistas que dieron Máximo Kirchner y Andrés Larroque para criticar al jefe de Estado.
Para bajar la discusión hubo conversaciones entre los principales referentes del espacio que incluyen a Fernández, a Sergio Massa, gobernadores y ministros. “Hay que ordenar y ser pragmáticos”, coincidieron. Se mencionan contactos también con Cristina Kirchner.
En el oficialismo hay clima de resignación: lo que no se resolvió en tres años de gestión, como la institucionalización de una mesa política de los partidos integrantes de la coalición y la tensión entre el Presidente y el kirchnerismo, no se resolverá por la urgencia electoral. Mal que le pese a los que no lo quieren, hay coincidencia en que aún sin un contundente liderazgo es Fernández quien tiene la lapicera para convocar.
No habrá, avisan desde el oficialismo, una mesa con 20 sillas. Pero tanto el Presidente, como la Vicepresidenta y Massa, tendrán lugares para sus espacios en el ámbito que acuerden. De cómo estructurar la campaña, acallar las internas y comenzar a trabajar se habló en Merlo pero también en el vuelo de Buenos Aires a Chaco, adonde el Presidente viajó el miércoles acompañado por los ministros Victoria Tolosa Paz, Gabriel Katopodis y Santiago Maggiotti.
El titular de la cartera de Obra Pública, como fundamentalmente Massa y hasta el ministro de Hábitat Maggiotti, participaron del asado motorizado por Máximo Kirchner y Axel Kicillof. Los tres fueron garantes de la tranquilidad presidencial que sintió que estuvo “cuidado” aún sin tener representantes 100% albertistas. Tolosa Paz, en cambio, no fue invitada.
A partir de las conversaciones que tuvieron lugar antes y después de la comida, el Presidente definió generar un ámbito que ordene la interna y la campaña. Lo charló con Jorge Capitanich que también lo ayudó con declaraciones públicas para frenar la crisis a pesar de ser uno de los gobernadores más kirchneristas.
En ese marco, Massa, de diálogo habitual con Máximo
Kirchner y Cristina Fernández, funciona como articulador entre ellos y el Presidente. También con Wado de Pedro, los gobernadores, incluso Kicillof y los intendentes bonaerenses. En la misma línea trabaja Katopodis y hasta Maggiotti que, a pesar de ser un dirigente de menor peso nacional, tiene una puerta de llegada y con recursos para las provincias y municipios desde el ministerio de Hábitat.
Los detalles de la mesa política no están. Probablemente no se repita aquella que integraban Santiago Cafiero, Wado de Pedro y Sergio Massa en el 2019. O sí. O tal vez sea más amplia y se integre a Kicillof y algún otro gobernador. “Yo no quiero estar” avisó Máximo Kirchner en su última entrevista.