Deuda corporativa y provincial está en máximos y prevén aún más subas
Obligaciones negociables y bonos sub soberanos atraviesan un muy buen momento. A diferencia de los del Tesoro, los demás créditos locales operan en sus mejores niveles tras las últimas fuertes alzas
Los bonos corporativos argentinos subieron 32% en promedio desde julio a la fecha y gracias a este rally, se ubican en máximos. El índice de deuda corporativa elaborada por los analistas de Banco Mariva muestra cómo, desde la crisis de deuda en pesos hasta la fecha, los títulos de empresas están operando en máximos de al menos dos años.
El piso se logró en el peor momento de la crisis de deuda en pesos, encontró una segunda fase de recuperación durante la asunción del ministro de Economía Sergio Massa y un rally final hasta los valores actuales gracias al avance evidenciado en la deuda emergente corporativa a nivel global.
Un comportamiento similar ha experimentado la deuda provincial que, desde el peor momento de la crisis de deuda en pesos hasta la actualidad se ha recuperado sustancialmente, con ganancias del 30%.
Los bonos provinciales y corporativos acompañaron a la recuperación global y a la fuerte suba de los soberanos, los cuales subieron más de 80% desde sus niveles mínimos.
Sin embargo, a diferencia de los soberanos, tanto los sub soberanos como las obligaciones negociables operan en máximos de al menos dos años y con rendimientos muchos más bajos que la deuda del estado nacional. Esto quiere decir que el mercado percibe riesgos de incumplimiento mucho más bajos en los provinciales y en las ON respecto del riesgo que sí vislumbra en la deuda soberana.
Rodrigo Benítez, economista jefe de Megaqm, remarcó que la diferencia entre riesgo soberano nacional versus los subnacionales (provincias y municipios) y los privados se viene observando hace ya varios meses. “Detrás de este comportamiento entendemos que está el riesgo que implica el proceso electoral y la necesidad del Tesoro de lograr pronto recuperar el acceso al mercado de capitales para renovar sus vencimientos”, dijo.
Por otro lado, Benítez señala que en el caso de la deuda del sector privado, la principal limitación es el acceso a divisas, dadas las restricciones del mercado cambiario oficial, pero advierte que la carga de la deuda y la capacidad de generar utilidades son factores que claramente ayudan al valor de esos activos”, explicó Benítez.
OPORTUNIDAD EN DÓLARES
El contexto global jugó a favor para la deuda argentina. Desde octubre a la fecha, la emergente sube 15,8%, mientras que los emergentes corporativos de alto rendimiento también subieron casi 16% en el mismo periodo. En ese mismo lapso, los bonos de empresas argentinos ganaron 22% en promedio. En ese sentido, el mercado encuentra actualmente oportunidades de inversión en las obligaciones negociables así como también en la deuda provincial.
Los analistas de Facimex Valores consideran que el escenario global se mantiene mayormente positivo para el posicionamiento en renta fija en dólares. “La compresión de tasas en el tramo largo de la curva de Treasuries sigue agregando impulso producto de la fuerte desaceleración de la inflación y el hecho de que el Tesoro norteamericano llegó a su techo de deuda, limitando la oferta de bonos en un contexto de fuerte demanda. Creemos que todavía hay gran espacio para la compresión de los spreads en el caso de la deuda emergente high yield”, explicaron.
En ese sentido, favorecen la deuda corporativa y provincial por encima de la soberana. “Para las posiciones de renta fija en dólares, seguimos favoreciendo un posicionamiento estructural en corporativos, complementados con provinciales de buena calidad. Corporativos como Pampa 2026 y TGS 2025 se mantienen entre nuestras opciones preferidas, mientras vemos espacio para aumentar tácticamente la exposición a YPF 2029”, señalaron. “Entre los provinciales destacamos a Córdoba 2025 y Córdoba 2027”, dijeron.
La deuda corporativa argentina opera con tasas bastante dispersas de entre 4% y 28%. Sin embargo, el grueso de las ON rinde entre 8% y 14 por ciento.
Finalmente, Maximiliano Bagilet, Team Leader TSA Bursátil, ve oportunidades para dolarizarse contra el tipo de cambio libre, principalmente con obligaciones negociables. Entre los papeles que le gustan a Bagilet se destacan Genneia 2027, YPF 2026, IRSA 2028 y Mendoza 2029.